Andorra se planta en semifinales por primera vez en su historia tras ganar, después de un final agónico a Iberostar Tenerife. Huertas, que se convirtió en el máximo asistente en la historia de la Copa del Rey, fue el mejor de un Iberostar que acabó hincando la rodilla. En Andorra, fue Todorovic el encargado más regular en el aspecto anotador. [Narración y estadísticas: Iberostar Tenerife 85-87 Morabanc Andorra].
Dos juegos muy distintos se veían las caras en el tercer partido de cuartos de final de esta Copa del Rey. La pausa aliñada con mojo de Tenerife y la velocidad ofensiva, cual descenso en esquí, de Andorra iban a pelear por un puesto en semifinales.
Todorovic enseña los dientes
El concierto empezó sin dilación y el director de la orquesta tinerfeña movió la batuta desde el comienzo. Marcelinho Huertas mostraba que sus 36 años son un simple dato en el pasaporte y lideraba el primer parcial del partido. 10-4 mandaba Iberostar cuando una técnica a Bogris, que se encaró con Diagne, activó a los de Navarro.
Sin Jelinek, Todorovic tenía que mostrar su mejor versión anotadora y esta no tardó en llegar. Ocho puntos del bosnio daban la vuelta al partido y ponían a Andorra por delante en el marcador con tímidez. El tramo final del primer periodo quedó para que Shermadini y Musli deleitaran al pabellón desde la zona, mientras que Todorovic seguía a lo suyo, 13 puntos sin fallo, y Díez lograba mantener la igualdad (27-28).
Diagne frena la mejora canaria
El telón del segundo acto se volvió a levantar con Huertas en pista, pero el director brasileño estaba más fallón de lo habitual y sus pérdidas, 5 en 9 minutos, impedían a Iberostar aprovechar sus buenas defensas. Después de una charla con su entrenador, Huertas bajó sus pulsaciones y comenzó a brillar el extrapass en el cuadro canario.
Pero cuando mejoraba en lo ofensivo Iberostar, aparecían los fantasmas en defensa. Diagne ponía una marca desde la cabeza de la bombilla y anotaba sin cesar para mantener a los andorranos por delante en el marcador. Este tiro de 6 metros del poste de Morabanc estaba sacando de sus casillas a Vidorreta, que pedía tiempo muerto para intentar paliarlo desde la pizarra.
Pero el tiempo muerto no fructificó y es que Morabanc comenzó a correr como acostumbran y lograban marcharse al descanso con un 44-49 que hacía justicia a lo visto en la primera mitad. El parón no deshizo la concentración de los andorranos y tras un movimiento de Musli en la pintura lograron la máxima diferencia del partido (44-54).
Iberostar y la inestabilidad
Necesitaba asistencias y puntos el equipo de Vidorreta para volver a meterse en el partido y ahí aparecieron Huertas y Salin para rescatar a los tinerfeños. El base brasileño volvía a cuidar el balón como es debido, lograba alzarse como el máximo asistente en la historia de la Copa del Rey, y devolvía a los laguneros al partido (54-56, minuto 25).
Sin embargo la lucidez canaria era más inestable que nunca. Recibían los de Vidorreta un parcial de 0-7 que dejaba en nada el buen cuarto que estaban cuajando Salin y Huertas. Andorra había subido el listón en defensa y corrían al contraataque en cuanto Iberostar se despistaba.
Con Shermadini haciendo un partido humeante para lo que acostumbra y sumando su cuarta personal antes del final del tercer periodo, Iberostar iba a tener que remar mucho si quería recuperar sensaciones antes de que fuera tarde.
Dos tiros libres de Todorovic, el mejor del partido hasta el momento, servían como cierre de un cuarto que Morabanc iba a cerrar con 8 puntos de ventaja. Los de Navarro estaban a un paso de plantarse en las semifinales y para ello tenían que mantener el desequilibrio de los amarillos.
Final ajustado
Los minutos corrían sin cesar y la expresión de Vidorreta cada vez expresaba más nerviosismo. En su cabeza estaba la imagen con la que cerró la Copa el pasado año: De rodillas, clamando al cielo por el favor arbitral al Barcelona. Sin embargo, ese recuerdo se paraba después de que el tablero resonara con un triple de Yusta que chocaba con el cristal. Su equipo aún estaba en el partido y, a falta de cinco minutos, todo estaba por decidirse. Y un minuto después, una bandeja de Marcelinho ponía a Iberostar a un punto.
Los últimos ataques de Morabanc Andorra habían dado alas a los canarios e Ibon Navarro pedía tiempo muerto para frenar la inercia de los de Vidorreta. Tras el tiempo muerto el partido se volvió loco, el naranja acariciaba las redes como si de una pelota de ping-pong se tratase y el partido que parecía condenado a decidirse desde la personal.
Pero antes de ese devenir silencioso, Shermadini ejecutaba sus mejores movimientos en el poste en lo que iba de partido, mientras que Andorra se precipitaba una y otra vez en sus ataques haciendo crecer la fe de los laguneros.
Con 83-84 se entró en el último minuto y ahí aparecieron Huertas y Llovet para dejar todo en el aire a falta de una posesión final que decretara al ganador de este partido de infarto. Cometía falta Huertas pero se resarcía sacando otra en ataque. El balón volvía a estar sobre el tejado de Iberostar a falta de 3 segundos.
Tras un carrusel de cambios invalidados, Huertas ponía el balón en juego y a Konate se le escapaba el esférico entre su torpeza y la falta de Senglin. Sin embargo, los colegiado mandaban al escolta de Andorra a la personal y ahí murió el partido. El jugador andorrano anotaba el primero, fallaba el segundo y la bocina sonaba para mandar a Morabanc a las semifinales de la Copa por primera vez en su historia.
Iberostar Tenerife 85-87 Morabanc Andorra
Iberostar Tenerife: Huertas (20), Salin (13), White (4), Konate (8), Bogris (7) - quinteto inicial - Lundberg (2), Yusta (9), Díez (3), Gielo (0), Shermadini (19), López (0), Guerra (0).
Entrenador: Txus Vidorreta.
Morabanc Andorra: Hannah (7), Massenat (11), Todorovic (20), Sy (4), Diagne (14) - quinteto titular - Pérez (4), Llovet (4), Walker (8), Colom (-), Senglin (8), Carrasco (-), Musli (7).
Entrenador: Ibon Navarro.
Árbitros: Hierrezuelo, Conde, Caballero.
Parciales: 27-28| 17-21| 18-21| 23-17|
Incidencias: Partido correspondiente al tercer cruce de cuartos de final de la Copa del Rey 2020 disputado en el Pabellón Martín Carpena, Málaga.