Cuando todo parecía listo para que la NBA regresara a la acción, los diferentes conflictos que son actualidad en los Estados Unidos parece que van a poner en riesgo esta vuelta de la temporada. El comisionado de la mejor liga de baloncesto del mundo ya ha puesto en marcha un calendario de desescalada para que en torno al 30 o 31 de julio, el balón naranja vuelva a botar.
El suceso del asesinato racista de George Floyd ha puesto en pie a la NBA, con una gran parte de jugadores afroamericanos, y podría afectar de forma directa al regreso de la competición. En los últimos días hemos visto a las principales estrellas encabezadas por LeBron James, Giannis Antetokounmpo, James Harden o Stephen Curry liderando protestas contra Donald Trump o pidiendo justicia social.
Estos, con la excepción de la estrella de los Golden State Warriors que no tendría plaza en Orlando, quieren volver a jugar, pero hay otros a los que todo esto que está sucediendo les empujaría a no querer regresar a la acción. Según informa Shams Charania de ESPN, Kyrie Irving, Kevin Durant, Carmelo Anthony, Donovan Mitchell y Chris Paul, entre otros 80 jugadores, no apoyarían la vuelta en Orlando por la injusticia social que ha creado una inquietud nacional y no pensarían en viajar a la burbuja que se elaborará en DisneyWorld tras este caso de racismo con la muerte de Floyd.
"No estoy de acuerdo en ir a Orlando. No estoy a favor del racismo sistemático y esa mierda. Algo me huele a pescado podrido", serían las palabras que pronunció Irving, que lideraría esta revuelta. Los jugadores tampoco están muy convencidos con esta burbuja sanitaria para evitar contagios de coronavirus. La mezcla de la causa racial y el temor a la enfermedad ha creado una crispación que pone en riesgo el regreso de la competición.
El apoyo de las chicas
Además, los jugadores de la NBA han conseguido el apoyo de las jugadoras de la WNBA, por lo que este movimiento contrario al regreso de la temporada tiene aún más fuerza tras lo sucedido en la última madrugada. Algunos creen que la mejor forma de plantar cara a este racismo es aprovechando el escenario que otorgaría esta vuelta de la competición, pero otros creen que harían más fuerza plantándose contra la injusticia social sin saltar a la cancha.
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