El Hereda San Pablo Burgos hizo historia este domingo al lograr el primer título de su historia, la Liga de Campeones de Baloncesto, tras derrotar en una gran actuación al AEK en la final disputada en Atenas y en la que se impuso al equipo local por 85-74.
Pese a un mal inicio y perder de diez puntos al final del primer cuarto, el equipo de Joan Peñarroya reaccionó en el segundo, en el que un parcial a favor de 35-12 le permitió irse al descanso con 49-36 a favor. También fue superior en el tercero, donde amplió su ventaja a diecinueve puntos, lo que le permitió jugar con tranquilidad en los últimos diez minutos hasta hacerse con el triunfo. El acierto exterior sirvió a los de Joan Peñarroya para hacerse con el primer título europeo en su primera participación continental y hacer historia del baloncesto.
El encuentro tuvo un claro dominador en la primera parte, pues el AEK entró mejor al partido (3-9) con un Keith Langford imparable que puso la primera ventaja para los griegos a base de puntos fáciles. Todos los errores de Burgos se transformaban en puntos para el AEK, especialmente con la entrada de Tyrese Rice, imparable para los de Joan Peñarroya que se marcharon al descanso con un 14-24 de desventaja.
El segundo cuarto cambió totalmente el ritmo del partido, pues el Hereda San Pablo Burgos de la primera parte desapareció dando paso a un equipo que tuvo prácticamente total acierto desde el triple y anotó 35 puntos en un cuarto. Omar Cook con cuatro triples casi seguidos, apoyado por la defensa de Miquel Salvó pusieron el empate a 31 puntos en el marcador, al tiempo que Ilias Papatheodorou volvió a meter a Langford en el campo.
Los burgaleses pararon al MVP de la liga regular esta temporada y fue entonces cuando aparecieron Thad McFadden y Ken Horton, desde el triple obligando al conjunto griego a parar el partido (42-35). Los azulones no iban a parar pues querían hacer historia ganando el encuentro y con un juego muy coral, se fueron al descanso con una ventaja de 13 puntos (49-36).
Defensa y acierto exterior volvieron a ser la clave para que los de Joan Peñarroya siguieran su escalada de puntos particular (56-41). El jugador del AEK Marcus Slaugther tuvo que retirarse del terreno de juego por molestias en la rodilla tras una caída que unido a las faltas personales de Vlado Jankovic, dejaron a los helenos en problemas.
Final tranquilo para Burgos
Los de Peñarroya y su idilio con el triple fueron agotando el tiempo mientras sacaban del encuentro a los griegos que no podían hacer frente a la ofensiva burgalesa que se fueron con 15 triples, al final del tercer cuarto y una ventaja que permitió relajarse a los de Peñarroya (68-49).
Slaugther volvió al campo, dejando en un susto su caída, lo que dio más intensidad defensiva al AEK que unido a la entrada de Matt Lojeski redujeron la distancia con cuatro triples seguidos (75-61).
Tras el tiempo muerto de Joan Peñarroya, los dos equipos fueron intercambiando canastas manteniendo una renta de 13 puntos (83-70), aunque el Hereda San Pablo Burgos tuvo algunas imprecisiones a falta de dos minutos que sirvieron a los griegos para venirse arriba.
Sin nada que perder, los griegos se pusieron más intensos para no dejar anotar con facilidad al equipo burgalés, pero la renta era suficiente y los burgaleses hicieron historia ganando al AEK 85-74.
San Pablo Burgos 85-74 AEK Atenas
San Pablo Burgos: Dejan Kravic (1), Vitor Benite (11), Jasiel Rivero (2), Xavi Rabaseda (5), Alex Renfroe (11) – cinco inicial- Kareem Queeley (-), Alex Barrera (-), Miquel Salvó (12), Thad McFadden (12), Jordan Sakho (2), Omar Cook (15) y Ken Horton (8).
AEK Atenas: Yannick Moreira (5), Keith Langford (11), Vlado Jankovic (1), Linos Chrysikopoulos (8), Nikos Gkikas (5)-cinco inicial- Tyrese Rice (15), Jonas Maciulis (6), Nikos Zisis (4), Matt Lojeski (9), Nikos Rogkavopoulos (-), Darion Atkins (-) y Marcus Slaughter (8).
Parciales: 14-24 | 35-12 | 19-13 | 17-25
Árbitros: Manuel Mazzioni (Italia), Yohan Rosso (Francia), Eddie Viator (Francia).
Incidencias: Final de de la Basketball Champions League celebrado en el OAKA Olympic Indoor Hall de Atenas (Grecia) a puerta cerrada.