El caso de Martí Vigo del Arco es un caso muy particular en el deporte. Apasionado de la competición y de llevar la exigencia de cualquier disciplina hasta el límite, este aragonés de tan solo 22 años, cumplirá 23 en unas semanas, afrontará la próxima temporada el reto más grande de su corta, pero exigente carrera profesional. Sin esperarlo, un día se apartó de los esquís y la nieve, que habían sido su vida hasta entonces, sin saber que encontraría en la bicicleta su nuevo refugio y vía para seguir exprimiéndose al máximo.