La extravagante personalidad de muchas estrellas, sean de la disciplina que sean, es de sobra conocida por la sociedad. Dicen que los genios son especiales, extraños y hasta estrafalarios. Sin embargo, algunos confunden la notoriedad con las faltas de respeto. El mundo del deporte, y en particular el baloncesto, son el hábitat donde residen muchas de estas personalidades tan complejas.
El lugar donde se puede encontrar el mejor baloncesto del mundo es, sin duda, la NBA. Allí también se pueden encontrar muchas de estas personalidades tan estridentes en su forma de actuar, de ser e incluso de vestir. Sin embargo, si hay uno de esos personajes que se llevan la palma ese Kyrie Irving.
El base de los Brooklyn Nets lleva varios años empeñado en demostrar que es uno de los mejores jugadores de la liga, a pesar de que fuera del amparo de LeBron James, una verdadera estrella y un verdadero líder, no ha sabido demostrar su supuesta valía para ser considerado una figura de talla mundial.
Ahora, en los Nets pretende hacerlo, aunque tendrá la inestimable ayuda de otro jugador que, como LeBron, sí ha demostrado ser único en la élite. Ese jugador es Kevin Durant, que dejó los Golden State Warriors por la franquicia de Brooklyn para evitar que Irving siguiese viendo pasar el éxito por delante de sus narices sin poder agarrarlo con las manos.
Mientras llega el resurgir de Kevin Durant, y a la espera de si se concreta el fichaje de James Harden, Kyrie Irving ha decidido iniciar una nueva cruzada en su carrera. Esta vez tiene a la prensa como objetivo, a quienes considera indignos de poder entrevistarle o preguntarle después de los entrenamientos y partidos. El base estadounidense se considera por encima del bien y del mal.
La NBA obliga a todos los equipos y a todos los jugadores a atender a los medios de comunicación cuando corresponde como parte de la política de la liga por intentar llevar un cierto orden con la prensa. Así se facilita el hecho de que se cree un buen clima entre ambos. Algo así como lo que pasa en casi todos los deportes.
Sin embargo, el bueno de Irving ha decidido que él no se va a rebajar ante eso, por lo que ya ha sido multado por la dirección de la competición. Concretamente, ha tenido que pagar 25.000 dólares por negarse a hablar con los medios de comunicación. Además, su rebeldía ha repercutido también en una multa para su franquicia.
El ataque de Irving
No obstante, lo más sorprendente de todo es que Irving cree tener motivos de peso para llevar hasta las últimas consecuencias su decisión: "Rezo para que utilicen ese dinero en las comunidades marginadas que lo necesiten, viendo cómo está el mundo actualmente. Estoy aquí por la paz, el amor y la grandeza. Así que dejen de distraerme a mí y a mi equipo y aprecien el arte. Aquí lo hacemos diferente. No hablo con marionetas. Mi atención vale más".
Esta decisión no solo ha sido criticada con dureza por la prensa, sino que también algunos de sus compañeros y excompañeros han asegurado que el exjugador de equipos como Cavaliers o Celtics no está actuando de forma correcta. Además, aseguran conocerle y sabe que se está equivocando en esta ocasión. Irving es un habitual coleccionador de polémicas.
Así lo ve Kevin Love, con quien coincidió en los Cleveland Cavaliers junto a él y LeBron James: "Todos estamos trabajando. Vosotros los periodistas también estáis trabajando. Adoro a Kyrie y lamento estar profundizando en esto. Creo que llamar marioneta a alguien es una falta de respeto. Entiendo de dónde viene Kyrie, pero yo no soy una persona que divide".
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