Vergüenza mundial por lo ocurrido en Estambul entre el Barcelona y Thomas Heurtel. El club azulgrana prohibió subir al avión y dejó tirado al jugador francés a 3.000 kilómetros de casa, mientras se negociaba su desvinculación. El motivo no es otro que las conversaciones que habría mantenido el jugador con el Real Madrid para firmar por el equipo blanco una vez obtuviera la carta de libertad.
La situación ha generado una gran polémica y los ataques van dirigidos al Barça por su poca "humanidad", como decía la ABP de madrugada. Había mucha expectación generada en torno a la llegada del equipo a Barcelona, obviamente sin Heurtel en el grupo. Los compañeros del francés también estaban en el foco por no haber defendido a uno de los suyos y tampoco quisieron hablar del asunto.
En el aeropuerto esperaban las cámaras y los micrófonos de varios medios de comunicación, entre ellos El Chiringuito de Jugones. Su reportero se acercó a los jugadores y al cuerpo técnico del Barça para conocer sus impresiones de lo acontecido, pero ninguno de ellos optó por pronunciarse.
Uno a uno fueron desfilando hasta el autobús del equipo. Calathes o Abrines mantenían el silencio. Igual que Nacho Rodríguez, mánager de la sección, y Sarunas Jasikevicius, entrenador azulgrana. Solo habló Pierre Oriola, el capitán del equipo, y fue para tener un gesto feo con los periodistas: se quitó uno de los auriculares que llevaba, dijo que estaba escuchando la radio y se lo puso para volver a ignorar a los periodistas.
Las próximas horas serán claves para conocer algo más de lo que sucedió en Estambul. De momento, hay muchas interrogantes que rodean al asunto. ¿Por qué ninguno de los compañeros se plantó? ¿Quién obligó a Heurtel a quedarse en tierra estando en plena pandemia y con su familia en la Ciudad Condal? El Barcelona se ha buscado un problema y es que Heurtel, todavía con contrato, podría denunciar.
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