Anna Cruz ha abierto la caja de los truenos en la selección española de baloncesto femenino. La histórica jugadora nacional ha anunciado su adiós de forma sorprendente y a través de una durísima carta en la que denuncia hechos muy graves que a su entender se están produciendo dentro del equipo.
La jugadora española afirma que ese equipo antes era su familia y que ahora dejará de serlo porque considera que a la familia no se la trata así. Además, esta decisión ha sorprendido enormemente ya que Anna ha sido pieza clave de un equipo histórico, el mejor combinado femenino de la historia de nuestro país, y que tenía grandes retos por delante, este mismo verano, con la disputa del Europeo de Valencia y los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sin embargo, el sufrimiento de Anna ha sido demasiado elevado y no ha estado dispuesta a soportarlo ni un minuto más, por lo que ha dado un portazo a su trayectoria nacional y se ha marchado dejando mensajes muy contundentes a través de una carta en la que también hay agradecimientos y buenos deseos para el equipo nacional, pero no palabras en recuerdo a Lucas Mondelo, seleccionador y entrenador de Anna en varios momentos de su carrera a nivel de clubes.
Anna asegura que "con 34 años, y mucho vivido ya, creo totalmente innecesario seguir tolerando actos que van contra mis principios". Además, afirma que es muy "complicado lidiar en el día a día con ciertas cosas que no se ajustan a lo que yo entiendo con la profesionalidad de este deporte: respeto y dignidad hacia unas profesionales que llevan una exitosa trayectoria a sus espaldas".
Por si esto fuera poco, en su mensaje más duro asegura haberlo dado todo por "este equipo que en su día fue mi familia y que va a dejar de serlo porque entiendo que a la familia no se la trata así. Es una pena que el liderazgo de este equipo no se haya utilizado de una manera coherente y se utilice, en ocasiones, para hacer daño a gente que más de una vez le ha sacado las castañas del fuego".
Jugadora de leyenda
Con esta potente carta y esta renuncia que ha pillado a todos por sorpresa, dice adiós una jugadora de leyenda que ha formado parte de los mejores años en la historia del baloncesto femenino español. Anna Cruz ha disputado un total de 158 partidos como internacional en los que ha forjado un palmarés admirable con nueve grandes medallas.
Con la selección española, Anna suma tres oros continentales, los ganados en 2013, 2017 y 2019, dos bronces, de los años 2009 y 2015, una plata en el mundial del año 2014 y otros dos bronces, conseguidos en 2010 y 2018. Además, el metal más preciado de todo su palmarés es la plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. La escolta nacional tenía la oportunidad este mismo verano de ampliar su vitrina de trofeos con dos competiciones más como el europeo y los Juegos Olímpicos, pero ha decidido decir basta y dar un paso al lado, aunque lo ha hecho con muchas críticas.
[Más información: El Barça cumple su amenaza a Heurtel tras impedir su llegada al Real Madrid: relegado al filial]