Una confesión que rompe barreras: "No voy a esperar a retirarme para anunciar que soy gay"
Se trata del testimonio de Marco Lehmann, jugador de baloncesto 3x3 que ha decidido confesar su homosexualidad para poder tener una vida feliz.
15 enero, 2021 17:59Noticias relacionadas
Marco Lehmann es uno de los mejores jugadores europeos de baloncesto en la modalidad de 3x3. Sin embargo, era un nombre relativamente anónimo para todos los aficionados al deporte hasta el día de hoy, momento en el que ha decidido dar un paso muy importante en su carrera y en su vida.
Un paso que le sirve a él en primera persona, pero que servirá también a muchas otras a confesar sus miedos, sus inquietudes o, como en esto caso, sus gustos, porque Marco Lehmann ha decidido confesar que es homosexual. El jugador suizo de baloncesto 3x3 es toda una institución dentro de esta disciplina y ahora se ha convertido en el icono de muchas personas que tienen la necesidad de confesar algo, pero que no se atreven por miedo a sentir el rechazo de su entorno.
El mundo del deporte no es especialmente fácil para estas personas que como Lehmann afirman no vivir felices simplemente por el hecho de ser homosexuales y no atreverse a hacerlo público. Por ello, Marco ha contado con la colaboración de la FIBA para hacerlo de la forma más amplia posible y ser así el altavoz de otras muchas personas que están en su misma situación.
Dentro del portal web de la FIA en el apartado de Player's Voice, el líder de la selección de Suiza se confiesa así: "Me llamo Marco Lehmann. Tengo 27 años, soy jugador profesional de baloncesto 3x3 y he decidido que no voy a esperar a retirarme para anunciar que soy gay. Esto es para todas esas personas que no quieren tener ya más una doble vida, para aquellos que viven en un sistema en el que no existen. Esto es para las futuras generaciones para que puedan vivir y disfrutar de una vida deportiva sin tener que esconderse. No voy a mentir, esto es para mí también, para vivir sin esta carga".
Lehmann asegura que, a pesar de haber tenido una carrera de éxito que le ha permitido viajar por todo el mundo, tenía que convivir con el hecho de no ser feliz en su vida de jugador: "Cada semana cuando mi novio me llevaba al aeropuerto, pasaba de ser el hombre gay feliz en una relación a un atleta profesional sin emociones que no quería hablar de su vida personal".
Ahora se siente feliz y liberado de nuevo, pero asegura que no lo ha pasado nada bien y que sus momentos más duros fueron en el año 2019, pero que tampoco tenían un motivo realmente concreto, sino que era una acumulación de sufrimiento que simplemente estallaba: "En diciembre de 2019. Toqué fondo. Empecé a llorar, sudores fríos por la espalda... ¿y para qué? Simplemente por pensar en el próximo entrenamiento. No podía aguantar el pensamiento de cambiar mi personalidad una vez más".
"Llamé para decir que estaba malo, confiaba en que el ataque de pánico parara. Pero no. Las restricciones de movilidad y el parón de competición por la pandemia ayudaron a que escondiera mis problemas mentales del mundo del baloncesto. Siempre pensé que acabaría mi carrera repitiendo eso de 'no tengo novia porque quiero centrarme en mi carrera'. Pero ya no podía".
Quiere romper tabúes
Con esta revelación sobre su vida persona, Marco Lehmann quiere ayudar a otros jóvenes y a que la homosexualidad deje de ser un tabú: "Ser gay en un deporte de equipo parece tabú. Y ha de parar ya. Hay jugadores jóvenes que dejan el deporte colectivo cuando descubren que son gays.
Además, Marco asegura que el hecho de que la gente no supiera que era gay, le ayudaba a saber qué opinaba el resto de eso de forma sincera: "Un entrenador hizo un comentario poco apropiado al equipo pidiendo que dejaran de jugar como 'nenazas' y un comentario que escuché en un viaje en autobús en el que aseguraban que "la homosexualidad es una enfermedad. Deberían matarse. Imagina jugar con alguien así".
Ahora, Lehmann asegura que el baloncesto le ha ayudado a dar este difícil paso porque pensó muchas veces en dejarlo para no tener que hacerlo, pero su amor por el deporte le obligó a liberarse para poder seguir jugando. Por eso, pensó muchas veces en hablar con sus compañeros y "explicarles todo y contestar a sus preguntas porque al final tu vida privada es otra cosa. Pero ese día me di cuenta que no son tus compañeros quienes deciden tu carrera, son tus entrenadores, tu directiva, los equipos que te ofrecen contratos y tienes miedo de que no te ofrezcan uno por tu orientación sexual. Eso impidió que hiciese mi anuncio hasta hoy...".
Y concluye con un gran deseo: "Ha llegado el momento de ser feliz y de disfrutar de mi carrera sin tener que esconderme ni llevar una doble vida y ojalá ayudar a otros deportistas en Suiza y en todo el mundo. Estoy intentando ganar el World Tour y llevar a Suiza a los Juegos Olímpicos 2024".
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