"En el próximo mes o mes y medio, mi nivel de exigencia en la pista va a ser muy elevado, y ahí descubriré si puedo volver a competir". Pau Gasol advertía hace unos meses de cómo iba su recuperación. Quería acabar 2020 sabiendo si su estado físico le permitía regresar a jugar en la élite o si, por el contrario, debía empezar a pensar en una retirada. "Noviembre o diciembre" eran el límite. El baloncesto español, e incluso el mundial, esperaba ansioso cualquier reacción del jugador catalán.
La trascendencia de Pau es irrebatible. Jugador referencia del baloncesto español, parte de la historia del europeo y de los más queridos en la NBA en las últimas décadas. Decir adiós al profesionalismo lejos de las canchas era el peor escenario posible. Y de ahí que el interior haya evitado dar demasiados detalles de cómo se encuentra. Pocos mensajes, pero repletos de optimismo para todos aquellos que le siguen día a día.
Pau se ha pronunciado en contadas ocasiones. Él continúa con su labor en las pistas de entrenamiento en busca de su mejor estado de forma y también con el trabajo de su Fundación. Varios vídeos colgados en las redes sociales, y que han roto su silencio mediático sobre cómo se encuentra en su proceso de volver a jugar, forman parte de su historial clínico virtual.
Se le ve bien, fuerte y resistiendo. Mascarilla en boca, Pau ha confirmado con sus imágenes que no ha perdido la puntería en la línea de tres, ni tampoco su velocidad con el balón en las manos o su juego de piernas en acciones defensivas. Capacitado para contar con minutos y dejar atrás el 10 de marzo de 2019, cuando disputó su último partido. Por aquel entonces defendía los colores de los Bucks en el que sería el principio de su fin -temporal- en el baloncesto de máximo nivel. Ahora, Pau trabaja para volver.
Su principal objetivo son los Juegos Olímpicos. La única parte positiva de su último aplazamiento es que Pau Gasol consiguió el comodín para poder despedirse de la Selección. Porque él quiere jugar una vez más con los de Sergio Scariolo, y si es en una cita como la olímpica mejor. Tokio 2020 ya es cosa del pasado y, pese a las dudas que hay sobre la edición de este verano por culpa de la Covid-19, Pau quiere estar en Tokio 2021 para despedirse del combinado nacional con una medalla en el pecho.
El 23 de julio está fijado como el inicio de los Juegos Olímpicos en Japón. Un día antes, la NBA pondrá fin a su temporada en caso de que las finales se extiendan hasta su último partido posible. Los Lakers, grandes favoritos a revalidar el título, parten con muchas opciones de estar en esa cita. Y Pau Gasol, leyenda de la franquicia, tiene opciones de estar también en ese róster. Pocas, pero entre rumores y sueños de aficionados y prensa norteamericana, el catalán mantiene esa puerta abierta.
Porque más allá de los entrenamientos que está realizando por su cuenta, Pau Gasol ha dejado claro en otras ocasiones que encontrar equipo para ir cogiendo ritmo sería importante. Una vez que abrió ese abanico de posibilidades, dos clubes se pusieron sobre la mesa como destinos más factibles. Los dos, con los que Pau guarda una gran relación 'sentimental'. El Barça y los Lakers, aunque con la franquicia de Los Ángeles varios pasos por delante. La NBA siempre va primero, más en el caso de Pau.
"No estaría mal. Pero depende de varios factores, algunos de los cuales no controlo. Y es por eso por lo que, en este momento, prefiero centrarme en el trabajo diario que me permita dejar atrás la lesión", aseguró el interior recientemente. Allí haría historia, tanto por su regreso como por el reencuentro con su hermano Marc: "Jugar para los Lakers, es una franquicia única. Es la oportunidad de nuestra vida, y es muy especial para nosotros ser los primeros hermanos en jugar para los Lakers".
Con la temporada iniciada hace un mes, y con Pau Gasol trabajando individualmente para dejar atrás sus complicaciones físicas por una fractura del escafoides tarsiano de su pie izquierdo.
El Barça, imposible
Los Lakers serían una opción irrechazable. Eso sí, partiendo de que no se ha producido esa oferta según Pau, el jugador no quiere tener una mera presencia formal en el banquillo. Quiere jugar, tener minutos, sentirse importante dentro de lo que lo permita con un contrato de veterano y en una franquicia con estrellas como LeBron James o Anthony Davis.
En caso de que la puerta de la NBA no se abriera, habría ciertas complicaciones para situarle en algún otro equipo. Y más en Europa. El Barcelona siempre ha estado sobre la mesa. Igual que los Lakers, supondría un regreso a la que ha sido su casa. Todo un golpe en el mercado y una motivación extra para los aficionados. Gasol, sin ir más lejos, habló sobre esa posibilidad en junio: "Una última temporada en los Lakers es atractiva, acabar en el Barça es atractivo, pero habrá que ver las posibilidades reales".
Las cuentas, sin embargo, no salen. El FC Barcelona atraviesa una crisis económica difícil de superar y Pau Gasol tendría imposible entrar en el equipo por mucha rebaja salarial que sufriera. Tras el fichaje de Westermann y el acuerdo con Heurtel, la sección aumentará unas pérdidas que en las últimas temporadas, según datos oficiales, han rondado los 28 millones de euros por campaña.
Con todo ello, es evidente que los Juegos Olímpicos de Tokio son algo más que una cita olímpica al uso para Pau Gasol. El veterano se juega una despedida a su altura con la Selección y, síntoma de su constante autoexigencia, llegar con ritmo de competición es determinante para el pívot.
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