Paul Pierce se convirtió en un nombre de referencia en la NBA. En las filas de los Boston Celtics hizo historia compartiendo vestuarios con leyendas como Garnett, Ray Allen o Rondo. Sin embargo, desde que se retiró en 2017 se encargaba de dar su visión de exjugador en alguna que otra tertulia del baloncesto estadounidense. Una imagen que se ha visto absolutamente perjudicada tras un vídeo publicado en redes sociales y que se ha convertido a gran velocidad en tendencia.
El nortemaricano, de 43 años, aparece en las imágenes que él mismo ha compartido en estado de embriaguez. Pierce, además, sale realizando una pequeña fiesta rodeado de strippers con escasa ropa y mostrando su rostro ante los cientos de comentarios que se sucedían en la retransmisión de su directo en Instagram.
Por las horas en las que se realizó, los espectadores de ese vídeo en directo no eran excesivos teniendo en cuenta de tiene más de 800.000 seguidores en su perfil. Sin embargo, su propagación en el resto de redes sociales no se ha frenado en las últimas horas y los comentarios en sus perfiles de numerosos aficionados así lo confirman.
Pierce no se ha pronunciado y únicamente ha publicado dos mensajes, sin demasiada extensión, en las últimas 24 horas. Sin embargo, cabe recordar que el exjugador está casado y tiene tres hijos fruto del matrimonio. Además, se está a la espera de que ESPN, medio para el que colabora como analista, pueda realizar algún movimiento en su relación contractual. Más allá de la imagen por su estado ebrio y la aparición de strippers, la particular fiesta se ha producido en época de la Covid-19.
Pierce rompe su imagen de leyenda
Paul Pierce, al menos hasta el momento, era uno de los rostros más respetados dentro de la NBA. Su potencial en las pistas, su larga trayectoria en la competición y sus logros en el parqué de la mejor liga del mundo le permitieron gozar de dicha condición. La historia más reciente de Boston Celtics no se comprende sin el exterior, que incluso dijo adiós a las canchas defendiendo los colores de la franquicia de su vida.
Porque Pierce, que ya adelantó en su día que la temporada 2016/2017 iba a ser la última, firmó un contrato de un día con Boston para poder retirarse como jugador de la entidad. Un mero acto sentimental y que, sin embargo, reflejó la relación entre el tirador y los Celtics. Antes, y durante 15 temporadas, Pierce había defendido los colores del equipo.
Pierce consiguió un anillo de la NBA con los Celtics en las famosas finales de 2008, cuando el histórico conjunto acrecentó su rivalidad con los Lakers. El tridente formado con Garnett y Allen, conocido como el 'Big Three' de Boston, se consagraba ante los de Kobe Bryant. Retirado en 2017, y dejando por el camino numerosas presencias en citas como el All Star de la NBA, Pierce ha recuperado todo el protagonismo de la peor manera posible.
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