No ha sido fácil, pero el baloncesto español profesional empieza a ver la luz al final del túnel. ACB no tuvo fácil sobrevivir a la Covid-19, sobre todo cuando veía que el resto de competiciones de baloncesto tanto en Europa como en Norteamérica no regresaban. El apoyo de las autoridades y el atrevimiento de la Liga Endesa sirvió para ser pioneros en todo el mundo con la burbuja de Valencia para terminar la temporada 2019/2020 y esto ha tenido su premio.
Ahora, este miércoles se disputará el primer partido con público de toda la temporada en la Liga Endesa; el regreso de los aficionados será progresivo por comunidades, pero se espera que para los playoff todos los clubes puedan contar con un porcentaje de público en las gradas. Esta noticia es el paso previo a lograr la normalidad total, pero aún queda mucho por hacer. Entre otras cosas, habrá que conseguir que los pabellones se puedan llenar del todo, algo que todavía tardará, así como otras cuestiones económicas.
Pero la gran noticia de esta semana la han recibido con el cierre del ejercicio 2019/2020 con un resultado bastante optimista: una cifra de negocio de más de 30 millones de euros y un balance positivo en 43.000 euros. España ha conseguido que tanto el fútbol profesional como el baloncesto hayan solventado las temporadas más difíciles del siglo con sus economías en una situación no tan crítica como sí que están reflejando otras competiciones en el resto del continente.
A pesar de tener que pedir un préstamo a CaixaBank con valor de 1,5 millones de euros para afrontar la dura situación con más margen, el hecho de que no tuvieran deudas a largo plazo hace hincapié en la buena gestión que se está llevando a cabo en el baloncesto profesional español. Ahora han comprobado que las decisiones que se han tomado en los últimos meses han sido para remar hacia un buen puerto al que pronto llegarán.
El gran rescate
Aún así, la Covid-19 atacó con fiereza a los clubes, que valoraron en 12 millones de euros las pérdidas producidas por todo lo que ha traído consigo la pandemia. La mayoría de los clubes tuvieron que ponerse en una situación de ERTE, así como la propia organización de la ACB. Aún así no se pudo evitar que los aficionados no pudieran aportar a partir de sus abonos y sus entradas, así como la reducción de partidos también supuso un fondo perdido.
La suspensión de las competiciones, a pesar de su reanudación, y el hecho de que los aficionados hayan estado todo este tiempo lejos de las gradas ha supuesto la pérdida del 23% de los ingresos totales de las entidades. Antonio Martín, presidente de ACB, en el mes de marzo, no quiso hablar de "rescate", la palabra que se ha utilizado en el título de este artículo y que a él le "suena mal", pero confirmó que "se está trabajando sobre establecer un plan de ayudas y se ha hablado de una ayuda económica".
Ahora será a través del aumento de fondos que logró el CSD en los Pactos de Viana por donde llegará esta ayuda prometida por la entidad gubernamental para devolver a la normalidad a los equipos de la ACB. "De momento, nos escuchan, nos reciben, lo interiorizan y estudian si es posible conceder esa ayuda", explicaba Martín, que confía en que, después de los resultados que se han obtenido, el organismo gubernamental haga esta inversión.
Encajar el golpe
La ACB encajó mejor el golpe que le dio la Covid-19 gracias a que no dependen tanto de la venta de entradas y abonos, cuestión que sí sucedía en el mundo del fútbol y LaLiga. Aún así, Martín prometió hacer todo lo posible para que los equipos recuperen lo perdido: "Nuestra obligación es proporcionarles las ayudas: buscaremos todas las ayudas posibles tanto a nivel privado como público, sin ponernos rojos, para aliviar las tensiones de tesorería, y a nivel público".
La subida de ingresos que ha vivido en el último año la Liga Endesa se debe a tres pilares: aumento de la recaudación por derechos audiovisuales, la venta de los 'naming rights' y la organización de eventos. A través de los acuerdos para la retransmisión de los encuentros se obtuvieron 11,6 millones, el acuerdo con la empresa de energía para poner su nombre a la competición dota de 5 millones de euros a las arcas de ACB y, fuera de esta explotación del nombre, el resto de ventas por patrocinios han contribuido con 7,4 millones.
Además, de cara al futuro la ACB tiene asegurados sus derechos televisivos en España hasta 2023 de ese matrimonio que ha establecido con Movistar y que tan buenos resultados está dando.
Los buenos resultados económicos se ven acompañados de la influencia que están teniendo los jugadores desarrollados en esta liga en la NBA. Con Luka Doncic y Giannis Antetokounmpo a la cabeza y el desembarco de los argentinos Facundo Campazzo, Gabriel Deck y Luca Vildoza esta temporada, la Liga Endesa se ve representada en la mejor liga de baloncesto del mundo.
[Más información: Vuelve el público a la Liga Endesa: 1.500 espectadores desde esta semana]