El destino, o simplemente el esfuerzo, ha querido que Pau Gasol tenga una despedida a su nivel. El interior español, histórico del baloncesto nacional, europeo y hasta internacional, liderará a una Selección que quiere firmar otro hito en su larga trayectoria. No es otro que el de ganar un oro en la edición más extraña de los últimos tiempos en los Juegos y que estará marcada por la Covid-19. Gasol lo hará después de haber vivido dos años muy complicados donde la retirada llegó a estar encima de la mesa.
Pau, que en 2019 se apartó de las pistas hasta 2021, puede hablar perfectamente de resurrección en términos deportivos. El catalán regresó en febrero a las canchas y lo hizo con una operación inesperada por la mayoría. Frente a los rumores de otras ocasiones, donde además Gasol había negado cualquier posible negociación con el Barcelona, el interior llegaba a un acuerdo con la entidad culé.
Un pacto donde lo importante no era ni el dinero ni su rol en el equipo, sino simplemente la readaptación a la competición de alto nivel y la mejora física de un histórico como Pau Gasol. De hecho, el salario que se fijó con Pau era el mínimo para un veterano de su edad. Su buena relación con Juan Carlos Navarro y sus lazos con Sarunas Jasikevicius le facilitaron el camino, pero también su propia labor.
Y es que, pese a que su incorporación en el parqué dejara buenas sensaciones tanto en la Liga Endesa (con una media de 10 puntos y 15 de valoración) como en Euroliga (rondando los cinco créditos por encuentro), las expectativas eran algo complicadas. Pau había jugado su último encuentro en 2019, cuando abandonó un encuentro de los Bucks por las molestias que le lastrarían dos años más.
Se inició un proceso de rumores y cábalas sobre su futuro. Pau intentaba recuperarse y el confinamiento por la Covid-19 le dificultaba el tratamiento. La parte positiva, al menos, es que la cancelación de los Juegos le dejaba la puerta abierta a regresar con la Selección en 2021. Él mismo, antes de terminar 2020, se fijó como objetivo tener clara su situación: si en noviembre no había buenas sensaciones, retirarse cobraría fuerza.
La suerte, y la constancia, estuvieron de su lado. Meses después se sumó al Barcelona y recuperó una de sus mejores caras. Habló con la Federación y Scariolo le llamó. Ahora, Pau lidera -en una de sus últimas veces- a una Selección con ansia de ganar el trono en Tokio.
España, candidata
La lista de 12 nombres dada por Scariolo da para confiar en una pelea por el oro. España contará con jugadores NBA como Ricky o Marc Gasol, con jóvenes promesas como Usman Garuba y con veteranos como el propio Pau. Una lista de nombres que ha convencido y que solo ha sumado una derrota en la gira de preparación ante una Estados Unidos que no termina de meter miedo.
Los de Scariolo, además, tendrán que contar con máxima exigencia desde la fase de grupos. España se las verá con la Eslovenia de Luka Doncic, que venció a Lituania en el Preolímpico hace apenas unas semanas. Además, también tendrá que plantar cara a una Argentina con jugadores como Campazzo que quiere seguir consagrándose en el panorama internacional tras perder a su 'generación dorada'. Y, por último, jugará ante una Japón que cuenta con la motivación de ser anfitriona.
Pau Gasol no partirá como titular indiscutible, pero sí como ese líder necesario para salir en los momentos complicados y aportar ese extra de experiencia en los duelos más difíciles. Podría ser, además, su despedida con la Selección y el punto y final a una generación inolvidable para el baloncesto patrio.
Decisión tras los Juegos
El camino de Pau Gasol puede llegar a su fin tras la cita de Tokio. Sin embargo, entre el barcelonismo aún hay esperanza para poder verle con la camiseta blaugrana una temporada más. Especialmente teniendo en cuenta que en la campaña del retorno de Pau apenas pudo haber afición en la grada como consecuencia de las medidas sanitarias frente a la Covid-19.
Gasol fichó por el Barcelona por media temporada. Su objetivo era coger forma para llegar con ritmo de competición a los Juegos Olímpicos. Pero Pau, con muchos minutos a la espalda, dio un paso al frente y cumplió mucho más de lo esperado. Tanto que, al ganar la Liga Endesa al Real Madrid, Gasol dejó la puerta abierta a continuar jugando algún tiempo más. Lo que hasta ese momento parecía claro, y que no era otro escenario que el de retirarse a nivel de clubes, se dio la vuelta.
"Siempre puede ser el último partido, sobre todo cuando estás a estas alturas. Veremos ahora, toca descansar, toca plantearse el futuro. Pero muy contento de poder jugar a este nivel", aseguró a los pocos minutos de proclamarse campeón nacional. Tras los Juegos Olímpicos, Pau Gasol tendrá que hablar de nuevo.
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