Hansel Emmanuel, más cerca de cumplir su sueño: jugar en la NBA a pesar de tener un solo brazo
Este joven talento que acaba de llegar a la NCAA y sueña con jugar contra LeBron James perdió un brazo tras caerle un muro en un fatal accidente.
16 septiembre, 2021 23:34Noticias relacionadas
La historia de Hansel Emmanuel Donato no es la de un chico cualquiera. Es la de un joven talento del baloncesto que ha tenido que crecer entre la adversidad y los golpes de la vida, sabiendo rehacerse hasta convertirse en un fenómeno viral que sueña con cumplir todos sus sueños. El principal, llegar a la NBA y jugar contra LeBron James.
Porque este chico de tan solo 17 años ha conseguido escapar de la pobreza de República Dominicana para deslumbrar a todos en el país donde el baloncesto en una absoluta religión. Estados Unidos ya conoce las aventuras y las capacidades de Hansel, que ahora quiere seguir creciendo en este deporte a pesar de que solo tiene un brazo.
El muro de Hansel
El 9 de noviembre de 1989 la sociedad, y en especial Europa, celebraban por todo lo alto la caída del Muro de Berlín que suponía el final de la cortina de hierro, de la Guerra Fría y de la división de las dos Alemanias. Si el Viejo Continente tuvo su caída del muro, Hansel tuvo la suya propia. Las consecuencias también marcaron su vida, pero no positivamente, aunque ese revés de la vida lo ha empleado para rehacerse y superarse.
Hansel Emmanuel Donato siempre ha sido un gran amante del baloncesto, algo que le llegó por influencia de su padre, su verdadero referente tanto en el mundo del deporte como en la vida en general. El padre de Hansel fue jugador profesional en su país y una tarde, disputando un partidillo callejero con unos amigos, se llevó a Hansel para que le viera jugar.
El chico aprovechó para ponerse a jugar también con otros niños que había por allí. Todo iba bien hasta que decidió subirse a un muro, un muro que estaba en mal estado. Cuando había conseguido llegar a la cima, la endeble construcción se vino abajo y terminó aprisionando al chico, y especialmente su brazo. Aquel muro, compuesto por unos bloques de hormigón, se derrumbó hasta quedar uno de ellos encima de la extremidad del chico, que quedó sin poder moverse durante horas.
Una vez fue atendido por los médicos, Hansel supo que el estado de su brazo estaba muy deteriorado y que las lesiones habían sido de extrema gravedad, por lo que ni siquiera su pudo salvar la extremidad. Ahí comenzó una nueva y dura vida para él.
Unos inicios difíciles
Hansel adoraba el baloncesto desde pequeño. Era el deporte al que siempre había jugado después de haber visto durante tantos años a su padre, quien llegó a ser profesional y un jugador reputado en su país. Sin embargo, aquel accidente lo cambió todo para siempre y provocó que el chico terminara sumido en una especia de estado depresivo tras aquello. No quería hacer nada porque se sentía diferente a los demás.
Había pasado de ser un fanático del baloncesto a no querer ni oír botar un balón cerca de él. Además, debido a las lesiones tan fuertes que sufrió, tuvo que aprender a volver a hacer cosas tan cotidianas como botar un balón sin usar las dos manos o incluso a correr siendo capaz de mantener el equilibrio, ya que ahora tenía una herramienta física menos para poder llevar a cabo una función que era instintiva.
Pero su drama fue mucho más allá y es que se dio cuenta de que hasta para hacer cosas del día a día tenía enormes dificultades que le hacían sentirse inútil. No podía atarse los cordones de las zapatillas o abrir una botella para echarse un vaso de agua. A partir de ese momento comenzó un proceso de aprendizaje donde jugar al baloncesto era la meta.
Y con esa ambición inició su nuevo proyecto de vida, superando todos los fantasmas y sintiendo que era capaz de ir superando todos los retos que la vida le ponía por delante. El deporte nunca había salido de forma definitiva de su cabeza y pronto volvió a interesarse por el mundo de la canasta a pesar de que sus padres eran reticentes a este nuevo paso.
Aprendió a botar con una sola mano y a lanzar y comenzó así un legado que ahora quiere potenciar haciendo de nuevo del balón una prolongación de su organismo, tal y como los grandes aseguran que viven este deporte. Y el reto de Hansel es de los mayores que haya conocido el baloncesto, ya que quiere hacer todos sus sueños realidad.
Un fenómeno viral
La vida de Hansel Emmanuel Donato dio un giro radical cuando se adentró de lleno en el mundo del baloncesto de nuevo. Gracias a su constancia consiguió mejorar de nuevo su técnica individual y seguir sacando a relucir su talento para marcar diferencias en su país a pesar de tener solo un brazo.
También recuperó autoestima y comenzó a grabar vídeos de sus actuaciones y de sus hazañas, los cuales fueron circulando por las redes sociales hasta convertirle en un fenómeno viral para el mundo del baloncesto gracias a su historia de superación y a la espectacularidad de sus acciones a pesar de tener una limitación tan grande para un deporte así.
Sin embargo, Hansel consiguió superar la etiqueta de convertirse en un personaje que arrasaba en las redes sociales para empezar a ser apreciado por su talento y por su calidad como jugador, lo que le sirvió para ganarse una oportunidad cerca de élite. Era el comienzo para forjar una gran carrera.
Emmanuel abandonó uno de los barrios más pobres de Santo Domingo, donde se crio, para aceptar una oferta llegada desde la Life Christian Academy, en Florida. Allí fue reclutado por una persona que había apostado fuerte por su talento, el que sería su entrenador en este nuevo proyecto, Moises Michell.
El pasado curso, cuando solo tenía 16 años y ya había alcanzado el 1,93 de altura, consiguió proclamarse campeón del Central Florida Christian Academy State Championship donde llegó a dejar unos registros de 26 puntos, 11 asistencias y rebotes. Todos alucinaban con su nivel y con el rendimiento que era capaz de ofrecer este talento salido de las calles más humildes de Santo Domingo y que puedo encontrar su final en el derrumbamiento de aquel muro.
El sueño de la NBA
Aquella primera oportunidad en Estados Unidos ha terminado marcando un antes y un después para él. Se marchó lejos de su casa, a otro país, lejos de su familia, y se está haciendo una persona de provecho a golpe de récords y grandes actuaciones. Tras su exitoso paso por la Life Christian Academy, recibió una oferta irrechazable para comenzar una beca en Universidad de Tennessee State.
Sus memorables actuaciones, las cuales siguieron haciéndose virales, han seguido dando forma a un fenómeno que no ha pasado ya desapercibido para casi ninguno de los fans del baloncesto mundial que lo consumen a través de redes sociales. Los vídeos de sus jugadas cuentan con cientos de millones de reproducciones.
Ahora, el viaje de Hansel se pone serio ya que llega a la División 1 de la NCAA, el que será un primer gran paso para probar si definitivamente puede cumplir su reto de llegar a la NBA. Ese siempre ha sido su objetivo, tanto con dos brazos como con uno, y por ello quiere mirar hacia delante con la esperanza de poder medirse algún día a jugadores de la talla de LeBron James o Kevin Durant. De momento, ya ha recibido el reconocimiento de uno de los mejores de la historia como Shaquille O'Neal, quien asegura que se trata de un jugador y de una persona diferente.
Sin embargo, paralelamente a su carrera y su estallido como fenómeno social, ha surgido el complicado debate de si los éxitos que consigue y los grandes pasos que está dando Hansel se deben realmente a su talento, o si tiene algo que ver su discapacidad, la cual podría haberle sumido en una especia de halo de corrección política donde sus méritos puramente deportivos y sus capacidades se eleven solo por la condición de tener un solo brazo. En cualquier caso, su talento está ahí, a la vista de todos, y su sueño de jugar en la mejor liga del mundo sigue vivo.
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