Shaquille O'Neal hace mucho tiempo que dejó de ser noticia por su relación con el baloncesto. La excéntrica leyenda de la NBA que pasó por equipos como Los Ángeles Lakers, Boston Celtics, Orlando Magic o Miami Heat tuvo un gran éxito dentro de la pista y ahora también lo tiene fuera de ella, convertido en toda una celebridad.
Hace sus pinitos como DJ en festivales y eventos y, sobre todo, se dedica a pasárselo bien como comentarista de baloncesto en televisión. Sin embargo, pasará a la historia como uno de los mejores jugadores interiores de todos los tiempos y por haber sido una auténtica estrella de la NBA.
Gracias a su estatus y a sus enormes contratos, consiguió hacer una enorme fortuna de la que ahora goza. Muchos podrían pensar que su vida está resulta, y estarán en lo cierto. Sin embargo, lo que llama la atención es que no lo está la de sus hijos y es que 'Shaq' explica la gestión que hace de su fortuna y que le tiene enfrentado a su descendencia.
O'Neal les ha transmitido en multitud de ocasiones que no les va a regalar nada a pesar de que él tenga mucho dinero y que deberán buscarse una vida y un futuro si no quieren pasarlo mal. Así lo ha transmitido en una empresa con The New York Post.
La reflexión de 'Shaq'
"Mis hijos ya son mayores. Están un poco molestos conmigo, bueno, no realmente molestos, pero no me entienden. Les digo todo el tiempo: 'No somos ricos, soy rico'. Tenéis que tener una licenciatura y luego, si queréis que invierta en una de vuestras empresas, debéis presentármela. No os voy a dar nada".
Así de duro se muestra Shaquille en su faceta de padre, ya que asegura que no tiene ninguna intención de regalarles nada a sus hijos que no se merezcan y que casi les trata como un extraño para que aprendan la importancia que tiene la vida y ser capaz de conseguir los objetivos por uno mismo.
A su vez, 'Shaq' asegura que lo más importante es que tengan una buena educación, que estudien y que puedan aspirar a tener una vida digna, sea jugando al baloncesto o sea haciendo lo que más les guste. De hecho, él espera que alguno de sus seis retoños quiera dedicarse a los negocios e incluso pueda hacerse cargo de los suyos propios, pero siempre y cuando lo merezcan y demuestren tener aptitudes.
"Hay una regla: educación. No me importa si juegan al baloncesto. No me importa nada de eso. Tengo seis hijos. Me gustaría que uno fuese médico, dueño de un fondo de cobertura, farmacéutico, abogado, dueño de varios negocios, alguien que se hiciese cargo de mis negocios. Pero les digo que no se lo voy a dar. Tienen que ganárselo".
Por último, el exjugador ha hablado de lo poco que le gusta su faceta de celebrity con la que tiene que convivir: "No quiero estar en esa categoría. Están locas. Estas personas están locas por la forma en la que tratan a los demás, lo que hacen, lo que dicen... nunca he sido así. No quiero que me miren así. Soy una persona normal que escuchó, persiguió sus sueños y los cumplió. Vengo de la nada, y sólo porque lo haya logrado no significa que sea mejor que tú, más inteligente que tú o, porque tenga más dinero, signifique que sea mejor que tú. Nunca he sido así y nunca lo seré".
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