Malas noticias para Los Ángeles Lakers. Anthony Davis ha sufrido una grave lesión de tobillo en el último partido de la franquicia angelina. Los de Frank Vogel vencieron a los Utah Jazz por 106-101 en una victoria que puede ser clave para las aspiraciones del equipo, pero que ha dejado ese problema para el vestuario con la lesión de una de sus estrellas. Los 33 puntos de LeBron James pasan a un segundo plano tras la desgracia de su compañero y amigo. 

Anthony Davis tuvo que retirarse a los vestuario cuando solo se habían disputdo tres minutos del tercer cuarto. Tras el paso por vestuarios, los Lakers salieron convencidos de sus opciones de triunfo, pero con la lesión del ala pívot del equipo angelino todo pasó a un segundo plano. 

El jugador saltó para capturar un rebote ante la presencia de otra gran torre como Rudy Gobert. 'La Ceja' hizo suyo el balón con un poderoso impulso y se equilibró con sus codos para poder retomar el juego. Sin embargo, la mala suerte quiso cebarse con él ya que al caer, pisó al jugador de los Jazz torciéndose de manera agresiva su tobillo. 

Todo el peso de su robusto cuerpo cayó sobre ese tobillo torsionado que dijo basta. Nada producirse la luxación, Davis se fue al suelo entre ostensibles gestos de dolor que hicieron saltar todas las alarmas en Los Ángeles Lakers. Se temían lo peor después de un año en el que Davis está siendo muy castigado por las lesiones y en el que apenas ha podido tener continuidad y ritmo de competición. 

Grave problema para Lakers

Davis se retorcía en el suelo de dolor mientras los servicios médicos de la franquicia californiana intentaban ayudarle. La lesión parecía de extrema gravedad y rápidamente saltó una camilla a la pista por si era necesario retirar al jugador, que no podía incorporarse. Estaba claro que no podía seguir en el partido. Sin embargo, se terminó marchando ayudado por varios compañeros. 

Ayudado por DeAndre Jordan y Dwight Howard, Davis se marchó rumbo a los vestuarios mientras que el Staples Center había quedado totalmente enmudecido por la preocupación que suscitaba el estado de su estrella. A pesar de que todos temían lo peor y de que era muy probable que hubiera una fractura, el tobillo de 'la Ceja' aguantó el fuerte impacto y la torsión. Todo ha quedado en un susto, aunque de importancia. 

Las primeras pruebas estimaron que no había rotura ósea, pero resta por saber qué grado de afectación tienen los ligamentos del jugador. Podría tratarse de un grave esguince de tobillo que tendría al jugador fuera de las canchas cerca de un mes. En caso de que el grado de lesión sea muy alto, esta ausencia podría prolongarse hasta las 6 u 8 semanas o incluso a lo que resta de temporada regular.

A pesar de que tendrá que pasar nuevas pruebas médicas, se descarta de manera oficial que haya una fractura. No obstante, una baja tan prolongada deja de nuevo un importante agujero en el ecosistema de unos Lakers que cada vez tienen más complicado conseguir puestos de playoffs. 

De momento, la franquicia que lidera LeBron James se sitúa novena de la Conferencia Oeste, en plazas que darían acceso al play-in, y a dos victorias del equipo que tienen por encima, los Clippers. El balance negativo de 27-31 les garantiza un futuro y unos próximos meses muy complicados. 

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