Back-to-back. Nikola Jokic consigue su segundo título de MVP de la temporada regular de la NBA. El jugador serbio repite galardón tras ser votado como el jugador más valioso por segundo año consecutivo. El pívot europeo de 27 años promedió 27,1 puntos, 13,8 rebotes y 7,9 asistencias en 74 partidos con los Denver Nuggets. Se lo birla a Joel Embiid, que parecía el gran favorito tras promediar 30,6 puntos, 11,7 rebotes y 4,2 asistencias en 68 encuentros.
Después de que Giannis Antetokounmpo ganase en 2018 y 2019, Jokic amplía la racha de europeos ganando el galardón de la NBA en los últimos cuatro años. Supera a Dirk Nowitzki, que ganó una vez el premio en 2007, y es el tercer extranjero con dos MVP tras el griego y Steve Nash, que lo consiguió en 2005 y 2006. Esto también supone el segundo galardón de este tipo que consigue la franquicia de los Denver Nuggets, ya que nunca antes había conseguido un profesional de su entidad el trofeo.
Jokic sacó el máximo provecho a unos Nuggets en los que se encontró prácticamente solo por las lesiones de Michael Porter Jr. y Jamal Murray. Nikola tuvo la mejor continuidad, los mejores números, el mayor equilibrio y diversidad en todos los parámetros estadísticos, aunque se viera superado en la media de puntos por Embiid. El hecho de que el camerunés, ahora francés, también haya llegado más lejos en los playoffs le colocaba como favorito, pero eso no se mide en este premio.
Por encima de todo también se valora que Jokic incluso creó su propio club, convirtiéndose en el primer jugador en la historia de la NBA con 2.000 puntos, 1.000 rebotes y 500 asistencias en una temporada. Nikola es el jugador número 14 en la historia de la NBA en ganar el MVP varias veces. El serbio vuelve a hacer historia y a poner en valor su lección de vida por el trabajo que tuvo que hacer para convertirse en una estrella del baloncesto.
A pesar de su gran altura, 2,13 metros, el pívot de los Denver Nuggets destaca por un talento insólito para realizar acciones que parecen solo al alcance de los mejores bases. Jokic ha recibido críticas a lo largo de su carrera, ya que existen muchas corrientes que lo han considerado pasado de peso. Solo su enorme rendimiento en la pista y su capacidad para anotar, rebotear e incluso asistir ha evitado que estos ataques fueran mucho más directos.
Un rara avis
Jokic fue un niño con sobrepeso y nunca ha sido muy aficionado a las pesas. "Cuando empecé a jugar era gordo y pequeñito", desveló. Sus limitaciones físicas le ayudaron a desarrollar una extraordinaria visión de juego. Querido por sus compañeros por su carácter bromista e irónico, afirma que "cuando me draftearon estaba durmiendo. Mi hermano me llamó con champagne y le dije: venga hombre que estoy durmiendo. Y me fui a la cama". Así es el nuevo MVP de la NBA.
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