Los Golden State Warriors se anotan el primer tanto contra Dallas Mavericks en las Finales de la Conferencia Oeste de la NBA. Victoria de la franquicia de San Francisco (112-87), liderada por Stephen Curry y un Andrew Wiggins también protagonista por otra razón: su zarpazo a Luka Doncic.
El mejor de los Mavs fue Doncic, sin llegar a los grandes números que viene promediando durante la postemporada. El esloveno sufrió una dura defensa de los Warriors que le llevó al límite y le dejó marca. Un arañazo involuntario de Wiggins le dejó una herida que cruzaba su rostro y era bastante llamativa.
Aún así, Doncic se lo tomó a broma tras el partido: "Estoy bien, parezco un tipo duro", decía sobre el zarpazo en su cara.
El jugador esloveno sufrió por la defensa de los Warriors y acabó el partido con 20 puntos, anotando solo dos de ellos en la segunda mitad del partido perdido por 25 puntos por 'sus' Mavericks contra los Warriors.
Molestias en el hombro
En el encuentro, Doncic también notó un dolor en el hombro derecho, pero aseguró que solo necesitará unas pequeñas "terapias" para estar al cien por cien en vista del segundo partido, fijado el próximo viernes.
"Hicieron un buen trabajo, pero creo que tengo que ser mejor. Tengo que mejorar, es mi culpa", aseguró al comentar la agresiva defensa de los Warriors.
Destacó además el nivel del equipo de Steve Kerr, al que ve capacitado "para ganar el título", pero destacó su total confianza en las opciones de los Mavs de dar la vuelta a la serie.
"Esto es solo un partido, si pierdes por un punto o por cuarenta, igualmente es una derrota. Tenemos que estar preparados para el próximo partido", dijo.
[Más información: Luka Doncic frente a Stephen Curry: las claves de un duelo generacional por el sueño del anillo]