La situación de Brittney Griner en Rusia sigue sin variar. La jugadora de la WNBA sigue retenida en Moscú mientras este viernes se vivió una nueva jornada de su juicio en el que trata de defenderse de la acusación de posesión de drogas con la que se enfrenta a una pena de 10 años de prisión. La única solución viable es un intercambio de presos entre Estados Unidos y el país que mantiene la tensión mundial tras su invasión a Ucrania. Se niegan a hacerlo hasta que se dicte sentencia.
La jugadora de las Phoenix Mercury y el UMMC Ekaterinburgo fue arrestada en el aeropuerto de Sheremetyevo tras detectar cannabis en su maleta. El juicio comenzó el pasado 1 de julio, cuando conoció que, como mínimo, su detención se iba a prolongar seis meses más. Desde entonces, las muestras de apoyo y presión para lograr su liberación se han proliferado. Ella misma envió una carta al presidente de EEUU, Joe Biden. LeBron James también se ha volcado con su caso.
Los periodistas sí pudieron entrar a la cuarta sesión de este juicio que ha quedado aplazado hasta el 26 de julio después de que su defensa haya demostrado que su consumo de marihuana está justificado por prescripción médica. Griner ingresó al tribunal con una camiseta de Nirvana y fue colocada en la jaula de los acusados. Tras declararse culpable de llevar esos cartuchos de vapeador con cannabis, también quiso poner en valor la notoriedad que tiene su juicio mostrando una foto de sus compañeras de la WNBA con su número 42 en la camiseta durante el All-Star.
Los abogados de Griner demostraron al tribunal ruso que los médicos en Estados Unidos le habían recetado cannabis medicinal hace dos años. Maria Blagovolina leyó un certificado que indica que la jugadora debía tomar marihuana como parte de su tratamiento para el dolor crónico y otras dolencias. En el primer día del juicio, Brittney explicó a la corte que accidentalmente empacó los dos cartuchos de vapeador y que no tenía la intención de violar la ley rusa.
Además de esta justificación médica, la defensa presentó resultados de las pruebas antidopaje, que indicaban que no se encontraron rastros de sustancias prohibidas. Además, Blagovolina explicó a los medios que explicarán con más detalle al tribunal esos problemas médicos por los que se le recetó el cannabis medicinal. De esta forma, están intentando demostrar que la detención de Griner es injusta e "intolerable", como explicó la Casa Blanca.
El juicio de Griner está mediatizado por la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha provocado una crisis diplomática entre el país de Vladimir Putin y el de Joe Biden. La jugadora de la WNBA ha sido considerada una prisionera política. El jueves, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova , instó a las autoridades estadounidenses a "no explotar este asunto delicado que afecta el destino de ciertas personas".
Todo el mundo apunta a que se puede producir un intercambio entre Estados Unidos y Rusia que incluya a Griner y al traficante de armas Viktor Bout. También se pone el foco sobre Paul Whelan, un veterano de la Marina y consultor de seguridad que cumple una sentencia de 16 años después de haber sido declarado culpable de espionaje en Moscú. Se desconoce la fecha de su sentencia, pero han dejado claro que no habrá negociaciones hasta que se conozca.