Cinco anillos, dos veces all-star y 14 temporadas en la NBA. Dennis Rodman (Nueva Jersey, EEUU; 1961) se ganó por derecho propio ser considerado una leyenda del baloncesto. Se le conoció como 'El Gusano' y fue uno de los mejores rebotadores de la historia, pero allá por donde pasó le siguió la polémica.
Actualmente, Rodman es un sesentañero que no ha perdido esa dosis controvertida y ha trascendido, incluso, hasta en la política. El motivo no es otro que las polémicas relaciones que ha hecho a lo largo de su vida, pudiéndose considerar el único estadounidense "amigo" de Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, y Vladimir Putin, su homólogo en Rusia.
En los últimos años, Rodman se ha convertido en una especie de diplomático para EEUU. Solo él es capaz de 'irse de copas' con el líder supremo de la República Popular Democrática de Corea o hacer una visita exprés al actual mayor enemigo de Joe Biden. Es lo que el exescudero de Michael Jordan pretende hacer esta semana: viajar a Rusia para verse con Putin y convencerle de la liberación de Brittney Griner, estrella de la WNBA detenida por posesión de cannabis.
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Rodman no se considera un embajador de su país sino del baloncesto. Bajo ese contexto quiere ir a Moscú, como anunció a NBC News: "Obtuve permiso para ir a Rusia para ayudar a esa chica. Estoy tratando de ir esta semana". Su declaración causó revuelo, más aún al conocerse que no contaba con la aprobación de la Casa Blanca.
De hecho, un funcionario del gobierno estadounidense declaró inmediatamente después que su viaje puede complicar las negociaciones para liberar a la pívot: "Es información pública que la administración ha hecho una oferta significativa a los rusos y cualquier otra cosa que no sea negociar más a través del canal establecido probablemente complique y obstaculice los esfuerzos de liberación", aseguró.
Lo cierto es que nadie en EEUU puede privar a Rodman de realizar ese viaje. El país americano recomienda a sus ciudadanos no viajar a Rusia por varias razones, véase la invasión de Ucrania o una detención "injusta" a lo Griner. Pero no va más allá de eso, sin la obligación de obtener allí una autorización.
Si Rodman dice que tiene permiso para ir a Rusia significa que desde Moscú sí han dado luz verde a su viaje. Mediante un visado, el ex de los Pistons o los Bulls podrá estar en tierras de Putin pronto.
Putin, "un tipo genial"
No sería la primera vez de Rodman en Rusia, ni siquiera su primer cara a cara con Putin. En 2014 viajó al país del este de Europa, a propuesta del propio presidente. Aquella visita no tuvo carácter político, ya que acudió hasta allí para 'presentar' su deporte a los rusos: "Fui allí para representar a Estados Unidos en lo que respecta al baloncesto".
De aquel viaje volvió con una imagen positiva de Putin, del que dijo que era "un tipo genial". Que Rodman haya asegurado que conoce "bien" al líder ruso llegó a levantar el rumor de que la CIA quería que se hiciera amigo de él para 'infiltrarse' y enfriar las tensiones. Eso fue poco antes del estallido de la invasión en Ucrania y el 'caso Griner'.
Pero que a Rodman le vean así hasta los centros de inteligencia tiene un porqué: su relación estrecha con Kim Jong-un. Esta comenzó igual que la 'primera vez' con Putin, con un viaje en 2013 como embajador del baloncesto. Cuatro años más tarde, en 2017, volvió a visitar Corea del Norte.
Pudo no haber ido nunca, ya que sí le llegó esa 'oferta' fue porque antes la declinó Jordan. Rodman fue recibido a lo grande: una alfombra roja, una recepción ante 80 personas... Luego fue a un pabellón y alucinó cuando 22.000 norcoreanos se pusieron en pie a la vez para aplaudir a una persona que él no reconocía. Era Kim Jong-un.
De fiesta con Kim Jong-un
Rodman ha contado en alguna ocasión lo que pasó cuando conoció al líder supremo, quien estaba emocionado por su presencia. Cenaron y se divirtieron con alcohol de por medio: "Lo siguiente que recuerdo es que estamos cenando y estamos borrachos como una mierda, él comienza a cantar karaoke y no tengo idea de qué demonios está diciendo", relató hace un par de años en el podcast del boxeador Mike Tyson.
Pero su visita acabó teniendo otro fin y es que, gracias a su afinidad con Kim Jong-un, pudo ayudar en la liberación de un misionero estadounidense. Kenneth Bae había sido condenado en 2013 a 15 años de prisión en Corea del Norte, pero fue puesto en libertad un año más tarde. Rodman, que envió una carta a su 'amigo' pidiendo clemencia para Bae, está convencido de que participó en la liberación de su compatriota.
La historia se repite y ahora Rodman ha hecho público que quiere formar parte de las negociaciones para liberar a Griner. La estrella del baloncesto femenino fue detenida en Rusia en febrero cuando las autoridades del aeropuerto encontraron en su equipaje cartuchos de un vaporizador que contenían hachís. Desde entonces ha estado retenida allí, negándole poder regresar a su país.
Actualmente, Griner ha sido condenada a nueve años de prisión. En EEUU intentan por todos los medios su extradición junto a la de Paul Whelan, estadounidense castigado hace dos años por espionaje. Ofrecen un intercambio de prisioneros por el traficante de armas ruso Viktor Bout. Sin respuesta desde Rusia, Rodman se prepara para hacer de las suyas.