El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre gana Alemania. Eso dice el dicho que acompaña entre bambalinas a los grandes campeonatos mundiales y continentales del balompié. Sin embargo, la selección que dirige el canadiense con nacionalidad finlandesa Gordon Herbert está demostrando en el presente Eurobasket que no se les da nada mal eso de jugar con las manos.
En los últimos años, cuando se hablaba de Alemania en referencia al deporte de la canasta, se hacía para ponerse en pie y aplaudir a un mito como Dirk Nowitzki, estrella del baloncesto europeo y, sobre todo, de los Dallas Mavericks de la NBA. El ala-pívot de Wuzburgo era a la seleción teutona lo que a España Pau Gasol. Sin embargo, él siempre estuvo mucho más solo en su equipo que el ganador de dos anillos con Los Ángeles Lakers.
Ahora, Alemania ha dejado de ser un equipo que juega en torno a un jugador y lo hace basándose en la fuerza del colectivo. Gracias a esa seña de identidad ha conseguido convertirse en un conjunto férreo, impenetrable y que goza de un baloncesto ofensivo que está haciendo las delicias de todos los aficionados. Así consiguieron cargarse contra todo pronóstico a la Grecia de Giannis Antetokounmpo y ahora serán rival de la España de Sergio Scariolo y Rudy Fernández en las semifinales del torneo continental.
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En juego está una plaza en la final y una oportunidad para luchar por el ansiado oro. Alemania ha aprendido de los errores del pasado y, aunque sigue teniendo estrellas de talla mundial como Dennis Schröder o Johannes Voigtmann, es mucho más que eso. Gordon Herbert ha conseguido formar un bloque que funciona en la pista como una sola pieza, que se nutre de ser una gran amenaza en el tiro exterior y que llega con la moral por las nubes después de haber superado todas sus expectativas al meterse en la lucha por los metales.
Los líderes del batallón
La selección alemana goza de una de las mejores generaciones de su historia. Pasada la citada fiebre del genio Dirk Nowitzki, se han convertido en un equipo armónico y coral que consigue hacer funcionar todos sus eslavones como una máquina perfecta, sin fallo. Llama la atención la poca diferencia de edad que hay entre todos sus jugadores. El más mayor, el jugador del Hamburg Towers Jonas Wohlfarth-Botterman, tiene 32 años. Los más jóvenes, a excepción de las promesas Justus Hollatz y Franz Wagner que tienen 21, son Nick Weiler-Babb y Andreas Obst, ambos procedentes del Bayern de Múnich, con 26.
Un roster con una media de edad de 27 años que roza los dos metros de altura en el que no hay grandes veteranos y en el que todos juegan al mismo son. No obstante, como en todo equipo, siempre hay líderes. Aquí, las voces de la experiencia y del talento las ponen Dennis Schröder y Johannes Voigtmann.
El base alemán es, desde hace ya varios años, el líder espiritual y práctico de este equipo. De sobra conocido por la mayoría del gran público, está teniendo en este Eurobasket una redención particular. Sigue sin equipo en la NBA y confía en que su buen desempeño en el campeonato continental le sirva para encontrar una buena oferta con la que relanzar su carrera deportiva.
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A sus 29 años, no quiere perder el tren de la mejor liga del mundo y después de haber militado en equipos como los Atlanta Hawks, los Oklahoma City Thunder, Los Ángeles Lakers y los Boston Celtics y los Houston Rockets en la última temporada, no pierde la esperanza de volver a encontrar hueco en un vestuario que le ofrezca minutos y grandes aspiraciones. Se trata de un jugador de enorme talento ofensivo, más concentrado en la producción individual que en el juego en equipo.
Sin embargo, está sabiendo adaptarse a las necesidades de su entorno para orquestar a la mejor Alemania que se recuerda. Suma medias por encima de los 20 puntos y las 7 asistencias y se presenta como la gran amenaza de España. Aunque a su lado tendrá al otro gran arma del equipo germano, el pívot Johannes Voigtmann.
Un jugador de sobra conocido en España tras su importante periplo de tres años en Baskonia. De ahí se marchó al CSKA de Moscú para convertirse en una de las estrellas del conjunto ruso y este verano ha fichado por el Olimpia Milano de Ettore Messina para acercar a los italianos a su reto de pelear por el título de la Euroliga. Es el líder del conjunto germano en el apartado reboteador con casi siete capturas por encuentro. Su trabajo sucio ante Grecia fue fundamental, ya que con él en pista, los alemanes tuvieron un marcador a favor de +15.
Los desconocidos de Herbert
A pesar de seguir contando con importantes estrellas, a las que se podrían añadir figuras como Franz Wagner o Maodo Lo, esta Alemania cuenta con una importante nómina de jugadores menos conocidos para el gran público que siguen haciendo temible e inquebrantable a un equipo que ya está entre los cuatro mejores de Europa.
En el puesto de base, junto al citado Dennis Schröder, destaca la presencia del propio Lo. El playmaker del Alba Berlín se formó en el baloncesto universitario, concretamente en Columbia. Sin embargo, no consiguió dar el salto a la NBA y ha terminado haciendo toda su carrera entre los mejores equipos de Alemania. Primero Brose Bamberg, después Bayern de Múnich y ahora en el equipo que recientemente entrenaba Aito García Reneses antes de marcharse al Girona de Marc Gasol. Está promediando más de 12 puntos y 3 asistencias por encuentro.
En la posición de 'uno' se encuentra también uno de los jóvenes talentos del equipo. Se trata del jugador del Club Baloncesto Breogán Justus Hollatz. Su participación está siendo testimonial. Se perdió los cuatro primeros encuentros de la fase de grupos por decisión técnica y solo pudo tener protagonismo ante la débil Hungría. No obstante, el joven base de 21 años es una opción interesante para Herbert si necesita circulación de balón y mayor capacidad para asistir.
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Siguiendo con esas posiciones a caballo entre el uno y el dos se encuentra otro de los líderes del equipo y gran artífice de la eliminación de Grecia. Se trata de Andreas Obst. El escolta del Bayern de Múnich es una de las grandes amenazas anotadoras de los germanos. Promedia más de 11 puntos por encuentro. Ya ha conseguido romper la barrera de la decena en cuatro partidos y ante la selección helena se fue hasta los 19.
Si por algo se caracteriza también Alemania es por ser un equipo que goza de una gran polivalencia, especialmente en su juego exterior. Por fuera aparece la figura de Niels Giffey, del Zalgiris lituano. El serio jugador alemán está promediando unos 17 minutos por encuentro y se ha destapado como uno de los ases a seguir por su sorprendente aportación ofensiva ya que promedia más de siete puntos por partido. Es uno de los más experimentados del equipo. Ha realizado toda su carrera en Alemania hasta que en 2021 decidió probar suerte en Kaunas.
Junto a él se encuentra Nick Weiler-Babb. El alero del Bayern de Múnich es un caso muy parecido al de Lorenzo Brown en España. Nacido en Arlington, Texas, pero nacionalizado alemán, consiguió su nuevo pasaporte justo antes del Eurobasket. Juega actualmente en el equipo muniqués y se formó en las universidades de Arkansas e Iowa. Probó suerte en los Miami Heat, pero solo en las ligas de verano, ya que no consiguió entrar en el draft del 2019. Desde ahí se marchó al MHP Riesen Ludwigsburg y ahora continúa haciendo carrera en su nuevo país.
Prosiguiendo con ese puesto de tres donde Alemania alterna los famosos small forward con jugadores más altos y potentes, se encuentra Christian Sengfelder, otra de las posibles apuestas de Herbert en ataque. A pesar de que su protagonismo se ha reducido solo a ese sencillo partido contra Hungría en la fase de grupos, el jugador del Brose Bamberg tiene una gran capacidad anotadora, pudiendo aparecer tanto por dentro como por fuera de la pintura. Ante el cuadro húngaro anotó cinco tiros desde dentro del perímetro y cuatro triples rozando el 65% de acierto en el lanzamiento.
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Entrando ya en los hombres altos del equipo alemán es donde empiezan a aparecer el resto de nombres importantes. El primero de ellos es Johannes Thiemann. Con sus 2,05 metros de altura es una auténtica pesadilla bajo las dos canastas. Acumula 8,6 puntos y 3,3 rebotes por partido, pero es casi infalible cuando se levanta desde la pintura. Su partido en el debut contra Francia, con 14 puntos y 6 rebotes, le hizo ganarse el respeto de todo el vestuario.
Acumula casi 22 minutos por partido y promete ser un hombre importante en los planes de Herbert contra España a la hora de endurecer el encuentro. Actualmente milita en el Alba Berlín. Se ha hecho un hueco importante en la capital alemana después de haber pasado por equipos como el Brose Bamberg o el MHP Riesen Ludwigsburg. A sus 28 años, es uno de los jugadores que mayor experiencia acumula en la selección.
Entrando ya en los jugadores que pueden ocupar posiciones de 'cuatro' y de 'cinco' se encuentra otro de los héroes del partido contra Grecia. Se trata de Daniel Theis. Es una de las estrellas NBA del equipo germano. Milita en los Indiana Pacers y acumula medias de 8,5 puntos y 6,7 rebotes en el torneo. Sin embargo, ante el cuadro heleno realizó uno de los mejores partidos de su carrera con 13 puntos y 16 rebotes en los casi 30 minutos que estuvo en cancha.
A sus 30 años, tiene una experiencia más que contrastada en la élite del baloncesto. Después de deslumbrar en Alemania, dio el salto a la NBA desde el Brose en el año 2017 para pasar hasta cuatro temporadas en los Boston Celtics. De ahí se fue a los Chicago Bulls y después a los Houston Rockets para terminar regresando a la franquicia del trébol. Este año ha fichado por el equipo de Indiana para seguir labrándose una carrera al otro lado del Atlántico.
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El brillante equipo alemán lo cierran un pívot y uno de los jugadores más prometedores del basket europeo y que ya ha dado el salto a la NBA a pesar de su juventud. En el puesto de pívot, pero sin mucho protagonismo, se encuentra Jonas Wohlfarth-Botterman, el jugador más veterano del equipo. Una gran ayuda bajo los aros que está jugando unos siete minutos por partido. Aunque ante Grecia aportó poco, puede ser un buen arma para intentar parar a jugadores como Willy Hernangómez, estrella de España.
Cierra el equipo otra de las grandes estrellas, Franz Wagner. Con sus 2,08 de altura, alterna las posiciones de alero y ala-pívot, pero destaca por su increíble talento. A pesar de sus 21 años promedia más de 25 minutos de juego y es, junto a Schröder, la gran referencia anotadora del conjunto alemán gracias a sus más de 16 puntos y 4 rebotes por partido. Ante Grecia anotó 19 y su récord en el campeonato está en los 32 que consiguió contra Lituania en un partido que jugó nada más y nada menos que 40 minutos.
Actualmente milita en los Orlando Magic y llegó a la NBA el año pasado, siendo elegido en la posición número 8 del draft. Para muchos es el gran talento germano surgido en las generaciones posteriores al eterno Dirk Nowitzki. Por ello, las comparaciones son más que evidentes. Brilló en Alba Berlín y en Lokomotive Bernau, equipo de la ProB con el que tiene un acuerdo de colaboración el club berlinés, antes de cruzar el charco y ahora continúa con la esperanza de hacer carrera en Estados Unidos.
Antes de formar parte de la mejor liga del mundo pasó por la universidad de Michigan donde rindió durante dos temporadas a gran nivel. Ya en la NBA, debutó el 20 de octubre de 2021 ante los San Antonio Spurs y su mejor partido lo realizó ante los Milwaukee Bucks anotando 38 puntos, siendo el primer rookie de la franquicia en alcanzar esta cifra desde Shaquille O'Neal en 1993. Ese mismo curso se ganó el derecho a formar parte del mejor quinteto de rookies de la NBA.
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Así es esta Alemania que se enfrentará a España en las semifinales del Eurobasket. Un equipo coral que ha promediado más de 93 puntos por partido y que goza de grandes porcentajes en el lanzamiento, rozando el 50% en tiros de campo y el 85% desde la línea de personal. Destaca por la vistosidad y eficiencia de su juego gracias a las más de 18 asistencias por encuentro que registra y también a su poderío en el rebote ofensivo, más de 10 capturas por tarde, a pesar de no contar con hombres excesivamente altos. Otro hueso duro de roer para los de Scariolo antes de llegar a la final.