Imagen escalofriante la protagonizada por Zaccheus Darko-Kelly, jugador del PAOK de Salónica, en la reciente jornada de la Champions de baloncesto. El escolta del equipo griego estaba intentando pelear por un rebote cuando sufrió un mal apoyo de su tobillo izquierdo y terminó provocándose una gravísima lesión.
El encuentro de la FIBA Champions League entre el conjunto malagueño y el combinado griego quedó eclipsado por la terrible lesión sufrida por Darko-Kelly. Cuando apenas llevaba 30 segundos sobre la pista, el escolta del PAOK tuvo una terrible torcedura que le provocó una horripilante fractura con luxación de tobillo que le obligará a estar fuera de las canchas durante una buena temporada.
Las imágenes del tobillo del jugador del PAOK completamente descolocado y los gritos de dolor dejaron helado el Martín Carpena, que enmudeció ante la tragedia. De hecho, algunos de los asistentes al pabellón de la ciudad andaluza que se encontraban cerca de la canasta donde se produjo la acción aseguraron que incluso se había oído el estallido de los huesos del jugador del PAOK. Un sonido que muchos no olvidarán.
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Una lucha por un rebote que parecía que iba a ser una acción más en su carrera deportiva, pero que ha cambiado por completo su trayectoria, ya que parece complicado que vuelva a jugar esta temporada. Y habrá que ver cómo regresa después de una acción tan delicada.
Nada más padecer la terrible torsión, los gritos de dolor alertaron a todos los presentes de que había sucedido algo grave de verdad. Los jugadores de Unicaja detuvieron la jugada de ataque antes de que los árbitros se dieran cuenta de la escalofriante lesión. Y sus propios compañeros casi no podían mirar a Zaccheus Darko-Kelly cuando vieron como su tobillo estaba mirando completamente en dirección opuesta a la dirección habitual de su pierna.
Una larga recuperación
Cuando consiguieron recomponerse de la impactante impresión, fueron a ayudarle y rápidamente le cubrieron la pierna con una toalla para evitar que pudiera verse el lamentable estado en el que había quedado. Incluso para que el propio Darko-Kelly no lo viera y no sufriera más por su futuro. Tuvo que esperar varios minutos hasta que los servicios sanitarios sacaron la camilla para poder estabilizar la fractura y así trasladarle al hospital.
Los cuerpos médicos de los dos equipos estuvieron atendiendo y ayudando al jugador e incluso Ibon Navarro, técnico de Unicaja, quiso acompañarle en un momento tan sumamente complicado. Todos se dieron cuenta de la gravedad a los pocos segundos de aquel salto que ha cambiado la vida de Zaccheus para siempre. Finalmente tuvo que salir de la pista en una camilla y fue trasladado a un hospital de Málaga para que le hicieran pruebas. Ahora tendrá que afrontar un largo proceso de recuperación hasta que pueda consumar su regreso a las canchas.