LeBron James es el jugador más icónico en activo de la NBA. El alero de Los Angeles Lakers continúa, a sus 38 años, a máximo nivel, demostrando que la edad es solo un número para él. Su actitud sigue siendo inquebrantable, pues su hambre por ganar sigue presente en cada partido, aunque no le acompañen los resultados con los angelinos.
En lo que se atisba como una de las carreras más largas de la liga estadounidense, porque no se ve todavía en el horizonte signos de retirada en él, aún sigue habiendo cosas que quiere hacer el segundo máximo anotador de la historia de la competición. La primera de ellas es compartir equipo con su hijo mayor, Bronny James.
Su vástago está rompiendo los moldes en el instituto y ya se postula como uno de los grandes picks en un futuro muy cercano. A sus 18 años, ya ha dejado grandes jugadas para el recuerdo y en apenas un par de temporadas podría declararse elegible para la NBA. Una apuesta casi segura, que de no quebrantarse, haría que padre e hijo compartiesen vestuarios o, al menos, cancha en la liga más importante del baloncesto.
[Victor Wembanyama, el 'alienígena' que llegará a la NBA para pulverizar a Jordan, Bryant y LeBron]
Por otro lado, LeBron James tiene todavía varias cuentas pendientes en su haber. El que es considerado como uno de los mejores jugadores de la historia todavía sigue pensando en ganar y ganar. Tras conquistar su último año con Los Angeles Lakers hace un par de temporadas, las cosas no marchan bien en el conjunto púrpura. Y él no está dispuesto a que continúe así, como aseguró en la entrevista a ESPN donde también habla de la espera a su hijo.
Por último, le queda el último gran reto de su carrera. Y, curiosamente, es el que está más cerca de todos, ya que está 459 puntos de la leyenda Kareem Abdul-Jabbar. Una cifra bastante asequible, que salvo sorpresa llegará esta temporada mucho más pronto que tarde si continúa con su actual ritmo anotador en la competición.
Jugar con su hijo
A través de unas declaraciones en ESPN, LeBron James no ha tardado en sacar a relucir su principal intención en lo que le queda de carrera en la NBA. El alero quiere compartir cancha a toda costa con Bronny, pues a sus 38 años esa posibilidad va desapareciendo poco a poco.
Aunque todavía faltan un par de temporadas para su hijo pueda dar el salto a la liga profesional, lo que queda claro es que LeBron esperará todo lo que haga falta. Y seguramente casi cualquier franquicia estaría abierta a la opción de reunir a ese fantástico dúo, en algo que apenas tiene precedentes.
"Necesito saltar a la pista con mi hijo, quiero estar en la pista con Bronny. O con el mismo equipo o en un partido contra él. No me refiero a que hagamos uno para uno en un partido, pero me encantaría hacer algo al estilo Ken Griffey Sr. y Junior. Sería ideal, sin duda", eran las contundentes palabras de LeBron James sobre el asunto.
"Ya sea con el mismo uniforme o un enfrentamiento contra él. No me refiero a defendernos entre sí durante todo el partido, porque él es un base y yo ahora estoy jugando con lo que sea que el equipo necesita de mí", espetó sobre esa posibilidad.
Toda una declaración de intenciones para repetir un icónico momento del deporte estadounidense. Mencionando a Ken Griffey Sr. y Junior, se refiere a Grandes Ligas (MLB) de béisbol que disputaron en 1990 ambos, el padre, a los 40 años, contra su hijo de 20 años.
Algo que quiere reeditar LeBron en un futuro próximo, sin embargo, le quedan como mínimo temporada y media hasta que eso suceda. Hasta la 2024/25, Bronny no se puede declarar elegible para el Draft de la NBA y, mientras tanto, su padre seguirá escribiendo páginas en la historia de la liga estadounidense de baloncesto.
Aunque eso sí, quiso mandar un mensaje a su vástago antes de que empezar a hacer especulaciones sobre los logros que pueda alcanzar cuando pise las canchas de la NBA, algo que parece más que seguro. "Ya le he dicho que tiene un camino muy largo por recorrer para cogerme", reflexionó LeBron.
Pese a ello, el alero no tiene la necesidad de compartir equipo con su hijo, aunque para él sería lo ideal. La posibilidad de que se enrole en alguna de las franquicias restantes que hay en la NBA le haría coincidir con él varias veces a lo largo de la temporada, algo que mantendría tranquilo al '23' de Los Angeles Lakers.
Superar a Abdul-Jabbar y ganar
LeBron James ya está dentro de los libros de historia de la NBA. Tiene el absoluto reconocimiento del gran público gracias a sus logros, sus victorias y su papel dentro de la competición. Un estatus del que solo las grandes leyendas pueden presumir y él, pese a no haberse retirado, no le hace falta hacerlo para estar en el Olimpo.
Sin embargo, con su vasta trayectoria LeBron sigue aglutinando récords y récords según disputa los partidos. Y entre ceja y ceja tiene el próximo: ser el máximo anotador de la historia de la NBA. El legendario Kareem Abdul-Jabbar se aúpa como líder absoluto en esa categoría, pero, sin duda, no le queda mucho tiempo ahí al creador del 'Sky-Hook'.
LeBron James sigue amasando punto tras punto cada noche se viste con la camiseta púrpura de Los Lakers. Actualmente, el alero se encuentra a tan solo 459 puntos de Abdul-Jabbar. Un escasa cantidad si se compara con la magnitud de los números que ambos acumulan: 37.928 suyos por los 38.387 de Jabbar.
"Cuando digo que no soy un anotador, lo digo en el sentido de que nunca ha sido la parte de mi juego que me define... Pero hay un argumento. Cuando miras cuánto tiempo lleva este récord y el gran Kareem, logrando algo así", especulaba LeBron en su entrevista para ESPN sobre batir esa plusmarca.
Sin embargo, el alero no tiene una felicidad absoluta. Las cosas no le están saliendo nada bien en los Lakers, ya que desde que ganase el anillo en 2020 no han sido capaces de levantar cabeza. Actualmente el equipo angelino cuenta con un récord negativo de 18-21, por lo que ni siquiera tienen la plaza asegurada para los playoffs.
[El fichaje del hijo de LeBron James por Nike y los otros 'niños de oro' del mundo del deporte]
"Quiero ganar. Perder no me sienta bien", aseguro James. "No me gusta tener logros, y no se siente bien, cuando se trata de un esfuerzo fallido... Así que ahora que estamos sentados aquí como franquicia y como equipo que está por debajo de .500, nosotros hemos jugado un buen baloncesto últimamente, pero queremos y quiero ganar al más alto nivel. Romper récords o establecer récords o pasar a los grandes en un esfuerzo perdedor nunca ha sido mi ADN", zanjó.
Una situación que disgusta a LeBron James, que sigue empeñado en ganar un anillo más en su carrera en la NBA. Tras ganar tres con Miami Heat y otro con los Lakers, busca ese repóker que culmine su carrera a los 38 años. Una condición que podría hacer que abandone su actual equipo para buscar nuevos retos fuera de la ciudad de Los Ángeles. Lo único que es cierto en él es que su ansia por ganar sigue intacta y es la meta que busca noche tras noche cada vez que salta a la pista.