Cualquier aficionado ya no al baloncesto, sino al deporte en general, recuerda con claridad los nombres de Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Pau Gasol o Raúl López. Ellos fueron tan sólo algunos de los jóvenes que, en 1999, conquistaron el título de campeones del mundo junior, el mismo que ahora, 24 años más tarde, España ha conseguido volver a levantar.
Los nombres, por supuesto, son diferentes, pero las sensaciones que se desprenden del equipo sub19 que domina el basket internacional en la actualidad recuerdan inevitablemente a las de hace más de dos décadas. La mayoría de aquellos jóvenes héroes de 1999 terminaron siendo piezas muy importantes en la selección absoluta, y desde luego que sus sucesores quieren seguir el mismo camino.
Ahora los Miller, Garuba, Almansa o Jordi Rodríguez están decididos a coger el testigo. Tienen desparpajo, descaro y parece que nada les asusta. Son ambiciosos y ya son campeones del mundo, así que se les presenta un futuro inmediato brillante y cargado de buenas energías.
No es fruto de la casualidad. El baloncesto mundial mira a España como un ejemplo de gestión y de trabajo en las categorías inferiores. La FEB puede estar orgullosa de ello y sueña con seguir recogiendo los frutos de esta generación de oro que, uno por uno, espera darle muchas alegrías al basket nacional.
Rafael Villar (base, 1,93 metros)
El faro del ataque español en este Mundial. Es uno de los jugadores más destacados y más prometedores que tiene España, así que el FC Barcelona, club al que pertenece, no lo dejará escapar fácilmente. Ha llegado a debutar en la Euroliga esta temporada ante el Zalgiris antes de marcharse cedido al Força Lleida.
Lucas Langarita (base, 1,95 metros)
Tiene un físico absolutamente envidiable que le convierte en un todoterreno. Nacido en enero del 2005, es uno de los jugadores más noveles de esta selección española sub19 que ha tenido un papel importante como revulsivo en varios partidos.
Sergio De Larrea (base, 1,97 metros)
Roza los dos metros este base del Valencia Basket, algo poco usual para su posición, pero eso le otorga también algunas ventajas con respecto a los rivales. Una pieza muy importante en el reparto de minutos a lo largo de todo el campeonato que anotó 23 puntos en el encuentro ante Líbano.
Jordi Rodríguez (alero, 1,99 metros)
19 años para el jugador del Joventut. Es una de las grandes estrellas de este equipo y ha dado varias clases magistrales ante los ojos de todo el mundo. Fue el máximo anotador español en la final ante Francia, así que está llamado a labrarse un nombre importante dentro del mundo profesional.
Álex Moreno (escolta, 1,93 metros)
Le ha costado tener minutos en este Mundial y entrar en la rotación de manera habitual, pero tiene un gran talento. Su mejor día también fue en la escandalosa victoria ante Líbano, donde pudo disfrutar de un mayor protagonismo y respondió con 18 puntos.
Sediq Garuba (alero, 1,93 metros)
Con su físico imponente está llamado a hacer grandes cosas en el baloncesto. Con la referencia de su hermano mayor Usman, ha sido recientemente drafteado en la liga de desarrollo de la NBA como el número 3, aunque seguirá una temporada más jugando en el Cartagena, club con el que renovó recientemente.
Izan Almansa (pívot, 2,07 metros)
No hay que perder de vista a este talento puro del baloncesto. Fue MVP en el Mundial sub17, también del Eurobasket sub18 y ahora ha recibido el reconocimiento a mejor jugador de este Mundial sub19. Firmó una actuación portentosa en la final para rematar una competición de ensueño, y jugará en la G-League la temporada que viene.
Luis García (ala-pívot, 2,04 metros)
No ha sido su torneo más brillante porque ha contado con pocos minutos, pero sigue su camino de formación. Su polivalencia juega a su favor y de hecho llegó a debutar con tan sólo 16 años en la Liga Endesa.
Baba Miller (alero, 2,08 metros)
Si nada se tuerce, sus cualidades y el camino recorrido hasta ahora auguran una carrera profesional muy exitosa para Miller. Es un portento físico, con unas cualidades versátiles que le hacen ser un incordio constante para las defensas. De hecho, se espera que pueda estar en la NBA en 2024. 11 puntos y 5 rebotes en la final para ayudar a España a levantar el título.
David Gómez (ala-pívot, 2,07 metros)
Cada vez que le dieron la alternativa cumplió. Es cierto que tan sólo pudo jugar un minuto y medio en la final, pero su actuación es más que suficiente en el resto del torneo. Otro jugador polivalente con mucho por descubrir y pulir.
Victory Onuetu (pívot, 2,10 metros)
Ha podido entrar muy poco en la rotación a lo largo de este Mundial, pero eso no quiere decir que Onuetu tenga un nivel inferior. Su estatura le permite machacar con facilidad y ser una referencia debajo del aro, así que tiene mucho por explotar todavía.
Isaac Nogués (escolta, 1,96 metros)
Fue adquiriendo más protagonismo si cabe según fue avanzando el torneo y en la final se convirtió en un hombre clave con sus más de 30 minutos en pista, sus 6 puntos y sus 7 rebotes. Es un jugador muy aguerrido en defensa que incordia a los rivales hasta la extenuación.