El Barça sobrevive en El Pireo y se impone a Olympiacos en un final de partido sobresaliente

El FC Barcelona sobrevivió en El Pireo y se llevó un triunfo de muchísimo mérito ante Olympiacos en unos últimos minutos de partido formidables (68-77). Los de Grimau, que dominaron la primera parte, sufrieron la reacción helena, pero tiraron de casta para llevarse su segundo triunfo en la Euroliga.

El papel de Abrines fue fundamental. El español apareció con dos triples magníficos cuando su equipo más lo necesitaba. El alero, que cerró el choque con 16 puntos, fue el segundo máximo anotador del partido por detrás de Laprovittola.

Comenzó el encuentro con un ambiente extraordinario en El Pireo. La afición griega jaleaba cualquier acierto de los suyos y festejaba cada uno de los errores del FC Barcelona. Sin embargo, los de Roger Grimau no se intimidaron y firmaron un gran inicio de partido. 

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Las seis pérdidas de Olympiacos en los primeros siete minutos y la sólida defensa de los azulgrana permitió a los culés sacar siete puntos de ventaja en los primeros compases. Obligados a tirar desde el bote, el conjunto griego no se sintió cómodo y falló muchas acciones. Por su parte, el Barça combinó un buen trabajo defensivo con un papel ofensivo más que notable. 

En un primer cuarto en el que Willy Hernangómez comenzó desde el banquillo, sin duda, Kalinic, Da Silva y Vesely fueron los mejores. Cada uno de ellos anotó seis tantos e hicieron mucho daño a un conjunto heleno desdibujado. Consiguieron reaccionar en el último minuto y firmaron un parcial de 5-0 que les hizo reducir su desventaja a siete puntos al término del primer envite.

Pero el segundo cuarto no pudo empezar mejor para el Barça. Los de Grimau anotaron cuatro triples consecutivos, dos de ellos de Abrines, que dejaron silenciada a la parroquia griega y obligó a Bartzokas a pedir un tiempo muerto. 

Olympiacos no estaba cómodo, 2/9 en tiros de tres y dejando muchos espacios en defensa. El parcial inicial de 4-12 se transformó en siete puntos consecutivos de los helenos que se volvieron a meter de lleno en el choque ante un Barça muy fiable. 

Poco a poco el cuadro griego llevó el partido a su terreno. Ensució un poco el juego y comenzó a tener posesiones más largas que frenaron el ímpetu del Barça. Los de Grimau, al que no le funcionó bien la rotación, se marcharon al descanso con la espina de no haber ahondado más en la herida. Llegaron a tener una renta de 15 puntos y finalizaron la primera parte seis por delante.

Reacción helena

Se esperaba una reacción de Olympiacos en la segunda mitad y tan solo bastaron unos minutos para darse cuenta del cambio de actitud de los griegos. Saltaron al parqué con mucha energía y pasaron por encima de un Barça noqueado. Canaan, con un triple espectacular y una gran penetración puso por delante tras estar prácticamente todo el choque remando a contracorriente. 

Grimau decidió pedir tiempo muerto para bajar las revoluciones de un partido loco espoleado por una afición helena totalmente entregada a su equipo. La pausa le vino bien, volvieron con dos triples consecutivos, pero el subcampeón de Europa ya estaba muy metido en el choque. 

El tercer cuarto fue el peor parcial de los azulgrana en cuanto a anotación. Sumaron 16 puntos y se marcharon con dos puntos de ventaja al último cuarto. Todo estaba por decidir y al Barça le tocaba sufrir para ganar en Grecia. 

Larentzakis anota una bandeja EFE

Olympiacos saltó al parqué con la misma fuerza en el último cuarto en busca de hacerse con el triunfo. Fueron superiores en los primeros compases y lograron dejar al Barça con una sola canasta en los primeros cinco minutos. Unos registros que hicieron que los de Grimau perdieran de siete puntos con cuatro minutos y medio por disputar.

Grimau pidió tiempo muerto en busca de una reacción su equipo, al que se le estaba escapando la victoria. Satoransky inició un atisbo de remontada con un gran triple y Laprovittola, que firmó su decimoquinto punto, confirmó la reacción culé. El equipo español firmó 10 puntos consecutivos que le dejaron tres puntos por delante a falta de un minuto y medio para el final.

Lo intentó Olympiacos, pero el Barça finalizó el partido muy sólido en defensa y acabó llevándose un triunfo valiosísimo en uno de los pabellones más difíciles de Europa y ante uno de los equipos más potentes del continente.