El FC Barcelona hizo los deberes y se impuso con mucha comodidad al Panathinaikos (80-72). Los de Roger Grimau, a pleno rendimiento a pesar de las bajas, arrollaron al conjunto heleno liderados por un buen Jabari Parker. El estadounidense estuvo secundado por un acertado Paulí que firmó su mejor noche como azulgrana. [Narración y estadísticas del Barça-Panathinaikos].
El Panathinaikos solo aguantó el pulso durante el primer cuarto. A partir de ahí el cuadro azulgrana puso una marcha más y acabó con todas las opciones de su rival al término del tercer cuarto. El último parcial no tuvo mucha historia. Los atenienses intentaron remontar ante un Barça que dejó competir, pero su buena labor ofensiva tan solo les sirvió para maquillar el resultado.
El choque entre el Barça y el Panathinaikos comenzó con mucha igualdad. Los de Roger Grimau estuvieron muy acertados en el lanzamiento, pero la lucidez en ataqué duró poco y permitió al cuadro heleno seguir a la rueda de los azulgrana. Jerian Grant, con 10 puntos, fue la mayor amenaza para un Barça que repartió mucho todos sus tantos.
La igualdad inicial se decantó del lado culé gracias a un inicio de segundo cuarto espectacular de Paulí. El base tuvo su oportunidad por culpa de las bajas en el cuadro catalán y no lo desaprovechó. Se echó el equipo a la espalda y, acompañado de un intratable Jabari Parker logró que el Barcelona firmara un segundo parcial más que notable y se marchara con doce puntos de ventaja al descanso.
Fue una gran primera mitad de los hombres de Roger Grimau que mostraron su superioridad en el rebote (24-8) paliando así una actuación poco eficiente desde el tiro exterior donde apenas tuvieron un 20% de acierto en el triple.
La puntilla
El Panathinaikos necesitaba reaccionar tras el descanso si no quería decir adiós al partido, pero se topó con un Barcelona muy acertado. Los de Grimau continuaron con la buena dinámica de la primera mitad e impusieron un ritmo anotado imposible de seguir para los helenos. Kalinic y Parker fueron los más inspirados y Satoransky siguió destrozando a su rival desde el rebote. El tercer cuarto finalizó con un parcial de 26-14 para los azulgrana que dejaron prácticamente el partido visto para sentencia.
Imponerse en el rebote, especialmente en el ofensivo, fue lo que decantó el partido para los de Grimau. No estuvieron acertados en el triple, pero apenas necesitaron hacer uso de él ni de generar un juego muy combinativo. No necesitaron mucho para imponerse a un Panathinaikos algo superado.
El último cuarto no tuvo mucha historia. A pesar de que el cuadro griego maquilló un poco el resultado ante la desaparición local en el juego, el Barça supo sacar adelante un partido trampa por las bajas que traía a la cita y consiguió su quinto triunfo en seis partidos de Euroliga. Un buen balance que permite a los de Roger Grimau seguir en la zona noble de la clasificación.