El FC Barcelona necesitaba una victoria como el comer. Las últimas semanas habían sido complicadas para los hombres de Roger Grimau y ante el Zalgiris tenían una oportunidad para revertir la situación. Y así fue, se llevaron el triunfo a domicilio, pero lo hicieron de forma agónica (80-85).
El cuadro azulgrana tuvo dos partidos diferentes. En la primera mitad sacó a relucir un acierto anotador asombroso, pero bajó el ritmo tras el descanso y acabó sufriendo. El choque estuvo igualado de principio a fin, pero el Barça tan solo se dejó anotar 7 puntos en el último cuarto.
Laprovittola fue el máximo anotador de los de Grimau. El argentino hizo mucho daño desde el triple y fue clave para que los suyos sumaran su undécima victoria de la temporada en Euroliga.
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La primera parte fue una exhibición ofensiva de ambos conjuntos. Mantuvieron unos porcentajes de acierto altísimos y dejaron claro que para llevarse el triunfo no se podía bajar el pie del acelerador.
El conjunto dirigido por Roger Grimau dejó atrás los fantasmas de las últimas semanas y saltó al parqué con mucha intensidad. Fue una gran actuación colectiva en el primer cuarto que permitió a los azulgrana marcharse con seis puntos de ventaja. Algo difícil de lograr teniendo en cuenta que su rival anotó 22 puntos en los diez primeros minutos.
El Zalgiris aumentó el nivel en el segundo cuarto. Comenzó a dar un recital, pero el Barça no quitó el pie del acelerador y demostró que estaba muy vivo en el encuentro. Laprovittola y Vesely se echaron el equipo a la espalda, especialmente el argentino que fue certero desde el triple. Fue un cuarto con una anotación altísima y se llegó al descanso con 51-56 a favor del Barça.
Igualdad hasta el final
Tras el descanso el ritmo anotador disminuyó. Se cerró el grifo, pero la igualdad estuvo presente en todo momento. Zalgiris fue ligeramente superior en el tercer cuarto llegando incluso a ir por delante en el marcador en algunos momentos y llegando al último parcial con tres puntos de ventaja.
El Barça, algo más fallón y perdiendo más balones que en el resto del partido, intentó no perder la cara al choque y se aferró a él gracias a una defensa notable. El marcador se mantuvo ajustado hasta el final y el Barça llegó con un punto de ventaja al último minuto de partido.
Ahí no perdonaron. Se hicieron fuertes en el rebote y terminaron llevándose el partido desde la línea de tiros libres. Así llegaron los últimos cuatro puntos del partido. La defensa fue clave para los de Grimau que dejaron a su rival en tan solo siete puntos en todo el cuarto. El técnico azulgrana coge aire después de unas semanas complicadas.