Caitlin Clark, durante la final four de la NCAA

Caitlin Clark, durante la final four de la NCAA REUTERS

Baloncesto

Clark ya mira a la historia del baloncesto de EEUU: 30 puntos en su última final como universitaria

La base de Iowa, que además capturó 8 rebotes y repartió 5 asistencias, no pudo evitar la derrota en la final de la liga universitaria frente a South Carolina.

7 abril, 2024 23:47

Durante la disputa del March Madness ha habido una jugadora que ha destacado por encima del grueso. Se trata de Caitlin Clark, la última estrella en ciernes que ha conseguido acaparar las miradas de los aficionados en Estados Unidos y en el mundo entero. La base se ha convertido en la figura absoluta del torneo está a punto de consagrarse.

Este domingo Caitlin dijo adiós al baloncesto universitario, pero lo hizo con cierto sabor agridulce. Su equipo, la Universidad de Iowa, cayó frente a Universidad de South Carolina en la final de la NCCA. Ella hizo una actuación más que notable llegando incluso a lograr el record de anotación en el primer cuarto (18 puntos). Acabó el partido con 30 puntos, 8 rebotes y cinco asistencias. Ahora piensa en la WNBA, liga de la que pasará a formar parte el próximo 15 de abril cuando sea elegida en la primera posición del draft.

Más allá de la derrota en la final, su impacto ha sido tal que se está hablando mucho más de la competición femenina que de la masculina. Un tremendo éxito basado en sus portentosas actuaciones y en sus increíbles récords. Su nombre ha traspasado más allá de la cancha y eso ha generado que millones de estadounidenses se hayan pegado a los televisores para disfrutar de sus partidos.

Caitlin Clark celebra el pase a la final de la NCAA de la Universidad de Iowa.

Caitlin Clark celebra el pase a la final de la NCAA de la Universidad de Iowa. REUTERS

Un efecto que ha provocado el aumento considerable del precio de las entradas para verla en acción en la Final Four de la NCAA. Comprar un ticket para el torneo en el que participa Caitlin Clark cuesta alrededor de los 1000 dólares, 970 en concreto. Si uno quiere disfrutar de un partido masculino tiene que desembolsar algo menos de la mitad, en torno a 571 dólares. Su talento ha marcado la diferencia.

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Récord tras récord

Hablar de Caitlin Clark es hablar de una jugadora que se ha caracterizado por batir numerosos récords durante su época universitaria. La base de Iowa ha destacado por su facilidad anotadora, llegando a superar cotas históricas que parecían imposibles de  borrar del mapa.

Sus 31,9 puntos por partidos en la última temporada de la NCAA la acreditan como una de las anotadoras más legendarias de cualquier universidad. Su impactante acierto desde el triple la ha convertido una jugadora prácticamente indefendible, convirtiéndose en un ente similar a Stephen Curry. 

Además, se convirtió en la mayor anotadora de la historia de la NCAA, tanto de hombres como de mujeres. El pasado 3 de marzo, con dos tiros libres frente a Ohio, Clark superó a toda una leyenda del baloncesto como Pete Maravich, poseedor de dicho registro. Dejó atrás los 3.667 puntos que había conseguido 'Pistol Pete' en 1970.

Gracias a su facilidad anotadora, Caitlin Clark se ha convertido en la jugadora con más partidos por encima de 30 puntos en la NCAA, alcanzado los 58. También ha sido nombrada como la MVP del campeonato en sus dos últimas temporada. A todo eso hay que añadirle numerosos récords de los que es poseedora.

La base ha sido la que más puntos ha anotado en una única temporada (1.183), posee la marca de más triple anotados en el baloncesto femenino en la NCAA (540) o ser la encargada de lograr más puntos en un solo torneo, tanto en hombre como en mujeres, con 191. A eso hay que añadirle muchos otros, lo que hace que la lista sea enorme.

También hay que destacar la importancia de Clark en la Universidad de Iowa. Con ella como líder indiscutible han sido capaces de llegar a la final de la Final Four por segunda temporada consecutiva y todavía optan al título. Una enorme diferencia con lo visto en los años previos, donde su mejor resultado había sido unas semifinales de Conferencia.

Unos números prácticamente inigualables que hacen de Caitlin Clark una deportista diferente, llamada a dominar en la WNBA o en Europa. Se puede marchar por todo lo alto y consagrandose como la mejor jugadora universitaria de toda la historia. Tendrá una última oportunidad contra South Carolina.

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Grandes ingresos

El impacto de Caitlin Clark poco ha tardado en darle rédito, económicamente hablando. La jugadora se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas y ha sido capaz de atraer a millones de personas a ver sus partidos o seguirla desde la pequeña pantalla. Sus encuentros han llegado a tener picos de 16 millones de espectadores.

El duelo previo a la Final Four entre Iowa y LSU (Louisiana State University) congregó a muchísimos seguidores y tuvo una audiencia media superior a los 12 millones. Tuvo más espectadores que la mayoría de duelos de la final de la NBA y que cualquier encuentro de la MLB, NHL o la MLS en 2023. 

Caitlin Clark celebra el triunfo frente a LSU ante la atenta mirada del público.

Caitlin Clark celebra el triunfo frente a LSU ante la atenta mirada del público. REUTERS

Todo ello ha provocado que las marcas hayan visto a Caitlin Clark como un auténtico filón. Ha firmado contratos millonarios con Nike, Gatorade o State Farm. Además, según ha reportado la web Fanatics, la encargada de comercializar la ropa de las estrellas universitarias, su camiseta es la más vendida a todos los niveles. 

También se ha hablado mucho de un supuesto contrato que le puso sobre la mesa el rapero Ice Cube. Se dice que le ofreció hasta cinco millones de dólares por participar en su liga de 3X3. Sin embargo, la intención de Caitlin Clark es la disputar la próxima temporada en la WNBA. 

Además, se prevé que Caitlin Clark esté en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Su talento ha provocado que sea una de las favoritas a estar en la lista de la selección de Estados Unidos para luchar por el oro. Un logro increíble para una jugadora que ni siquiera ha dado el salto al profesional. Un diamante en bruto que está llamado a brillar con fuerza en el futuro.