El Real Madrid arrolla sin piedad al Barça y da el primer paso hacia la final de la Liga Endesa

El Real Madrid está hecho a prueba de bombas. A cualquier equipo se le notarían las heridas de guerra después de perder una final de Euroliga y también la opción de firmar una temporada perfecta, pero eso no sucede con los hombres de Chus Mateo. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Barcelona]

Sin tiempo apenas para digerir el golpe europeo ante el Panathinaikos, el Real Madrid se veía en la obligación de arrancar con buen pie las semifinales del playoff por la Liga Endesa contra el eterno rival. El Barça se presentaba como una amenaza en un momento crítico de la temporada, pero los blancos supieron manejar a la perfección la situación y empezaron a encarrilar la eliminatoria.

Un gran arranque de partido volvió a tener un peso muy importante en el devenir del choque. Los blancos no querían dar opción a que el Barcelona se creciera y viera debilidades, así que pronto se pusieron manos a la obra y cerraron el primer cuarto con una ventaja llamativa de diez puntos.

Llull celebra uno de sus triples en el partido contra el Barça. EFE

La exhibición de Campazzo y de Tavares en la primera mitad encontró la continuidad de todo el equipo en el resto de los minutos. Yabusele, Hezonja o especialmente Llull en el momento más delicado del partido contribuyeron a la fiesta blanca en un choque de alta anotación.

Al Barça no le quedó más remedio que claudicar ante un rival desatado en el tramo final que se quedó al borde de los 100 puntos. Con un baloncesto espectacular, el Real Madrid ya tiene el primer partido de esta eliminatoria en el bolsillo y da el primer paso hacia la gran final.

Los blancos arrollan

El Real Madrid salió dispuesto a resarcirse a la cancha. Lo de la Euroliga había hecho mella y los de Chus Mateo querían lamerse las heridas ante su público en un momento crítico de la temporada, así que fundamentalmente fueron dos los jugadores que se cargaron la responsabilidad a sus espaldas. 

Entre Campazzo y Tavares aniquilaron al Barça en un arranque de partido brillante por parte de ambos. Entre el argentino y el pívot gigantón pusieron los primeros 11 puntos del Real Madrid en el luminoso mientras los culés trataban de aguantar el tirón de la manera en la que podían.

Tavares, que casi pasó desapercibido en la final de la Euroliga, quería quitarse la espina y estaba dispuesto hacerlo a lo grande como demostraron sus 8 puntos en un abrir y cerrar de ojos. A la fiesta se sumó Hezonja, que conectó un alley oop bárbaro con Campazzo y Grimau se vio en la necesidad de pedir el primer tiempo muerto con un 17-9 desfavorable. 

Poirier defiende una acción de Ricky Rubio. EFE

El ritmo del partido era absolutamente vertiginoso, con los dos equipos corriendo de un lado al otro de la pista y sin apenas tiempo para las jugadas algo más elaboradas. Ahí, a campo abierto, el Real Madrid se movió como pez en el agua y llegó a cerrar el primer cuarto 10 puntos arriba (24-14).

Se han convertido ya casi en una tradición los arranques fuertes del equipo de Chus Mateo. Se vio en la Euroliga, pero también se observó las desconexiones que tiene en momentos puntuales, y eso en esta ocasión llegó en el inicio del segundo cuarto. 

La anotación de los blancos se estancó porque Grimau ajustó las piezas en la defensa y los culés firmaron un 2-10 de parcial que les llevó a colocarse a tan sólo 2 puntos de diferencia. Ahí tuvo que parar el partido Chus Mateo, aunque el tiempo muerto no sirvió para mucho porque el Barça se puso incluso por delante (30-31).

Hasta ahí se puede decir que llegaron los culés en la primera parte y también en el partido, porque el Real Madrid volvió a conectar su modo apisonadora antes de marcharse al descanso. Los blancos hicieron grande la brecha y Yabusele, con un triple, dejó la renta cerca de los 10 puntos de nuevo en el tramo final de este segundo cuarto (42-33). El propio Yabusele, con una canasta imposible, puso el 44-36 con el que terminó la primera mitad. 

El Barça se borra

El Barça decidió quedarse en los vestuarios y no comparecer cuando el balón volvió a volar en la segunda mitad. El Real Madrid apretó el acelerador y convirtió a los hombres de Roger Grimau en un juguete roto a la deriva y sin rumbo. 

Los puntos empezaron a caer del lado blanco mientras que el casillero de los culés permanecía prácticamente inmóvil. Sin que casi pudiera digerirlo, al Barça parecía que se le había escapado ya el partido de las manos cuando el Real Madrid se puso 51-38 arriba. En ese momento Grimau tuvo que intervenir para abroncar a los suyos, pero fue inútil.

Otras dos canastas fáciles de Hezonja sirvieron para hacer la brecha todavía más grande y el parcial en el tercer cuarto se elevó hasta un escandaloso 17-2. Sólo había un equipo sobre la pista como reflejaba el 61-38, y eso que tan sólo era la mitad de este tercer cuarto. 

Tavares seguía siendo el rey de la pintura. Los 18 puntos con los que llegó al final del tercer cuarto hablaban a las claras de su escandaloso partido, aunque una tímida reacción por parte del Barça volvió a poner la diferencia en los 10 puntos al término del tercer cuarto (72-62).

Por un momento planeó sobre el WiZink el fantasma de la remontada del Barça cuando la renta menguó hasta los 8 puntos, pero entonces apareció el de casi siempre para hacer la enésima exhibición de su carrera deportiva. 

Llull se puso el disfraz de héroe y anotó cuatro triples consecutivos que terminaron por ajusticiar al Barça. El Madrid se desató en los últimos minutos y la renta llegó a alcanzar de nuevo los 20 puntos. Un final tranquilo para los blancos, que ya tienen en el bolsillo el primer punto de esta eliminatoria.

Real Madrid 97 - 78 Barça

Real Madrid: Campazzo (20), Causeur (2), Hezonja (10), Musa (10), Tavares (18), -quinteto inicial-, Poirier (2), Rudy Fernández (-), Llull (14), Sergio Rodríguez (2), Abalde (3) y Yabusele (16).

Barça: Ricky Rubio (8), Satoransky (5), Abrines (8), Parker (11), Vesely (4) -cinco inicial-, Laprovittola (13), Willy Hernangómez (12), Kalinic (1), Da Silva (10), Brizuela (3), Parra (3), y Jokubaitis (-).

Árbitros: Carlos Peruga, Jordi Aliaga y Luis Miguel Castillo. Sin eliminados.

Incidencias: Primer encuentro de la serie de semifinales de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center ante 11.274 espectadores.