El Real Madrid ya está en ventaja en la semifinal de la Liga Endesa que le enfrenta al FC Barcelona. Los blancos se hicieron con la primera victoria de la serie en el WiZink Center y uno de los grandes culpables de este triunfo es un habitual de las fotos de los mejores momentos, Sergio Llull.
El menorquín volvió a protagonizar un momento mágico cuando el Barça amenazaba con la remontada en el último cuarto del encuentro y terminó por decantar el choque a favor de los suyos. Lo hizo con una exhibición de acierto desde el perímetro, con cuatro triples consecutivos que volvieron a dejar con la boca abierta al público que abarrotó el Palacio de los Deportes.
"He metido el primero liberado y luego todo ha entrado, hoy han entrado y el domingo no lo hicieron, así es este deporte", explicó el protagonista al término del partido. 12 puntos consecutivos para un total de 14 en su casillero particular que facilitaron el primer paso del Real Madrid hacia la final de la Liga Endesa.
El momento clave
Aunque el Real Madrid había dominado con solvencia durante casi todo el partido, el Barça no estaba dispuesto a darse por vencido así como así. Por eso, los culés consiguieron entrar al último y decisivo cuarto del encuentro tan sólo 8 puntos por debajo en el marcador (72-64), una distancia suficiente como para darle un susto a su rival.
Sin embargo, las esperanzas de los catalanes apenas duraron unos segundos en este último cuarto, los mismos que tardó Sergio Llull en asumir responsabilidades y en coger el papel de protagonista principal de la función.
Todavía en el primer minuto de este último cuarto El Chacho conectó con Llull para sortear la presión del Barça. El de Mahón no se lo pensó dos veces, ni siquiera reparó en el delicado momento que atravesaba el partido para su equipo. Simplemente se elevó al no tener una oposición cerca, miró al aro y anotó su primer triple para poner el 75-64.
El segundo triple tuvo más mérito todavía por su complicada ejecución. En un posición forzada, cerca de la esquina y con la presencia de Parra tratando de obstaculizar el lanzamiento, Llull volvió a encestar para aumentar la renta hasta el 78-66 a falta de 8 minutos para el final.
El de Mahón estaba de dulce y se sentía en un momento increíble. Por eso, asumió la responsabilidad del ataque blanco en la siguiente jugada y de nuevo volvió a acertar. Se zafó de la presión de Laprovittola, se frenó en seco y ensayó el lanzamiento lejano. Incluso la suerte estaba de su lado, porque aquel balón tocó en el aro, se elevó de nuevo varios centímetros, tocó el aro y terminó introduciéndose.
El WiZink ya estaba patas arriba con ese 81-66 y el recital de Llull, pero todavía quedaba un último capítulo. De nuevo desde el costado izquierdo, Sergio se marchó de Ricky Rubio, levantó la mirada y volvió a clavar su 'mandarina', la cuarta consecutiva.
En un partido en el que brillaron Tavares o Campazzo, Llull tuvo su dosis de protagonismo y en un abrir y cerrar de ojos, en algo menos de dos minutos convirtió una renta escasa de 8 puntos en una diferencia ya insalvable de 15 tantos a favor de los blancos. La nueva exhibición de Sergio Llull para encarrilar el pase a la final de la Liga Endesa.