Un Clásico entre el Real Madrid y Barcelona siempre es especial. Un duelo entre los dos grandes equipos del baloncesto español que habitúan a verse las caras siempre con algo en juego. Liga Endesa, Euroliga, Copa del Rey, Supercopa de España... Infinidad de enfrentamientos para demostrar quien es el conjunto más grande del país.
Este miércoles arranca un nuevo capítulo en la historia entre ambas entidades. Madrid y Barça se baten en busca de alcanzar las semifinales de la Liga Endesa. Algo prácticamente inédito ya que ambos están acostumbrados a medir sus fuerzas en la final. De hecho, la última vez que blancos y azulgranas se enfrentaron en semis fue en la temporada 1986-1987 y se saldó con victoria culé.
Ahora, 37 años después, se vivirá un nuevo duelo entre ambos en la antesala de la gran final de Liga Endesa. Una serie al mejor de cinco partidos en la que el Real Madrid contará con factor cancha al haber finalizado terminado por encima de su rival en la temporada regular.
Una serie que empieza este miércoles 29 de mayo y que se podría alargar hasta el próximo 6 de junio. El primero de ellos será el séptimo duelo entre ambos en esta temporada. Una rivalidad que este año está cayendo de momento del lado madridista con un balance de cuatro victorias por dos de los catalanes.
El primero de ellos llegó en la semifinal de la Supercopa de España. Un partido que solventaron los de Chus Mateo con relativa comodidad y que a la postre les sirvió para levantar su primer título del curso. Después, en los enfrentamientos en Liga Endesa y Euroliga el resultado ha sido equilibrado con una victoria por equipo en cada competición.
Pero no cabe duda que el enfrentamiento más importante hasta el momento llegó el pasado 18 de febrero en la final de la Copa del Rey. Un choque en el que los madridistas impusieron su ley para adjudicarse su segundo trofeo del año.
Oportunidad de resarcirse
El título copero y el brillante camino del Real Madrid en la fase regular de la Euroliga invitaba a pensar en un triplete histórico. El conjunto dirigido por Chus Mateo finalizó en primera posición y solventó con contundencia la eliminatoria contra Baskonia para obtener el billete a la Final Four de Berlín.
Llegó la hora de la verdad y la primera piedra en el camino hacia la 12ª fue Olympiacos. Los blancos dieron una auténtica exhibición ante los griegos dejando la semifinal vista para sentencia ya en la primera mitad. Aunque los de Georgios Bartzokas intentaran reaccionar nunca estuvieron cerca de poner en peligro el pase a la final de su rival.
Llegó la gran cita de la temporada, pero el Real Madrid sucumbió ante el Panathinaikos después de mostrar dos caras totalmente opuestas. Una primera mitad brillante con récord de anotación en el primer cuarto y unos últimos 20 minutos para olvidar con 2/17 en triples y siete puntos en el tercer parcial.
Fue un duro varapalo para los de Chus Mateo que eran favoritos y sucumbieron de la forma más cruel. Sin embargo, no tienen tiempo para lastimarse y deben levantarse con más fuerza para terminar de forma más que notable la temporada. Les queda el título liguero y deberán vencer al Barça y después al vencedor del Unicaja - UCAM Murcia en una hipotética final.
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Los blancos llegan heridos a las semis, pero también con sed de venganza tras lo ocurrido hace un año. Una debacle en la final frente a los culés que les apisonaron por 3-0. Fue un punto de inflexión que le sirvió al Real Madrid para concienciarse de cara a esta temporada. Ahora tienen una oportunidad única de redimirse y dejar a su máximo rival en blanco en este curso.
Última bala
Esa situación en la que se encuentra el conjunto azulgrana no hace otra cosa que añadirles más presión si cabe. Sería una noticia nefasta para el equipo de Roger Grimau el cerrar una temporada sin añadir ningún título a sus vitrinas. Algo que no sucede desde hace un lustro.
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El club catalán cambió muchas figuras en su roster de cara a la presente temporada. Llegó Roger Grimau para liderar un proyecto que traía además las novedades de Willy Hernangómez, Jabari Parker, Darío Brizuela y Joel Parra. Los dos primeros, unos fichajes llamados a dar un plus al equipo y elevarlos de nivel.
Y las cosas no han funcionado del todo. La campaña comenzó se torció desde el principio con la derrota en la Supercopa de España, siguió tras caer frente al Madrid en la final de la Copa del Rey y se acrecentó con la tercera posición en la fase regular de Liga Endesa.
La gota que colmó el vaso fue la eliminación en cuartos de final de Euroliga ante Olympiacos en el Palau. Un palo muy grande que pudo ser peor si su máximo rival llega a coronarse campeón.
Pero todavía pueden salvar la temporada. La competición nacional más importante aún no ha finalizado y el Barça está en buena posición para intentar levantar el título. No lo tendrá fácil ya que deberá derrocar al Madrid sin factor cancha, pero se inspirarán en la final de hace un año. Es vivir o morir para el Barça. Si ganan y después se llevan el trofeo será un éxito, pero si caen contra el Madrid sonarán todas las alarmas.