Un año ha durado Roger Grimau como entrenador del Barça de baloncesto. Su contrato expiraba en 2025, pero el conjunto azulgrana ha convertido en realidad lo que era un secreto a voces desde que el Real Madrid les eliminase de los playoffs de la Liga Endesa y certificara la temporada en blanco. "¿Mi futuro? No soy idiota, el balance es malo. Ya veremos qué pasa", anticipaba por aquel entonces el ya exentrenador del Barcelona. 

No encontraba argumentos para justificar el carente rendimiento de su equipo, un proyecto nuevo que no llega a los doce meses de vida. "El Barcelona quiere expresar públicamente su agradecimiento a Roger Grimau por la profesionalidad, compromiso y dedicación que ha mostrado al frente del banquillo barcelonista. El Palau Blaugrana siempre será su casa", expresó el club en el comunicado oficial de la destitución.

El técnico catalán, sustituto de Sarunas Jasikevicius, se marcha tras haber dirigido un total 84 partidos. 39 de ellos Liga Endesa; otros 39 en la Euroliga; 3 en la Copa del Rey; 1 en la Supercopa y dos en la Liga Catalana. El balance, 51 victorias y 33 derrotas, y ningún título. A excepción del complicado curso de la pandemia, es el primer año en blanco de los culés desde la temporada 2016-17.

Aparte de asumir la responsabilidad del primer equipo, Grimau fue entrenador del Barça Atlètic y del junior (2021-23) y entrenador asistente del segundo equipo en la LEB Oro y en la LEB Plata (2018-2021). En su primera etapa como jugador defendió la camiseta del Barça durante ocho temporadas (2003-2011) y fue el capitán que levantó la Euroliga del 2010.

El Barça ha ido perdiendo valor y credibilidad a lo largo de una temporada clausurada con tres títulos perdidos ante el Real Madrid. Cedió la oportunidad de ganar la Supercopa, meses más tarde la Copa y entre un clima de tensión en el vestuario, sintetizado en las malas relaciones con Willy Hernangómez, el fichaje estrella de la temporada tras la marcha de Mirotic, se dejó llevar en semifinales de la Liga Endesa ante los de Chus Mateo. Y por el camino también se dejaron la final four de la Euroliga, a la que no accedieron tras caer con Olympiacos. 

Reconstrucción veraniega

Con estos resultados sobre la mesa y el primer giro de timón dado, el Barça de basket inicia un verano que se presume muy movido en el que deberá afrontar importantes salidas. Juan Carlos Navarro, manager de la sección, no puede permitirse otra debacle similar el próximo año y por ello necesita acometer una reconstrucción que nace desde la llegada de un nuevo entrenador que sustituya a Roger Grimau, apuesta personal de la leyenda azulgrana que ha fracasado estrepitosamente.

Por el momento, no se conocen pistas sobre el sustituto de Grimau, aunque el principal candidato es Xavi Pascual, arquitecto del último Barça campeón de Euroliga en 2010. No obstante, Navarro trabaja en otras alternativas como Jaka Lakovic, técnico del Gran Canaria, aunque debería abonar 300.000 euros para ejecutar su cláusula de salida. La era pos-Grimau arranca dessde esta sábado.