El Real Madrid sigue recorriendo con paso firme su camino para ser campeón de la Liga Endesa. Los de Chus Mateo desprenden aroma a vencedor en cada partido que disputan, el último contra UCAM Murcia -primero de la final- fue una muestra de ello. Los murcianos no se desconectaron del partido en ningún momento, ni siquiera al verse 17 puntos abajo en tramos del tercer cuarto, pero acabaron sucumbiendo ante el empuje del Real Madrid que se muestra implacable cuando encuentra los puntos débiles de su rival y ese momento llegó.
Los murcianos bordaron su plan durante la primera mitad. La zona planteada por Sito Alonso incomodó a los blancos que únicamente encontraban opciones de tiro desde la línea de triples, pero no andaban finos. Tan sólo obtuvieron premio los dos últimos intentos de la primera parte, antes once errores de manera consecutiva daban la razón al planteamiento de un UCAM que impedía el distanciamiento del Real Madrid con un Caupain inspirado.
Los de Sito Alonso reflejaron su intención de reeditar el heroico rendimiento mostrado ante Unicaja en la semifinal. Agarrados a su zona y a la precisión del base estadounidense, los murcianos llegaron incluso a tomar ventaja iniciado el segundo cuarto. Su timidez en el rebote era el único aspecto a pulir. El Real Madrid se había encontrado con un equipo sólido y valiente que planteaba un partido muy disputado con Saint-Roos a los mandos y Sleva robando.
Claro que cuando Chus Mateo echa un ojo al banquillo, encuentra soluciones y se cambia el traje. Es la esencia del Real Madrid, el saber adaptarse a las circunstancias y recorrer el camino de la manera que sea más eficaz para llegar a la meta, que es ganar. Ocurre tanto en la sección de fútbol como la de baloncesto.
Los blancos elevaron sus prestaciones a lomos de Musa y Hezonja, que castigaron la timidez murciana en el rebote afirmada anteriormente. Ganaban segunda y, en ocasiones, hasta tercera oportunidad. Y el Madrid puede fallar una, pero castiga a la siguiente. El UCAM Murcia había llegado a igualar tras el paso por vestuarios, pero volvió a aparecer el equipo de los grandes momentos para impartir una clase de ataque y defensa.
El Real Madrid fue camaleónico
Musa y Hezonja lideraban desde el lanzamiento y Tavares el rebote. Ajustó la defensa Chus Mateo y cerró los pasillos a los de Sito Alonso que se quedaron sin luz y se vieron superados en cuestión de minutos. "Aumentaron la intensidad defensiva en el tercer cuarto y tuvimos que defendernos más que atacarles. Cuando hemos querido atacarles hemos errado los conceptos y hemos olvidado la fortaleza que tienen interior, sin jugar con lo que nosotros hacemos mejor, pases y movilidad. Sin esto es difícil jugar y más contra el Real Madrid", explicaba el técnico del UCAM.
La diferencia se elevó hasta los 18 puntos en lo que parecía ser el final anticipado del partido, pero a UCAM le quedaba un último aliento para maquillar el marcador. El Madrid había leído el guion escrito por los murcianos e interpretado la obra a la perfección para echar el telón al primer partido de la serie.
De manera camaleónica, con otro registro, al contrario que contra el Barça, ante los que exhibieron un gran poderío ofensivo. El Real Madrid de Chus Mateo se adapta a la superficie que sea y no se resbala. Ya están un paso más cerca del objetivo.