El legendario jugador de baloncesto Michael Jordan, considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos, no ha tenido la misma suerte en el mercado inmobiliario. Su impresionante mansión en Highland Park, Illinois, lleva 12 años a la venta sin encontrar un comprador, a pesar de varias reducciones significativas en su precio.

Originalmente puesta a la venta en 2012 por 29 millones de dólares, el precio de la propiedad se redujo a 16 millones en 2014 y, posteriormente, a 14,9 millones en 2015. Sin embargo, hasta hoy, la mansión sigue sin encontrar dueño.

Esta mansión, ubicada en un terreno de aproximadamente 28.000 metros cuadrados, es el reflejo de la personalidad y estilo de vida de Jordan. Construida en 1995, la residencia cuenta con 3.000 metros cuadrados de espacio habitable, en los cuales se incluyen nueve habitaciones, quince baños completos y cuatro medios baños.

Los lujos no se detienen ahí: la propiedad está equipada con un gimnasio completo, una cancha de baloncesto de tamaño reglamentario con el nombre de Jordan pintado en el suelo, un vestuario, una sala de trofeos, una sala de cine, una sala de cigarros, un campo de golf, una cancha de tenis y, por supuesto, una piscina de ensueño.

Jordan invirtió unos 50 millones de dólares para construir esta lujosa residencia, lo que convierte las reducciones de precio en una importante pérdida económica. A pesar de los recortes, la casa no ha logrado captar el interés necesario para concretar una venta.

Según Katherine Malkin (consultada por The Real Deal), la agente inmobiliaria a cargo de la venta, uno de los principales motivos es la ubicación de la propiedad. Aunque está situada en una de las zonas más selectas de Illinois, la mansión no está frente al lago, lo cual es un factor determinante para muchos compradores de alto poder adquisitivo en el área de Chicago.

"La mayoría de las personas que gastan esa cantidad de dinero en la región de Chicago quieren vivir frente al lago", explicó Malkin. Jordan optó por un lugar más alejado para preservar su privacidad, lo que podría haber afectado el atractivo de la propiedad para potenciales compradores.

A pesar de las dificultades para vender la mansión, Michael Jordan no tiene planes de reducir más el precio. Según Malkin, Jordan sigue cubriendo los altos costos asociados a la propiedad, que incluyen más de un millón de dólares en impuestos desde que puso la casa en venta, además de los gastos de mantenimiento, seguridad y personal de limpieza.

El anuncio de la venta de la mansión de Michael Jordan

Aunque estos gastos podrían ser una carga para muchos, la considerable fortuna de Jordan, valorada en 3.200 millones de dólares según Forbes, le permite mantener la propiedad sin mayores inconvenientes.

A lo largo de los años, esta propiedad no solo ha llamado la atención por su lujo y dimensiones, sino también por los elementos personales de Jordan que se integran en su diseño. Desde las banderas que ondean con su icónico logo de Air Jordan hasta el número 23 de su camiseta, que adorna la entrada, la mansión es un homenaje viviente a su carrera y legado.

A pesar de la falta de compradores, la casa de Jordan sigue siendo una de las propiedades más impresionantes en el mercado. Los toques personales de "Su Majestad" podrían, eventualmente, atraer a alguien que aprecie tanto la grandeza del jugador como la magnitud de su hogar.

Mientras tanto, Jordan sigue disfrutando de la vida en su principal residencia en Florida, en el selecto Bear's Club, una comunidad de lujo diseñada por el famoso golfista Jack Nicklaus. Allí vive junto a su esposa, Yvette Prieto, en una mansión de más de 2.4000 metros cuadrados equipada con todos los lujos que se esperan de una estrella de su calibre.

A pesar de las complicaciones que ha encontrado en la venta de su propiedad en Highland Park, Jordan ha seguido invirtiendo en bienes raíces, adquiriendo en abril una segunda residencia en el Bear’s Club por 16,5 millones de dólares.

El caso de Michael Jordan no es el único en el que una propiedad de lujo enfrenta una considerable pérdida de valor en el mercado de Chicago. Recientemente, una mansión en Lincoln Park, que costó 65 millones de dólares para construir, fue vendida por solo 15,3 millones.

Sin embargo, en el caso de Jordan, la combinación de su inmensa fortuna y el hecho de que no tiene urgencia en vender, significa que su mansión podría permanecer en el mercado hasta que el comprador adecuado llegue.