El mundo del baloncesto sigue atento el fenómeno Caitlin Clark. La jugadora estadounidense sorprendió a todos en la Liga Universitaria y las expectativas en su debut en la WNBA eran altísimas. Y ha cumplido con creces. Ya es una estrella absoluta de la liga y no deja indiferente a nadie.

La base de 22 años de los Indiana Fever está llamada a dejar un gran legado en el baloncesto femenino y ya ha empezado a batir sus primeros récords. El último en fue el de convertirse en la máxima asistente en una temporada en toda la historia de la competición. 

Llegó a las 317 asistencias con todavía dos partidos por disputarse, reventando el récord Alyssa Thomas, quien nunca pensó que ese momento llegaría. Clark ya ha puesto su sello en la WNBA y no parece que existan límites en ella.

"Esto muestra lo bueno que ha sido el año para el baloncesto y todos los registros que batimos. Es muy divertido ver caer récords y creo que es bueno para el baloncesto seguir intentando ir a por ellos", confesó Caitlin Clark, muy cerca también de ganar el premio a 'Rookie del Año'.

Llamada a hacer historia

La llegada de Clark al baloncesto profesional no fue fácil. Sin descanso y con unas expectativas que le podían suponer una presión muy alta. Pero no ha decepcionado y ha firmado cifras a la altura de las mejores de la historia.

Mayor número de asistencias en un partido de la WNBA; la jugadora que más pronto ha conseguido 400 puntos y 200 asistencias (en 26 partidos. A su predecesora, Sue Bird, le llevó 33 noches conseguirlo); mayor número de doble-dobles en una rookie; mejores estadísticas totales en un partido (puntos, asistencias, rebotes, robos, triples, etcétera) en toda la historia de la liga… Todos estos registros tienen el nombre de Caitlin Clark.

Caitlin Clark, durante un partido de la WNBA. REUTERS

La expectación es tanta que han hecho falta unos Juegos Olímpicos para rebajarla. Cuando se anunció un mes antes de París 2024 que Clark no estaba entre las convocadas, el comité seleccionador tuvo que salir a explicar su decisión, algo inaudito cuando hablamos de una novata.

Caitlin Clark tiene toda la carrera por delante. Ya es una base que una visión de juego extraordinaria, con capacidad para anotar desde el triple y con un carácter y ambición necesarios para seguir escalando hacia el Olimpo. Los años terminarán por dilucidar cuál será su lugar, pero está claro que su primer impacto ha sido excelente.

Respaldada

Acaba de aterrizar en el baloncesto profesional y ya es una figura mediática. Su talento, descaro y estilo genera todo tipo de opiniones. Estar en el primer plano provoca tener gente en tu contra y es algo con lo que seguramente tendrá que lidiar a lo largo de toda su carrera. 

Sin embargo, grandes iconos de la NBA se han mostrado en favor de la estrella emergente. LeBron James fue uno de los primeros. "El que no esté con ella no tiene ni idea". "Hay mucha envidia. Y existe la envidia profesional. Yo envidio profesionalmente a Steph Curry... ¡Gana 60 millones! Pero es la vida. Tienes que entender que te tienes que ganar el reconocimiento", explicó Shaquille O'Neal.

Por su parte, el exjugador Charles Barkley quiso también echar un capote en favor de Clarck. "Soy fan de la liga y no le haréis nada malo ni aunque lo intentéis. Si tuviésemos un grupo con gente en una sala e intentasen diseñar un plan maestro, no igualarían a Clark. La chica es increíble. Todos los ojos que trae desde la universidad a las profesionales genera envidia".

De momento, a la chica nacida hace 22 años en Iowa no afecta la presión. Tampoco las críticas recibidas desde su Estado, uno de los graneros de votos habitual del partido republicano de Donald Trump (la propia Clark ha mostrado su apoyo a la demócrata Kamala Harris). Caitlin Clark se centra en el baloncesto y en intentar ser la mejor de todos los tiempos.