José Manuel Calderón tenía cuatro años cuando se fotografió junto a Essie Hollis y Terry White, dos jugadores estadounidenses de baloncesto del Baskonia durante los años ochenta. Tenía 13 cuando decidió emigrar a Vitoria, casi a 700 kilómetros de su pueblo natal y 24 cuando cambió las siglas de la ACB por las de la NBA. A los 38, con 935 partidos en la meca del baloncesto mundial a sus espaldas, decidió retirarse.
En Estados Unidos finalizó un viaje iniciado en Villanueva de la Serena, Badajoz, mismo punto de partida del actual presidente de MAPFRE, compañía con la que presenta el '675', su proyecto social "más ambicioso en cuanto instalaciones", como el mismo relata a este periódico. Todo ello en colaboración con la Fundación de la mencionada empresa, cuyo compromiso con la inclusión y diversidad reina desde hace más de 90 años.
Calderón se fue de las canchas en 2019, aunque nunca lo hizo del baloncesto. Se convirtió en asesor especial de Michele Roberts, la directora ejecutiva del sindicato de jugadores de la liga (NBPA). Su despacho en la Sexta Avenida de Nueva York le dibujó una visión global de la burbuja mastodóntica que es la NBA. Tres años después, fichó por los Cleveland Cavaliers, cuyo momento en 2022 era delicado, en calidad de asesor de la directiva.
Su carrera es el triunfo de una mentalidad que no ha variado con el tiempo. El espíritu que lo empujó a convertir una flaqueza, el tiro, en una virtud excelsa -sigue vigente en la NBA su récord de mejor porcentaje de tiro libre en una temporada (98,1%) de acierto- es el mismo que le lleva a permanecer en relación estrecha con el baloncesto.
Tras la presentación del '675', Calderón saca el bisturí y desgrana en exclusiva con EL ESPAÑOL la situación actual del baloncesto español, el relevo generacional y su actual figura. La de un líder. Se sienta tranquilo y habla con aplomo durante la conversación. "Los jóvenes necesitan tiempo para que el engranaje funcione. Tal vez, por culpa de nuestra generación no han podido llegar antes porque no les hemos dejado estar. Todo lleva su tiempo", analiza sobre la selección española actual y la que viene.
Pregunta.- Este nuevo proyecto social parece el más ambicioso de los que ha impulsado.
Respuesta.- Por el tamaño probablemente no. En Extremadura hemos hecho zonas de juegos en hospitales y demás, pero sí que es verdad que en ningún sitio eran 20.000 metros cuadrados de proyecto y, especialmente, por todo lo que podemos meter dentro. Así que nada ambicioso, por supuesto. Es un reto muy bonito. Creo que hemos hecho un muy buen equipo y sobre todo con la gente que se está acercando a nosotros. Y bueno, pues esperemos que sean muchos más los que se quieran acercar.
P.- España ha perdido peso internacional tras los resultados del Mundial 2023 y los Juegos Olímpicos de 2024. ¿Cómo la actual situación?
R.- Hay que valorar que hemos vuelto a estar en otros Juegos Olímpicos, que solo van 12 equipos de todo el mundo. Es verdad que se ha perdido. Se perdió un partido específico y te quedas fuera de los cuartos de final, pero creo que es como todo. Lo raro fue mi generación, con tanta gente de la misma edad. Lo lógico es tener dos campeonatos mejores que otros. España es un equipo encima en el que hemos estado tanto tiempo los mismos que al final, quieras o no, llega un momento en el que se tiene que notar ese cambio. Vamos a ver qué pasa en los próximos cuatro años, pero yo creo que se vive ese periodo de transición. Creo que hay jugadores jóvenes con mucha calidad, pero también necesitan tiempo. Igual incluso por culpa de nuestra generación no han venido antes porque no los hemos dejado estar. Entonces, yo creo que todo lleva un tiempo para que el engranaje empiece a funcionar otra vez mejor. Ahora deben encontrar su hueco.
P.- ¿Cómo ve ese relevo generacional que apunta? ¿Se está llevando a cabo de la manera adecuada?
R.- Creo que ahí lo que está pasando es algo más normal, que es que salgan dos jugadores un año. Luego otro jugador, otro año. Luego otro... es lo que suele pasar en todas las selecciones. Lo raro fue que en mi generación éramos cinco o seis o siete jugadores, todos del mismo año. Una misma generación que pudo vivir en el tiempo. Lo que suele pasar es que juntas a jóvenes y veteranos y tienes dos, tres, cuatro o cinco años buenos y luego los veteranos se te van y vienen otros. Eso es lo que suele pasar con muchas selecciones y yo creo que estamos en eso. Tenemos gente joven, sí, pero igual a algunos les faltan dos años. Otros están ahora mismo llegando, otros llevan ya cuatro. Entonces hay que ver cómo unir todo eso para competir al máximo.
P.- ¿Les ve dando el salto para competir en los Juegos de Los Ángeles 2028? A priori, Estados Unidos llegaría sin sus grandes líderes.
R.- Es muy largo. Tenemos que esperar. O sea, yo creo que tenemos muchos partidos de por medio. No solo de selección, sino de clubes para esos jugadores también sigan creciendo ellos mismos como jugadores en sus respectivos equipos. Veremos a ver. Es muy difícil clasificarse para unos Juego, ya lo vimos. Ojalá tengamos otra vez la oportunidad con los diferentes torneos que tenemos para poder llegar y estar entre esos 12 otra vez para poder luchar. Luego, una vez estás en los torneos, puede pasar de todo.
P.- Hablemos de su etapa en la NBA. ¿Cómo recuerda su llegada? ¿Qué lo más complicado?
R.- El inglés -risas-. Lo más difícil y tal vez lo único. Todo lo demás es muy normal, especialmente para el deportista porque al final tienes unos horarios, una forma de trabajar...Cuando estás allí no es lo mismo que aquí. El hecho de trabajo, de amigos, de ese tipo de cosas, pero poco más realmente. Tuve la suerte también de ir a Toronto, que es una ciudad mucho más europea, probablemente que si hubiera ido directamente a Estados Unidos. Pero la adaptación no fue tan complicada en ese sentido. El idioma fue lo que más me costó y luego los horarios y demás. Casi que tu propio trabajo te obliga a adaptarte a lo que hay. Y aunque quieras cenar a las diez tienes que cenar a las siete, porque a las diez están muchos sitios cerrados. Entonces te vas adaptando poco a poco al día a día.
P.- En 2019 pasa a trabajar en el sindicato de la NBA. ¿Se dio cuenta del respeto que le tienen los jugadores para representarlos?
R.- Sí, totalmente. Cuando me llamaron por primera vez era importante estar dentro de esa asociación para aprender. Daba un poco ya no solo respeto, sino la amistad, las conversaciones... Muchas cosas que había hecho con ellos fuera y que podía echar una mano. Al final era poder estar en la oficina y pensar por ellos para ayudar en lo que pudiera. Y la verdad que fueron dos años muy buenos. Una experiencia buenísima y bueno, tengo una relación buenísima con todos los que siguen dentro de la oficina y del día a día de la asociación.
P.- Tres años después, en 2022, ficha como asesor de los Cavs. ¿Cómo es trabajar para un la franquicia de Cleveland viviendo usted en Nueva York?
R.- Este año tendré que ir más. Un par de días a la semana. Normalmente, estoy allí una semana o diez días al mes. El vuelo dura una hora, así que bastante fácil. Soy el de Front Office y Basketball Operations. Estoy un poco en la Unión. Trato con los jugadores y el entrenador y trato con la dirección deportiva, pero donde más tiempo paso es en la estrategia. Fichajes del año siguiente, temas del draft... Es verdad que no hago demasiado scouting porque tenemos muchos scouts, pero luego llevar un poco cómo van todos los jugadores. Al final un poco dirección deportiva. Aquí sería un poco la dirección deportiva de preparar para que el equipo tome las mejores decisiones. Aporto mi granito de arena para que mi jefe esté informado y tenga todos los puntos de vista para tomar una decisión.
P.- ¿Se ve trabajando en un equipo español con una figura así?
R.- La verdad es que no lo sé. Ahora mismo tengo otras muchas cosas en las que estoy involucrado. Estoy muy contento allí, de momento aprendiendo muchísimo y bien con mi familia en Estados Unidos. No sé lo que pasará o lo que vendrá. No es algo que tenga un objetivo de quiero hacer esto o lo otro en esta parte. O sea, que realmente estoy muy abierto a ver qué pasa, a ver que qué oportunidades pueden surgir. Pero la verdad que estoy feliz allí.
P.- Hablemos de tres nombres específicos. El primero, Luka Doncic. ¿Le ve MVP esta temporada?
R.- El MVP tiene muchas cosas. Hay demasiados factores. Si fuera por números, por supuesto que puede ser MVP ya varias temporadas. Está en la conversación, de hecho, pero muchas veces también es la unión de todo. De qué hace tu equipo en la Liga regular, partidos jugados... Creo que son otros detalles que muchas veces también es suerte y que todo vaya bien. Considero que va a estar en la conversación, seguro. Y bueno, pues está jugando a un nivel de los últimos años increíble.
P.- Excepto Aldama, actualmente no hay más jugadores españoles en la NBA. Otros años ha habido hasta ocho. ¿Cómo lo interpreta?
R.- Es lo normal. Son ciclos que pasan en todos los deportes y en todos sitios y que, probablemente, dentro de tres años tendremos otra vez cuatro o cinco jugadores en la NBA. O llegaremos a ocho o volveremos a uno. Pero que yo creo que esto digamos que lo raro era lo que habíamos hecho nosotros, que éramos demasiados. No demasiados en el mal sentido, sino del mismo año, lo que hizo que estuviéramos en ese nivel durante tanto tiempo.
P.- La última. ¿Cómo cree que lo hará Jordi Fernández, el primer español en entrenar en la NBA, al frente de los Brooklyn?
R.- Seguro que bien. Jordi no viene de España, lleva muchísimo tiempo en Estados Unidos. Ha pasado creo que por todas las posiciones que un entrenador pueda pasar por una franquicia. Ha hecho un trabajo increíble en todos los sitios donde ha estado. Tiene la oportunidad de encima de reconstruir, de empezar de cero en un equipo. Creo que eso es muy importante para poder crear tu propia cultura. Para empezar como tú quieres hacer las cosas y creo que es un muy buen sitio para hacerlo. Ojalá le vaya muy bien. Le veré bastante este año -risas-.