Tras la agónica victoria a domicilio ante el Maccabi Tel Aviv en el último partido de la Euroliga y la última ante UCAM Murcia en la Liga Endesa, el Barça ha vuelto a mostrarse como equipo irregular ante el Armani Milan. El equipo italiano, liderado por el ala-pívot Zach Leday, sumó su sexta victoria consecutiva en la Euroliga (81-94). [Así hemos vivido la derrota del Barça]
El regreso de Mirotic al Palau Blaugrana fue el gran aliciente de un partido donde el hispano-montenegrino anotó 19 puntos y fue ovacionado por los aficionados azulgranas.
El conjunto de Joan Peñarroya controló el envite hasta el tercer cuarto, cuando los de Ettore Messina se entonaron desde el perímetro y cerraron un parcial de 17-36 que decidió el partido a su favor ante un rival desbordado.
Un Barça de más a menos
Y eso que a diferencia de otros duelos, el Barça entró en el partido concentrado, consciente de que la única manera de plantar cara al conjunto lombardo era a través de ser fuerte atrás, uno de los lunares del equipo de Peñarroya. En el primer cuarto consiguió su propósito, pues la escuadra de Ettore Messina, repleto de talento exterior, se quedó en 16 puntos, 7 de los cuales de Mirotic, el desatascador en el ataque algo anárquico de su equipo en los primeros 10 minutos.
El conjunto local, en cambio, practicó un juego más coral -prueba de ello fueron las 7 asistencias que repartió en los primeros 10 minutos-, lo que le permitió situarse con una ventaja de ocho puntos al final del primer periodo (24-16) gracias a un triple final de Darío Brizuela, que reaparecía tras superar una lesión en el psoas. La ventaja no fue superior porque los azulgranas se cargaron rápidamente de faltas y el Milán lo aprovechó para anotar puntos desde la línea de tiros libres.
En el segundo cuarto se igualó la contienda. Mirotic regresó a pista y castigó a Joel Parra, ya fuera en el poste bajo o desde el perímetro, mientras que los triples empezaron a entrarle al Milán de la mano de Brooks y Leday.
Pese a ello, el bloque italiano nunca se puso por delante de su rival antes del descanso. Y cuando el Barça, acertado desde la línea de 6,75 metros, andaba desnortado en ataque con 38-38 (min.19), apareció el imprevisible Justin Anderson con cinco puntos consecutivos para dar aire a su equipo, que llegó al descanso con una ventaja de tres puntos (43-40).
En la reanudación, ambos equipos endurecieron las defensas. A Mirotic le costaba encontrar el aro, lo dio aire al Barça, muy intenso atrás, que llegó a gozar de una renta favorable de 9 puntos (55-46, min.25) gracias a la aportación de Satoransky y un triple de Núñez.
Pero la tranquilidad le duró al equipo de Peñarroya lo que tardó el Milán en dinamitar el tercer cuarto desde la línea de 6,75 metros. Los triples de Causeur, Leday -en dos ocasiones-, Shields y Dimitrijevic impulsaron al conjunto lombardo, que en cinco minutos y 25 segundos encadenó un parcial escandaloso de 5-30 y noqueó a los pupilos de Peñarroya, que afrontaron el último periodo con una desventaja de 16 puntos (60-76).
El Barça se encomendó al efecto Palau Blaugrana para dar la vuelta al partido en el último cuarto, pero ni con la anarquía de Punter, que acabó con 21 puntos, pudo discutirle la victoria al conjunto lombardo, que dejó tocado a un equipo que en las últimas semanas anda sin rumbo. La afición del Palau terminó coreando a Mirotic y silbando a su equipo.