Bronny James, durante un partido con Los Ángeles Lakers

Bronny James, durante un partido con Los Ángeles Lakers Reuters

Baloncesto

Bronny, el hijo de LeBron James: una carrera prometedora contra el peso del apellido, el momento de los Lakers y su salud mental

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Bronny James, el hijo mayor de la superestrella de la NBA LeBron James, representa una mezcla única de talento, expectativas desmedidas y desafíos personales. Su incursión en el mundo profesional del baloncesto ha sido un viaje lleno de altibajos, marcado tanto por su esfuerzo para labrar su propio camino como por la presión de llevar un apellido que resuena en la historia del deporte.

En su primera temporada con Los Angeles Lakers, Bronny enfrenta un escenario complejo, desde la lucha por minutos de juego hasta el manejo de problemas de salud mental, todo mientras busca consolidar su lugar en la liga.

Desde joven, Bronny ha estado bajo la mirada del público. Como hijo de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, sus movimientos en la cancha siempre han sido analizados minuciosamente.

Sin embargo, su camino hacia la NBA no ha estado exento de dificultades. Un paro cardíaco sufrido en 2023 puso en riesgo su carrera e incluso su vida. Tras someterse a una cirugía, logró retomar su actividad deportiva con USC en la NCAA, aunque su desempeño estuvo marcado por la precaución y la necesidad de adaptarse nuevamente a la competición.

La salud mental también ha sido un factor clave en su trayectoria. En entrevistas recientes, Bronny confesó haber lidiado con enfermedades mentales derivadas de las lesiones y la presión de las expectativas.

"Es una bendición poder jugar este deporte que amo. Hubo la posibilidad de que no pudiera. Así que me levanto y estoy agradecido por ello cada día", declaró, demostrando una resiliencia que va más allá de la cancha.

Ganarse un hueco en los Lakers

En octubre de 2024, Bronny y su padre, LeBron James, hicieron historia al convertirse en el primer dúo padre-hijo en jugar juntos en un partido oficial de la NBA. Este logro fue el resultado de un arduo trabajo y de la confianza depositada en él por parte de los Lakers, quienes lo seleccionaron en la posición 55 del draft.

Sin embargo, su rol dentro del equipo ha sido limitado. En sus primeros siete partidos con los Lakers, promedió apenas 2,6 minutos por encuentro, con 0,6 puntos y 0,3 asistencias. Estas cifras reflejan el desafío de encontrar un lugar en una plantilla altamente competitiva y con una gran profundidad en la posición de guardia.

La profundidad de la plantilla de los Lakers es uno de los principales obstáculos para que Bronny obtenga más minutos en la cancha. Posicionado como un escolta perimetral versátil, compite con jugadores experimentados como Austin Reaves y D’Angelo Russell (recientemente traspasado a los Nets en una operación en la que llega a LA Shake Milton), quienes tienen roles consolidados en el equipo. Además, la flexibilidad posicional de jugadores como LeBron James y Dalton Knecht dificulta aún más su incorporación a la rotación.

La situación de Bronny también ha sido afectada por la presencia de otros jugadores que combinan tiempo entre la NBA y la G League bajo contratos bilaterales, como Quincy Olivari y Armel Traoré. Esta dinámica ha limitado su oportunidad de demostrar su valía en partidos de la NBA, relegándolo a brillar en el equipo filial, los South Bay Lakers.

Brony, junto a LeBron James en el banquillo de Lakers

Brony, junto a LeBron James en el banquillo de Lakers Reuters

Progresión en la G League

En la G League, Bronny James ha tenido la oportunidad de mostrar su potencial. Promedia 13,4 puntos, 3,4 asistencias y 1,3 robos por partido, con un porcentaje de tiros de campo del 37,4 %.

Aunque sus porcentajes en triples (21 %) y tiros libres (66,7 %) indican que aún tiene áreas por mejorar, su actuación de 30 puntos contra los Valley Suns lo consolidó como un jugador capaz de liderar en momentos clave. Este desempeño ha sido crucial para su desarrollo y ha demostrado que tiene el talento para competir a un nivel alto.

El manejo de Bronny por parte de los Lakers ha sido objeto de críticas. Leyendas como Charles Barkley han cuestionado las restricciones impuestas al jugador, como limitar su participación a los partidos en casa con el equipo filial. "Esto de que sólo jugará partidos en casa es estúpido; no es justo para él ni para el equipo", declaró Barkley, señalando que estas decisiones podrían estar frenando su progreso.

Por su parte, el entrenador de los Lakers, JJ Redick, ha defendido a Bronny, destacando su ética de trabajo y su dedicación. "Bronny se lo ha ganado gracias al trabajo duro", declaró, rechazando las acusaciones de nepotismo que han circulado desde su selección en el draft.

Pies en la tierra

A pesar de las adversidades, Bronny James mantiene una actitud positiva y centrada en su progreso. "Realmente nunca pensé en ir a jugar con mi papá. Pero eso siempre está ahí. Sin embargo, ese no era mi enfoque principal", dijo en su presentación con Los Ángeles Lakers, dejando claro que su prioridad es construirse una carrera basada en sus propios méritos.

El peso del apellido James es innegable, pero Bronny está demostrando que tiene la capacidad y la determinación para hacer su propio camino. A medida que continúa desarrollándose como jugador, su historia es un recordatorio de que el éxito en la NBA no solo depende del talento, sino también de la resiliencia y la capacidad de superar los desafíos.

El futuro de Bronny en la NBA depende de su capacidad para traducir su desempeño en la G League a un nivel constante en la liga principal. Los Lakers parecen estar manejando su desarrollo con cautela, equilibrando sus minutos de juego y las oportunidades para evitar una sobrecarga física o mental. Mientras tanto, su actitud de gratitud y esfuerzo diario sigue siendo su principal motor.

En un panorama donde las expectativas suelen ser abrumadoras, Bronny James está demostrando que tiene el carácter necesario para enfrentar las adversidades y construir una carrera que lo defina por lo que es: un joven talentoso con una promesa inmensa, dispuesto a dejar su propia huella en el baloncesto profesional.