El Real Madrid estrena en casa el liderato de la Euroliga ante un rival con glamur de pasarela, el EA7 Emporio Armani Milán, que aunque es el último de la clasificación tiene 'modelos' y argumentos contrastados para poder estropear el desfile si los de Pablo Laso no sacan a relucir sus mejores galas.
Será el cuarto partido en ocho días para los madridistas, un dato a tener en cuenta porque explica las sorpresas que se están dando, sobre todo en las jornadas dobles, de la máxima competición europea. Y si no que se lo digan al CSKA Moscú que perdió el martes en Kaunas ante el Zalgiris, o al Olympiacos que cayó este miércoles en Milán.
En la primera temporada en que los equipos de Euroliga van a tener que afrontar alrededor de ochenta partidos, entre los continentales y los de la Liga doméstica, la gestión del esfuerzo, de las lesiones y de los picos de forma de cada jugador ha pasado a ser un punto fuerte de la planificación y Laso está sacando nota hasta el momento.
El EA7 Milán del croata Jasmin Repesa puede tener una clasificación que llame a engaño porque en sus filas, pese a la salida de Alessandro Gentile, hay jugadores de calidad perfectamente contrastados.
Los serbios Miroslav Raduljica (2.13 metros) y Milan Macvan (2.06) llevan el peso del equipo bajo los aros, mientras que en el juego exterior la batería de figuras no es desdeñable con el estadounidense Jamel McLean (2.03), además de viejos e importantes conocidos del baloncesto ACB como el esloveno Zoran Dragic y el croata Krunoslav Simon.
El estadounidense Ricky Hickman, el lituano Mantas Kalnietis y el transalpino Andrea Cinciarini completan una plantilla de primer nivel. Galatasaray y Olympiacos, derrotados por el EA7 en Milán en las dos últimas jornadas pueden dar fe de ello.
El Madrid, que tendrá la duda hasta el último momento de Luka Doncic, que con un estiramiento en el recto anterior de la pierna izquierda no viajó a Alemania, tiene un saldo muy positivo en sus enfrentamientos con los italianos, 8-1.
En sus cuatro anteriores visitas el EA7 nunca ganó en Madrid, pero jugar menos de 48 horas después de haber acabado el partido anterior siempre amplía el margen para la sorpresa. Por el cansancio, la concentración y la falta de tiempo específico para preparar el partido.
El equipo de Laso regresó en vuelo chárter nada más acabar el partido en Alemania y en la mañana de este jueves ha tenido un entrenamiento de recuperación y apenas un momento para retocar alguna jugada y refrescar en la memoria el juego de los italianos.
Así pues, el Madrid saldrá a pasear su glamur de líder ante sus aficionados, y ante un 'elegante' rival, con sus mejores galas, pero no deberá olvidar el mono de trabajo para poder tener un estreno lleno de éxito.