Los Angeles Lakers lo han vuelto a hacer. Por algo son la segunda franquicia más laureada de la historia de la NBA (16 títulos): además de ser cantera de algunos de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, también han conseguido adquirir a ciertos mitos de la competición vía traspaso. Con resultados individuales y colectivos más que meritorios. Una dinámica que se espera repetir con LeBron James desde la próxima temporada y que ya se dio con otros 'cracks' que vistieron de amarillo y púrpura.
Aquí van los casos de cinco leyendas que afianzaron su lugar en el Olimpo de la canasta gracias a los Lakers. Ellos son el mejor espejo en el que puede mirarse el nuevo y flamante fichaje del equipo californiano, la sexta leyenda llamada a marcar una época en LA.
Wilt Chamberlain
Después de sus años en Filadelfia y San Francisco, saldados con un anillo de la mano de los 76ers (1967), el interior más temible de los 60 junto a Bill Russell aterrizó en Hollywood. Cuando los Lakers se hicieron con sus servicios en 1968, venían de perder hasta cinco finales contra su eterno rival, los Boston Celtics, en aquella década.
Caerían en una ocasión más contra los Orgullosos Verdes ya con The Big Dipper en sus filas (1969) y también contra los New York Knicks por partida doble en 1970 y en 1973. Entre medias, el título de 1972, precisamente ante los Knicks y con Chamberlain como MVP de la eliminatoria decisiva. Se retiró al año siguiente con unos promedios de 17,7 puntos y 19,2 rebotes por partido en el global de sus cinco temporadas como laker. Su número, el 13, fue retirado por la franquicia.
Kareem Abdul-Jabbar
Otro hombre alto mítico al que se le resistió el anillo durante cinco años tras llegar a los Lakers en 1975, procedente de unos Milwaukee Bucks con los que fue campeón (y MVP tanto de las finales como en varias ocasiones de la NBA) en 1971. Fue en Los Ángeles donde Kareem terminó de escribir su leyenda a lo grande, con cinco campeonatos más (1980, 1982, 1985, 1987 y 1988), otros dos premios como jugador más valioso (uno de la liga y otro de las finales) y la condición de máximo anotador histórico de la competición (38.387 puntos).
Entre 1975 y 1989 (14 temporadas), el '33' promedió 22,1 puntos y 9,4 rebotes como jugador del conjunto angelino. Ser uno de los mejores jugadores de siempre, con casi toda su gloria cimentada en el Forum, le valió para que su camiseta también fuera retirada en California.
Kobe Bryant
La historia es de sobra conocida, pero merece la pena rescatarla ahora. Porque los Lakers no le eligieron en el Draft de 1996, no. Fueron los Charlotte Hornets quienes, con el pick número 13, apostaron por Bryant en un primer momento. Aunque el traspaso del jugador al que después sería el equipo de su vida ya estaba pactado antes de la ceremonia y no tardó en concretarse. Vlade Divac fue quien jugó en los Hornets en lugar de Kobe.
Él, por su parte, se ganó un sitio entre los grandes de la canasta durante sus 20 temporadas en Los Ángeles: cinco anillos (2000, 2001, 2002, 2009 y 2010), dos MVP de las finales, un MVP de la liga, tercer máximo anotador histórico de la NBA (33.643 puntos)... ¿Sus promedios? 25 puntos, 5,2 rebotes y 4,7 asistencias. Y el '24' que llevó a la espalda bien visible en lo alto del Staples Center.
Shaquille O'Neal
Después de hacerse un nombre en la liga de la mano de los Orlando Magic, con los que llegó a ser finalista de la NBA en 1995, Shaq se abrazó al glamour de los Lakers en 1996. Llegó al equipo a la vez que Kobe Bryant, con el que, a pesar de sus más y sus menos, ganó tres campeonatos consecutivos entre 2000 y 2002, con Phil Jackson como entrenador.
O'Neal también estaba en el equipo subcampeón de 2004, que no cuajó a pesar de haberse reforzado con Karl Malone y Gary Payton. Todavía ganaría un título más en 2006, con los Miami Heat, aunque siempre se le recordará, sobre todo, por sus ocho temporadas en LA. Allí fue tres veces MVP de las finales y una de toda la liga a nivel individual, por ejemplo. Promedió 27 puntos y 11,8 rebotes por partido en sus ocho temporadas de amarillo y púrpura (1996-2004). Sí, su '34' es otro de los números retirados que cuelgan del techo del pabellón de los Lakers.
Pau Gasol
Otro jugador interior más fundamental en los Lakers. Gasol se convirtió en uno de los europeos más respetados de la NBA al poco de llegar a Estados Unidos, pero fue en 2008 cuando se le presentó la oportunidad de su vida. Y vaya si la aprovechó, con un traspaso que le sacó de los Memphis Grizzlies para conducirle a la gloria: dos títulos (2009 y 2010) y un subcampeonato (2008) como gran escudero de Kobe Bryant, del que el español se volvió inseparable.
Pau logró unos promedios de 17,7 puntos y 9,9 rebotes por encuentro durante sus siete temporadas en Los Ángeles. Aquella fue la etapa más exitosa de su carrera en la mejor liga del mundo. De ahí que el dorsal '16' que llevó entre 2008 y 2014 tenga muchas posibilidades de ser retirado algún día por la franquicia californiana.
LeBron James
A sus 33 años, el '23' más famoso de la historia junto con Michael Jordan ya ha hecho méritos de sobra para ser considerado uno de los más grandes. Y, desde luego, el mejor jugador del mundo ahora mismo. Con tres anillos (2012, 2013 y 2016), tres MVP de las finales y cuatro de la NBA, más otros tantos logros, ¿quién puede discutir su jerarquía? Y, sin embargo, el Rey es insaciable: quiere más y más.
Sólo así se explica su fichaje por los Lakers tras sus dos etapas en los Cleveland Cavaliers y su paso también por los Miami Heat. El Oeste será más salvaje que nunca (que nadie se olvide de los Golden State Warriors, los Houston Rockets y los Oklahoma City Thunder) y LeBron volverá a militar en un equipo competitivo. Quizá acompañado por Kawhi Leonard y DeMarcus Cousins. Además, con al menos cuatro años (a la sazón de 154 millones de dólares en total) para demostrar que el suyo también será un traspaso para la historia. De LA y de la liga en su conjunto.