La crisis del coronavirus sigue causando estragos a nivel mundial. Y es que el virus que, inicialmente, empezó azotando a China se ha ido expandiendo por todo el planeta y se ha convertido ya en una pandemia que afecta ya a cientos de países.
Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, quiso dirigirse a sus compatriotas, el pasado lunes, a través de su cuenta de Twitter. "Estados Unidos respaldará poderosamente a aquellas industrias, como las aerolíneas y otras, que están particularmente afectadas por el virus chino. ¡Seremos más fuertes que nunca!", dijo Trump.
Este mensaje no pasó desapercibido para Jeremy Lin, el jugador estadounidense de baloncesto que desarrolló su carrera en la NBA antes de que el pasado verano se marchase a China, con el título de campeón bajo el brazo, a defender la camiseta de los Beijing Ducks. Lin, nació en Torrance (California) pero es de origen Taiwanés, por eso no dudó en replicar al presidente de Estados Unidos, también, a través de Twitter.
"Deseo que apoye poderosamente a las personas vulnerables que sufrirán debido a nuestra mala gestión de este virus, incluidas aquellas que se verán afectadas por el racismo que usted está potenciando", le replicó Jeremy a Trump.
El jugador no se quedó ahí. Aprovechó la ocasión para compartir una reflexión con sus seguidores en la misma red social. "Y no quiero saber que no hay sarampión alemán/gripe española porque todos los días, los asiáticos y estadounidenses, incluso, están amenazados y atacados físicamente. No me importa una mierda la historia de los nombres. Lo que sí sé es que este sutil mensaje anti-chino solo potencia más odio hacia los asiáticos", decía contundente Lin.
Lin lanzó un mensaje por la unidad
"No estoy de acuerdo con el viejo estigma minoritario del modelo asiático en el que no hablamos ni nos defendemos. En tiempos como ahora, realmente necesitamos permanecer unidos. ¡Combatamos este virus JUNTOS! Lávense las manos, practiquen el distanciamiento social, tómenlo en serio, manténgase seguros", decía Lin. Y finalizó su discurso señalando que "ahora estos tres deben permanecer: fe, esperanza y amor. Pero el mayor de ellos es el amor", sentenció Jeremy.
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