"Vamos a creer hasta el final". Es el mensaje que dejó Luka Doncic durante la madrugada del viernes al sábado. Los Golden State Warriors volvían a ganar a los Dallas Mavericks en su casa (126-117), esta vez remontando una desventaja de 19 puntos. 2-0 en la serie y la historia que dice que los texanos lo tienen prácticamente imposible.
Los Mavericks iban ganando de 19 puntos en el segundo cuarto y de 14 en el descanso del segundo partido, pero finalmente cayeron ante unos Warriors fantásticos en la segunda mitad (68-45). Distinto argumento al choque inaugural de la serie, en el que Curry y compañía impusieron su orden y arrasaron (112-87).
¿Qué cambió? Pues posiblemente la recuperación de Doncic de una enfermedad sobre la que tanto se viene hablando la última semana y tantos rumores ha despertado. Su participación en el primer partido se vendió como una especie de Flu Game, el famoso quinto partido de las Finales de 1997 en el que Michael Jordan jugó con fiebre.
Doncic, que pasó una mala noche sin dormir y con vómitos tras el primer duelo, jugó la pasada madrugada un partidazo con 43 puntos (12 de 23 en tiros, 5 de 10 en triples, 13 de 15 desde la línea de personal), 5 rebotes, 8 asistencias y 3 robos. Los números distan de los que registró en el anterior partido: 20 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias.
Pese a que además de sus problemas gástricos también tiene dolores en el hombro derecho, Doncic no lo usó como excusa para otra nueva derrota y dijo que no tiene "nada serio".
La defensa ha sido el punto débil de los Mavs, especialmente en los últimos dos cuartos del segundo partido: "Es difícil aguantarles. No hemos hecho nuestro trabajo en la segunda parte. En la primera creo que hemos defendido bien y en la segunda no. Así que tenemos que mejorar nuestra defensa", decía Doncic este viernes.
La historia está en contra
Los Mavs desaprovecharon una oportunidad de oro y es que la NBA no está acostumbrada a gestas como la que le toca hacer a la franquicia texana. El 2-0 que le toca remontar desde ya, cuando la serie pasa a jugarse en Dallas los próximos dos partidos, es un reto mayúsculo para cualquiera.
Solo seis Finales de Conferencia tuvieron un ganador que empezó 2-0 perdiendo. El último caso es el de los Toronto Raptors, que en 2019 remontó a los Milwaukee Bucks en las Finales del Este y luego contra Warriors se proclamaron campeones de la NBA.
Sin embargo, parece que en el Este es más fácil que en el Oeste, donde solo un equipo en la historia logró la proeza que ahora intentan los Dallas Mavericks. Fueron los Oklahoma City Thunder de 2012, que dieron la vuelta a un 2-0 de San Antonio Spurs. Lo único negativo es que el anillo luego se lo llevó Miami Heat.
Los Dallas Mavericks vuelven a luchar contra la historia. Lo bueno es que tienen el precedente de las semis de Conferencia, en las que remontaron a los Phoenix Suns. La franquicia texana sabe sufrir y liderada por Luka Doncic todavía puede soñar con todo.
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