Contador hace grande a Geraint Thomas

Esta mañana, Geraint Thomas vestía con el amarillo resplandeciente que distingue al líder de París-Niza y montaba la Pinarello negra y celeste de Sky con una modificación tan imperceptible como a la postre decisiva. En lugar de los 53 dientes habituales, su plato grande contaba 54. Esto significa más fatiga para las piernas, más metros recorridos por cada pedalada… y más velocidad potencial.

“Me lo puse porque sabía que tendría que perseguir en el descenso hasta Niza”. Estaba telegrafiado que, tras su ofensiva de ayer, Alberto Contador (Tinkoff) iba a atacar en la sucesión de subidas a la vera de la Costa Azul programada para hoy.

Primer demarraje

Era una cuestión de cuándo, de sufrir, de contener, de contrarrestar. Lo tuvo presente el galés a la hora de elegir su material, y gracias a eso se anotó la mayor victoria de su incipiente carrera deportiva. El primer demarraje de Contador acaeció en la penúltima subida. Fue un ardid bien planteado: dos compañeros viajaban en la escapada del día, prestos a ponerse al servicio de su líder. Aunque la intentona fue neutralizada por un Sky compacto, no resultó inocua por cuanto endureció la carrera. El siguiente punto llegó en el Cold’Éze, ascensión decisiva, en la cual Contador arrancó un par de veces para testar y su adlátere Rafal Majka impuso ritmo cuartelero para seleccionar.

Fue a partir de ese punto cuando inició una sucesión de ataques por parte de Contador que fueron secados de forma cuasi explosiva por Sergio Henao, gregario colombiano de Thomas que se ha destapado en esta París-Niza como ciclista de primera línea mundial. El galés, por su parte, regresaba a la rueda de su gran rival pinteño a ritmo. Poco a poco fue llevándole más y más tiempo emparejar cada órdago de Contador… Hasta que se descolgó.

Ganador virtual

Con 2 kilómetros de subida y casi 20 de descenso por delante, bien acompañado de Richie Porte (BMC, cuarto provisional de la general, que saltó al tercer lugar gracias a la ofensiva) y Tim Wellens (Lotto-Soudal, proveniente de la fuga del día, se anotó la victoria parcial), Contador hincó los dientes en la crisis de un Thomas al que Henao trataba de remolcar con resultado desigual. El madrileño fue ganador virtual durante varios minutos pero en el terreno favorable fueron los dientes de Thomas los que masticaron la ventaja fraguada por Contador hasta triturarla.

Sólo cuatro segundos faltaron al ganador de las tres grandes vueltas para ganar París-Niza; los mismos que perdió en el sprint final de la segunda etapa, los mismos que podría haber conseguido en el final en alto suspendido el miércoles por mal tiempo. No obstante, las cábalas no deben restar brillo al enorme triunfo de Thomas, el ciclista más completo del pelotón actual, capaz de disputar con la misma soltura París-Niza, París-Roubaix o Tour de Francia, que con esta victoria sobre Contador certifica una madurez sin techo a la vista.