El broche de la primavera ciclista no pudo tener una tónica más invernal. Bajo un copioso aguacero cuyas gotas se tornaban a ratos en copos de nieve se desarrolló la carrera más antigua del calendario internacional, la última de las grandes clásicas de abril, el cuarto de los Monumentos: Lieja-Bastoña-Lieja. Y como ha sido habitual en casi toda la estación, con Démare ganando en San Remo o el jornalero Hayman en Roubaix, el vencedor fue uno que no aparecía en las quinielas.
Ya en febrero, Wout Poels avisó con una llamativa victoria en la Vuelta a la Comunidad Valenciana de que estaba dispuesto a hacer temblar la jerarquía de Sky, en la cual se asentaba como gregario desde la temporada pasada. En ‘La Decana’ asumió la responsabilidad. Chris Froome estaba retomando la competición desde su pausa tras la Volta a Catalunya; Sergio Henao, apartado por problemas en su pasaporte biológico; el teórico líder, Michal Kwiatkowski, rindiendo por debajo de lo esperable.
Era su momento y lo aprovechó. Poels siguió un duro ataque del veteranísimo Michael Albasini (Orica-GreenEdge) en la novedosa Côte de Rue Naniot, 600 metros de subida sobre pavé al 10,5% de media que se coronaba a poco más de dos mil metros de la línea de meta. Allí, coronada la tradicional cota de Ans, remató al suizo y a sus otros dos compañeros de aventura, Rui Costa (Lampre-Merida) y un Samuel Sánchez (BMC) que no tuvo fuerzas para disputar el sprint.
Para el Team Sky es el primer Monumento en siete temporadas de actividad. El conjunto británico ya lo tiene todo en las vueltas de una semana y domina el Tour de Francia, tal y como demuestra el hecho de que ha ganado tres de sus cuatro últimas ediciones. Sin embargo, aún se le resistían las grandes clásicas, esos cinco Monumentos (San Remo, Flandes, Roubaix, Lieja y Lombardía) que valen por toda una carrera deportiva. Tuvo que ser el gregario Poels quien anotara el primero.
El súper equipo británico tampoco ha ganado hasta ahora Giro d’Italia ni Vuelta a España. Al escalador inexplicable Mikel Landa, brillante ganador esta semana del Giro del Trentino, le encomiendan la tarea de romper esa estadística. Su gran rival, Vincenzo Nibali (Astana), demostró en La Decana estar un tanto verde cuando las cosas se pusieron serias. El escenario y los estados de forma y ánimo serán totalmente distintos en la línea de salida de Apeldoorn dentro de un par de semanas.
Movistar y Etixx naufragan
Tras su exhibición hace tan sólo cuatro días en la Flecha Valona, de Movistar se esperaba algo parecido para propiciar la cuarta victoria de Alejandro Valverde en la prueba de Lieja. Ésta tendrá que esperar: el mal tiempo fue demasiado para el murciano. Frente al conjunto telefónico, Etixx-Quick Step. Pese a ser el equipo más laureado del año, los belgas no han consumado ninguno de sus grandes objetivos. Esta era su última oportunidad para alegrar una temporada de clásicas que finalmente salda con el segundo puesto de Boonen en Roubaix como mejor resultado.
Movistar asumió el mando a 70 kilómetros del final para echar abajo la fuga del día justo cuando más intensa era la nevada. El conjunto telefónico fue en todo momento el que más corredores tuvo en el grupo principal. A medida que se acercaba la tradicionalmente decisiva Côte de Saint-Nicolas se desató la guerra entre los dos equipos más potentes. Etixx se puso a tirar del pelotón en bloque y Movistar contestó filtrando efectivos en cada escapada que se formaba. O, directamente, lanzaba ofensivas para forzar el ritmo.
Sin embargo, cuando llegó el momento decisivo no hubo piernas. En la subida adoquinada donde se decidió la carrera, Valverde no apareció. Tras ella, Ion Izagirre se puso en cabeza del grupo para tratar sin éxito de acercar a su líder. No era el día. El murciano ni siquiera esprintó en meta para hacer puesto y acabó en decimosexto lugar. “Me quedo con una sensación rara y al mismo tiempo buena”, comentó en la nota de prensa de su equipo. “He visto que mis condiciones siguen siendo óptimas de cara al Giro”, se consolaba. Cerrando su grupo llegó Julien Alaphilippe, el mejor Etixx del día, en un discreto puesto 23.
La nota positiva del día para Movistar fue la confirmación de la recuperación para su causa de Carlos Betancur. ‘Bananito’ hizo la mejor carrera desde que viste de azul telefónico, siendo importante y competitivo ante los mejores clasicómanos del mundo: se introdujo en varias ofensivas e incluso arrancó en solitario por partida doble. A partir del martes tendrá la ocasión de lucirse en el Tour de Romandía, una ronda suiza de categoría World Tour cuyos cabezas de cartel son Chris Froome e Ilnur Zakarin (Katusha; 5º en Lieja). En principio no acudirá al Giro, si bien figura como reserva en la inscripción de Movistar Team para la ‘corsa rosa’.