El corredor fallecido en la Marcha cicloturista TowCar Puertos Ribagorza es el exciclista profesional David Cañada, según ha confimado el Gobierno de Aragón. Cañada, de 41 años y residente en la comarca de las Cinco Villas (Zaragoza), portaba en la carrera el dorsal número 1.731, según un comunicado de la organización que no ha precisado la causa del fallecimiento. Aunque después, fuentes de la misma han revelado a El Heraldo de Aragón que Cañada ha chocado con otro ciclista, lo que ha provocado su caída y posterior golpe fatal en la cabeza.
El accidente ha tenido lugar en torno a las 9.28 horas de la mañana de este sábado, hora y media después de comenzada la prueba en la que participaban 2.000 corredores. El percance tuvo lugar en el kilómetro 388 de la Nacional 260, a su paso por la localidad de El Run (Huesca), en el municipio de Castejón de Sos.
El corredor, según se indica, ha recibido la atención inmediata de una ambulancia de soporte vital básico y una UVI móvil de Cruz Roja que intentaron sin éxito reanimarlo. La organización se une profundamente al dolor de la familia y compañeros y muestra sus condolencias. El Club Ciclista Graus, tras el accidente, ha suspendido el recorrido largo de la TowCar Puertos de la Ribagorza y todos los actos protocolarios relacionados con la Marcha Cicloturista.
El Gobierno de Aragón también ha expresado en un breve comunicado "su condolencia por la muerte del ciclista aragonés David Cañada, ocurrida esta mañana en el transcurso de una prueba celebrada en la comarca de la Ribagorza, tanto a sus familiares más próximos como a amigos y compañeros".
David Cañada, que debutó con el desaparecido equipo ONCE en 1996 y dejó el ciclismo profesional en 2010, representa "el espíritu de superación y la constancia tanto en el aspecto deportivo como en el humano, actitudes y valores que le llevaron a alcanzar un gran nivel en un deporte tan duro como es el ciclismo y a superar situaciones personales adversas", ha concluido el Ejecutivo aragonés.
Una vida marcada por la desgracia
Cañada fue un deportista al que le tocó convivir con la fatalidad y la desgracia de una forma permanente, pero cuyo coraje deportivo le permitió superar todas las desgracias. Sin embargo, ese infortunio que le acompañó sobre la bicicleta mientras fue profesional ha regresado este sábado, en una marcha no competitiva, para acabar con su vida.
A lo largo de su carrera profesional, Cañada sufrió lesiones en ambos tendones de Aquiles, fracturas de cúbito y radio, lesiones en las dos clavículas, en los dedos de los pies, necrosis en una muñeca, un problema cardíaco del que tuvo que ser intervenido y también superó un cáncer de piel, pero la fatalidad ha querido que falleciera haciendo lo que más le gustaba y a lo que se entregó desde pequeño: montar en bicicleta.
Su vida deportiva estuvo marcada por las numerosas desdichas que sufrió, que comenzaron de aficionado cuando fue seleccionado para el Mundial de Colombia de 1995. Se cayó la víspera y se rompió la cabeza del fémur, algo que le acompañó mientras fue deportista de élite, y eso fue posiblemente lo que condicionó que estudiara Fisioterapia.
Cañada militó entre 1996 y 2000 en el equipo ONCE, entre 2001 y 2002 en el Mapei, en el 2003 en el Quick Step-Davitamon, entre 2004 y 2008 en el Saunier Duval y en 2009 en el Fuji-Servetto. Nacido en Zaragoza el 11 de marzo de 1975, debutó como profesional en el año 1996 en las filas del equipo ONCE tras su etapa como corredor aficionado en Aragón, donde lo ganó todo y era prácticamente insuperable tanto en carretera como en pista antes del alcanzar el profesionalismo.
En la edición del Tour de Francia del año 2000 acabó en quinta posición en la etapa prólogo, una contrarreloj individual que ganó David Millar por delante de Armstrong, Jalabert, Jan Ullrich y el propio David Cañada. Días después obtuvo el maillot blanco de mejor corredor joven al adjudicarse la cuarta etapa, una contrarreloj por equipos con la ONCE, y subió hasta la segunda posición en la clasificación general, aunque finalmente acabó el Tour en el puesto 33.
En 2001 le detectaron una anomalía cardiaca, la enfermedad de Wolf-Parkinson-White, y su corazón llegó a ponerse a 230 pulsaciones por minuto. Fue operado, pero el problema no se arregló definitivamente y en la Vuelta a España 2006 regresaron las molestias. Fue intervenido quirúrgicamente y él mismo reconoció que su vida corría peligro.
En el año 2006, enrolado en el Saunier Duval, Cañada logró la victoria en la general de la Volta a Catalunya, su mayor triunfo deportivo, pero al año siguiente la calamidad volvió a paralizar su carrera en forma de cáncer de piel (melanoma), del cual fue intervenido quirúrgicamente.
Posteriormente, en 2008, la hinchazón de un ganglio de la axila fue el aviso de que sufría un linfoma. Los ganglios afectados fueron extirpados y se erradicó el problema. El 21 de enero de 2010 anunció su retirada definitiva en Zaragoza después de catorce años en activo al no haber encontrado equipo para continuar como profesional.