El bloque SKY ha saltado por los aires y con él, el Tour de hechos consumados. La etapa de hoy la ha escrito Samuel Beckett. Mikel Landa tirando como loco de un grupo de cuatro escapados. Su compañero de equipo, Michael Kiatkovski, del grupo perseguidor, en el que a Chris Froome le habría gustado viajar tan cómodo como al líder de la carrera, Fabio Aru, que asistía al espectáculo sin despeinarse, ni pasar al relevo.
SKY ha sido su peor enemigo, en una etapa en la que ha permitido que el italiano, cautivo y desarmado en el momento crítico de la carrera, siga de amarillo. En los últimos kilómetros el conjunto británico se ha olvidado de Aru y se ha centrado en Landa, que corría para obligar a desfondarse a Aru con más de dos minutos de ventaja. Sin embargo, el mayor rival de SKY está dentro y hoy ha sido más descarado que en el vídeo de ayer.
Portal pidiendo explicaciones a Landa, que declaró que no vio ceder a Froome. #TDF2017 pic.twitter.com/0BywhHfHQz
— Alpe d'Huez B&T (@Alpe__dHuez) 13 de julio de 2017
No hay duda de las cualidades de Landa como escalador, muy inferiores a las de Landa como estratega. Hoy ha vuelto a exhibir su repertorio, como ya hiciese en el último Giro que conquistó Alberto Contador. Con las órdenes de cubrir los saltos de los gallos ha aprovechado la reserva de orgullo que le queda al de Pinto en este Tour y ha puesto sus cartas como líder sobre la mesa.
Es el ciclismo el deporte con una jerarquía vertical más fiera, sobre todo porque faltan ciclistas que sepan reconocer las grietas para saltársela y exhibir sus condiciones.
Imagino que no habrán pensado ni por un momento que Landa y Contador pactaron un ataque desde lejos. Para uno la etapa, para el otro la gloria. Sorprende que Landa haya amarrado a un corredor que no está en la pomada de la general y con dos puertos por delante. Impensable un pacto de este calibre, ¿no? Landa hoy ha colocado la carrera donde quería y, sin faltar a nadie, ha faltado a todos.
Hace unas semanas, Eusebio Unzúe reconoció en Radio Marca que Movistar está interesado en hacerse con los servicios del alavés. Es el relevo natural al punto muerto en el que se encuentra el equipo. Devolvería la ilusión del talante ofensivo, que en estos momentos le falta al conjunto español, y quizá sentaría la cabeza si se le dieran los galones de cabeza de cartel. Ya ha quedado claro que no le gusta ser aperitivo de nadie. Hoy Landa ha sido el mejor del Movistar, y cuando lo fichen -si todo sigue así- les va a costar el doble.