Ben King consiguió reinar en La Covatilla con un derroche de esfuerzo en las rampas de la estación de esquí bejarana. Se esperaba mucho de esta etapa, pero no sirvió de mucho para la general. Solo en los últimos metros los ataque de Miguel Ángel López y Kelderman consiguieron abrir hueco y hacer una selección entre los favoritos. Simon Yates, nuevo líder al haber cedido Valverde en el último kilómetro unos metros que le costaron el maillot rojo.
El día estuvo marcado por una numerosa escapada entre los que se encontraba el infatigable y líder de la montaña Luis Ángel Maté y el estadounidense Ben King que fue virtual maillot rojo durante muchos kilómetros de la etapa. Sin embargo, según el pelotón se iba acercando a La Covatilla, los equipos de los gallos fueron recortando la diferencia con la cabeza de carrera hasta terminar con el sueño del Dimension Data.
Fue entonces cuando Ben King decidió ir a por su otro objetivo, la victoria de etapa. Se marchó en solitario antes de comenzar las primeras rampas de la estación de esquí bejarana. Por detrás, Mollema empezó una persecución que parecía imposible aunque poco a poco iba reduciendo la distancia con el norteamericano.
La contrarreloj entre ambos salió cara para King, que logró en el último kilómetro la diferencia alrededor de los 20 segundos. El equipo Dimension Data conseguía así un nuevo triunfo parcial. El estadounidense repetía tras haber alzado también los brazos en la etapa que terminó en Roquetas de Mar.
Bauke Mollema, por su parte, volvió a rematar al palo. El holandés, tan generoso en el esfuerzo como incapaz de completar las gestas. Su leyenda negra sigue creciendo y en La Covatilla escribió un nuevo capítulo.
Los gallos de la general esperan al final
Por detrás, fue Miguel Ángel López el que inició las hostilidades entre los hombres de la general. Kelderman dio continuidad a los ataques hasta formar un quinteto con el colombiano de Astana, Nairo Quintana, Ion Izaguirre y Rigoberto Urán.
Alejandro Valverde, que perdió contacto con el grupo, se quedó sin la posibilidad de convertirse en el nuevo líder por solo un segundo. No hubo grandes diferencias entre los favoritos, pero la suficiente para que Simon Yates se adueñara del maillot de rojo. El británico entró justo por detrás del quinteto que mostró tener más fuerzas y le sirvió para volver a liderar una gran vuelta después de haberlo sido en el Giro de Italia de este mismo año.