El italiano Cesare Benedetti (Bora) batió a sus compañeros de fuga para hacerse con la victoria en la duodécima etapa del Giro de Italia, de 156 km entre Cuneo y Pinerolo, en la que el español Mikel Landa y el colombiano Miguel Ángel López arañaron 29 segundos al resto de favoritos.
El italiano Valerio Conti (Emirates) cedió la maglia rosa de líder a su compañero de equipo el esloveno Jan Polanc, de 27 años, que formó parte de una fuga masiva y ahora encabeza la general con 4:07 minutos de ventaja sobre el esloveno Primoz Roglic.
El primer contacto con la alta montaña despertó a Landa y a López y puso de manifiesto la falta de equipo del gran favorito, el esloveno Primoz Roglic.
La cima del puerto de Montoso, el primero de máxima categoría en el presente Giro, a 1.248 metros de altitud, estaba a 32 km de meta, una distancia lo bastante larga como para conceder a los corredores ocasión de corregir errores.
El italiano Valerio Conti (Emirates) disponía de una renta de 1:50 sobre Roglic en la base del Montoso para afrontar casi 9 km de ascenso con una pendiente media del 9,5 por ciento -con tramos hasta del 20- y desde ahí una larga bajada de 30 km camino de la meta.
La jornada ofrecía al Bahrain Merida de Vincenzo Nibali y al Michelton de Simon Yates la oportunidad de poner en jaque a Roglic, vencedor de las dos cronometradas y considerado el "patrón" del presente Giro.
Una escapada masiva, de 25 corredores, se formó en la primera media hora. Jan Polanc, vigésimo tercero en la general, a 5:24 del líder, se convirtió muy pronto en líder virtual de la carrera: la fuga llegó a tener más de 15 minutos de renta.
A 70 km de meta el Movistar de Mikel Landa y el Jumbo Visma de Roglic empezaron a trabajar en cabeza del pelotón.
El estadounidense Sean Bennett y el austríaco Marco Haller saltaron en la escapada a 59 km de meta con el propósito de abrir hueco antes del puerto. En la base tenían medio minuto sobre los perseguidores y 12:30 sobre el pelotón.
Con esos márgenes, y a 40 km de meta, la victoria de etapa se iba a ventilar en la fuga.
Damiano Caruso, compañero de equipo de Nibali, forzó el ritmo en el ascenso, atrapó a los dos punteros y la fuga se fue desgranando. Por la cumbre pasaron cuatro en cabeza: los italianos Caruso, Gianluca Brambilla y Eros Capecchi y el irlandés Eddie Dunbar, aunque pronto volvieron a alcanzarlos Polanc y Montagutti.
Por detrás, en el pelotón, se movió el Astana. El checo Jan Hirt atacó en las rampas del Montoso. Con sus compañeros Dario Cataldo y Manuele Boaro metidos en la fuga, pretendía agitar el grupo para preparar el salto de su jefe de filas, el colombiano Miguel Ángel López, que se produjo a 7 km de la cima.
Reducido el colombiano en su primer ataque, lo intentó Mikel Landa, que se llevó consigo al propio López. Dos grandes escaladores con casi cinco minutos perdidos con respecto a Roglic en la general. De arriba se descolgaron Boaro y Jasha Sütterlin para colaborar con ellos pero los favoritos no consintieron más que medio minuto de margen.
Roglic, sin equipo, tiró de sangre fría para dejarse llevar a rueda en el paquete perseguidor de Landa y López, que terminó cediendo 29 segundos con respecto a la pareja hispana.
En cabeza de carrera, un "muro" de 400 metros a 2,5 km de meta dejó en la punta a Brambilla y Capecchi, pero Dunbar se les echó encima. El terceto pasó unido bajo la pancarta de un kilómetro a meta pero en las dudas llegó por detrás Benedetti para alzarse con la victoria con un tiempo de 3h41:49, su primer triunfo como profesional, a sus 31 años.