"La última etapa en los Alpes nos ofrece otra gran novedad: se trata de la tercera meta por encima de los 2.000 metros de altitud, algo totalmente inaudito en la historia del Tour. Antes de la subida a Val Thorens, asistiremos a una primera pugna en Cormet de Roselend. El desnivel acumulado a lo largo de esta jornada será de 4.450 metros", según explica Christian Prudhomme, director del Tour de Francia.