Alejandro Valverde lleva casi 20 años dedicándose al ciclismo. El ganador de la vuelta España en 2009, ha presentado un documental de la mano de Vamos al que han titulado 'Un año de arcoíris'. A pesar de lo optimista del título, el murciano también repasa los momentos más duros en su faceta tanto personal como profesional. Todo empezó a ir mal cuando fue sancionado por dopaje entre los años 2010 y 2012.
Valverde confiesa que pasó por una etapa en la que psicológicamente no se encontraba bien: "Tuve un estado casi depresivo. Al final tienes muchas miradas sobre ti. Muchos deportistas se retiran antes de tiempo porque no soportan esa presión. Pasaba mucho miedo, empezaba a agobiarme y a sentirme peor. El psiquiatra me dijo que tenía un estado depresivo. Toqué suelo. Iba al médico y salía peor", cuenta el deportista de 39 años.
Uno de los episodios más duros que ha vivido fue en 2013: "Tenía miedo de conducir, de poner en la carretera. La presión que se tiene psicológicamente es muy dura. Fui a la Amstel y pensaba que no podía correr. Me acosté la noche de antes y me encontraba fatal. Corrí al día siguiente, yo me tiré toda la carrera el último del grupo. Cada vez quedaba menos gente y yo seguía ahí, no podía meter el manillar. Iba con miedo y sin ánimo", cuenta el de Movistar.
A pesar de las adversidades, Valverde ha salido adelante y trata de quedarse con los buenos momentos que le ha dado este deporte: "Es bonito, pero pasé cosas duras. Lo superé. Según el psiquiatra, los ciclistas somos personas que queremos llevarlo todo muy medido. Nos pasa como a los estudiantes buenos, que no quieren fallar en nada y si un día no estudian se agobian. Lo veía todo negro, pero al final lo superé. Yo pensaba, si lo tengo todo, ¿por qué me pasa esto? No entendía nada. Pero lo cierto es que me estaba pasando. Gracias a los especialistas, todo quedó atrás".
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