El coronavirus ha marcado el calendario deportivo de forma determinante. No hay modalidad que no se libre de suspensiones y cancelaciones y el mundo del ciclismo tampoco ha tenido tregua. Después de empezar la temporada, la crisis del Covid-19 golpeaba con fuerza el UAE Tour hasta provocar que su suspensión. Después llegarían las primeras cancelaciones de pruebas y una París-Niza que se siguió corriendo a puerta cerrada a pesar de que Francia ya había prohibido las concentraciones.
Allí nos llevábamos una de las que pretendían ser grandes alegrías del ciclismo nacional. Iván García Cortina conseguía su segunda victoria en una etapa de una vuelta continental con el triunfo en la tercera etapa de esta Paris-Niza. El asturiano aprovechó un corte provocado por una caída para imponerse al esprint a todo un campeón del mundo como Peter Sagan.
El de Gijón se presentaba ante una temporada que parecía la de su confirmación en la élite mundial. Después de tener ya en sus piernas dos Vueltas a España y un Tour de Francia, además de esa primera experiencia en un Mundial en el infierno acuático de Harrogate, Cortina estaba cosechando en este 2020 unos ilusionantes resultados antes de encarar el objetivo de la temporada, las clásicas de primavera.
El coronavirus ha frenado esta trayectoria ascendente, aunque se muestra muy tranquilo por contar con esa etapa en su zurrón. Mientras se van sucediendo las cancelaciones y ya todos los ojos miran al Tour de Francia, García Cortina saca un rato entre entrenamiento y entrenamiento para atender a EL ESPAÑOL y contarnos cómo está viviendo el confinamiento en Andorra.
¿Cómo estás llevando esto de entrenar en casa?
Unos días está bien hacer rodillo, pero tantos días cansa. Para la cabeza es algo más duro de la cuenta. Al menos podemos entrenar. Otros deportes lo tienen más complicado. Tenemos el rodillo, hacemos gimnasio... Pero hacer horas es imposible.
Estabas rindiendo a un nivel increíble. Un quinto puesto, la victoria en La Châtre, te quedaste a las puertas de un segundo triunfo... dejando a un lado el problema sanitario, te ha cortado tu año de consolidación.
Me ha cortado la temporada. Por suerte soy de los que menos me afecta porque gané esa etapa. No tengo ningún estrés. Pero es una pena porque llegaba muy bien a las clásicas. Este año estaba yendo todo rodado. Perdí la opening weekend por un virus, luego también Andalucía. Luego estuvimos en Valencia y París-Niza muy bien. Estaba con ganas de clásicas.
Esas clásicas eran el objetivo, pero también estaba en los planes de que fueras al Tour.
Estaba en la prelista, unos 10 o 12, había que luchar el puesto aún. Dicen que se va a correr sin público. Va a ser un poco peculiar.
Tú ya tienes experiencia corriendo sin público después de la Paris - Niza.
Fue extraño. La etapa que gané, no había nadie en el podium. Había cuatro fotógrafos, las azafatas tenían en el suelo marcado dónde se tenían que poner a un metro de distancia. El trofeo lo tenías que coger tú para evitar el contacto con personas. Fue muy raro.
Si finalmente se corre el Tour y el equipo te elige, ¿te replantearías la situación ante la incierta mejora de la pandemia?
Habría que ver cómo avanza la situación. Ahora mismo es complicado. Esperemos que de aquí al momento en el que se decida mejore. Esa carrera sin gente va a perder mucho en cuanto a lo que significa el Tour de Francia.
Tu fuiste el primero en proponer unir las tres grandes en una sola gran vuelta.
Fue una idea que tuve, pero no sé. Sería una idea bonita. Una semana en Francia, una en Italia y otra en España. Al final vas a tocar todos los palos. Te tocará Alpes, Pirineos... Tienes todo tipo de terrenos. Adaptar el recorrido para hacer el menor número de traslados posibles. Igual se tendría que terminar en París que sería lo bonito de lo que sería esto. Una semana en Italia, luego coger un avión a España para la segunda semana y terminar en Francia. Descabellado es, seguramente. Pero sería interesante.
Decía Guillén que lo veía difícil por la organización.
Cada vuelta tendrá sus patrocinios, sus etapas con sus ayuntamientos. Por eso es casi inviable. Pero viendo que este año va a ser difícil cuadrar el calendario podría ser una idea para poder correr. Pero es una idea sin más.
Este año también era olímpico y viendo la trayectoria que proyectabas... ¿Pensabas que tenías opciones de ir a Tokio a tus primeros Juegos?
Sinceramente, no tenía muchas esperanzas en Tokio. Siendo un terreno tan duro, siendo tan pocos corredores... Hay muchos ciclistas españoles a los que les va mejor este tipo de recorrido. Valverde, Soler, Enric, Herrada... Le podían hacer mejor el trabajo.
Otro de los problemas que planteaba Romain Bardet en una entrevista esta semana es que durante este tiempo de confinamiento no está habiendo controles antidopaje.
Problema, no. Si hicieran controles, harían el tonto porque pondrían en riesgo la salud de los que hacen los controles y también la salud nuestra. No sabes desde dónde vienen. Pondrían en riesgo a todos. Si hay carreras, habrá más normalidad de la que hay ahora. Entonces antes de que volviera la competición habría tiempo para hacer esos controles. No van a abrir la veda y se va a empezar a correr inmediatamente. Tienen que dar un tiempo para que podamos volver a entrenar y para hacer esos controles.
Este año compartes equipo con Mikel Landa, ¿cómo se está adaptando?
En las concentraciones hemos coincididos en todas. En carrera aún no hemos compartido equipo. En Andalucía no estuve yo, en Valencia no estuvo él y luego en París no estuvo él tampoco. Tengo muy buena relación con él. Nos entendemos bien. Es muy buen tío y muy buen corredor.